Agua, infusiones... un montón de estrategias para saciar el hambre antes de comer. Pero lo que de verdad va a saciar nuestro apetito es elegir alimentos con una alta densidad nutricional. Y ¿esto qué significa?
¿Qué es la densidad nutricional?
La cantidad de micronutrientes en proporción a su contenido calórico.
Una alimentación saludable y equilibrada no depende únicamente de las calorías, sino de que los alimentos seleccionados sean de alta densidad nutricional porque aportan la mayor proporción posible de vitaminas, minerales y sustancias con acción antioxidante.
Te puedes preguntar: "si como alimentos más "densos" voy a engordar más", pero nada más lejos de la realidad. Una alimentación que garantice el aporte necesario de micro y fitonutrientes activa los mecanismos de la saciedad, independientemente de las calorías.
- Disminuye la excitabilidad
- El organismo se encuentra relajado
- Mejoran las funciones orgánicas
- Mejora el estado de ánimo
- Se necesita comer menos veces al día.
¿Qué pasa cuando elegimos alimentos pobres nutricionalmente?
El consumo de productos alimentarios que solo aportan calorías vacías produce consecuencias a largo plazo:
- Se activan los mecanismos del hambre.
- Se altera el equilibrio entre el apetito y la saciedad, lo que favorece que se coma entre horas.
- Aumenta el nerviosismo y las dificultades para concentrarse o, incluso, para dormir.
- Cuando el cuerpo percibe que no llegan los micronutrientes que necesita, interpreta que atraviesa un periodo de escasez. El metabolismo se enlentece y se predispone para acumular grasa.
Alimentos con mayor densidad nutricional
HUEVO
- La yema de huevo es rica en todas las vitaminas que necesitamos, excepto la vitamina C. También contiene minerales como el zinc.
- Para aprovechar mejor todos sus nutrientes y antioxidantes conviene consumirla poco cocida, como en los huevos pochados, pasados por agua o a la plancha, en que la yema queda líquida.
- La densidad nutricional del huevo queda reflejada en que son suficientes 180 g (281 calorías) para conseguir el cien por cien de los nutrientes clave seleccionados en el estudio de Beal y Ortenzi, mientras que si quieres conseguirlos con harina refinada hace falta más de 1 kg (más de 4.000 calorías).
LÁCTEOS (DE CALIDAD)
- Es imprescindible adquirir lácteos de calidad, de ganaderías pequeñas y ecológicas, para evitar pesticidas y conseguir la mejor composición nutricional.
- Son más recomendables los lácteos fermentados como los quesos, que, si son semicurados, son más ricos en calcio, zinc, vitamina A y B12.
- Son interesantes el yogur y el kéfir de cabra u oveja.
VERDURAS DE HOJA VERDE
- La col kale, la berza, los grelos, las nabizas, los canónigos, la rúcula, los berros y las crucíferas son los alimentos vegetales más densos nutricionalmente.
- Compiten en los primeros puestos con las vísceras y superan a las carnes: con 72 calorías (239 g) se consiguen tantos micronutrientes clave (calcio, hierro, ácido fólico y provitamina A) como con 1.100 calorías de pollo (480 g).
LEGUMBRES
- Las legumbres destacan por su riqueza en fibra, aminoácidos e hidratos de carbono. En cuanto a vitaminas y minerales son ricas en hierro, zinc y ácido fólico. Las más nutritivas son la soja, los azukis, los garbanzos y los guisantes.
- Cualquier legumbre requiere de un remojo de 12, 24 o hasta 72 horas con varios cambios de agua, solo así eliminamos los antinutrientes que contienen y que podrían dificultar la absorción del hierro y el zinc.
- Para multiplicar la absorción del hierro, es imprescindible combinar las legumbres con alimentos ricos en vitamina C (cítricos, kiwi, pimiento rojo crudo, etc.).
SEMILLAS
- Las semillas son ricas en zinc, calcio y ácido fólico, pero para absorber mejor dichos nutrientes, es indispensable que las remojes en agua para extraer los antinutrientes. Las semillas más ricas en zinc son las semillas de calabaza, y las más ricas en calcio son las de sésamo.
- Cómpralas crudas, límpialas, remójalas ocho horas, lávalas bien y tuéstalas hasta que se pongan brillantes para que sean más nutritivas y más sabrosas. Toma dos cucharadas soperas al día de semillas de calabaza, dos de sésamo o tahini y dos de lino trituradas, que te aportarán omega 3.
FRUTOS SECOS
- Los frutos secos destacan por su riqueza en grasas saludables, aminoácidos y fibra.
- Contienen buenas dosis de calcio. Las almendras lo contienen en abundancia.
- Necesario remojarlas toda la noche y pelarlas para eliminar sustancias que dificultan la absorción del calcio y de otros nutrientes. Las nueces, por su parte, son ricas en omega 3.
PSEUDOCEREALES
- El teff, la quinoa y el trigo sarraceno son ricos en nutrientes como el hierro y el ácido fólico; además, a diferencia de otros cereales, son más ricos en aminoácidos.
- Aunque a menudo se usan estos alimentos como si fueran arroz o trigo, en realidad prácticamente doblan su densidad nutricional: consigues los mismos nutrientes clave con 350 calorías de quinoa que con 700 de arroz integral.
- Es necesario remojarlos y lavarlos para eliminar las saponinas que pueden dañar el intestino y dificultar la absorción.
6 nutrientes que no pueden faltar en tu menú diario
- Ácido fólico: Trabaja en sinergia con otras vitaminas del grupo B y es necesario, entre muchas otras funciones, para un buen funcionamiento del sistema nervioso. Contribuye a la formación de células sanguíneas y es imprescindible para el metabolismo de la homocisteína, un producto metabólico tóxico. Lo encontrarás en las verduras de hoja verde y las legumbres.
- Vitamina B12: Es necesaria para evitar la anemia megaloblástica, entre otras necesidades. Su carencia puede provocar hormigueo en extremidades y bajo estado de ánimo. Los nutricionistas consideran necesaria la suplementación con 2.000 mcg de cianocobalamina a la semana, si no se consume carne ni pescado.
- Hierro: Una de sus principales funciones es la fabricación de hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que permite transportar el oxígeno a los tejidos. Gozar de niveles suficientes de hierro permite la correcta oxigenación de las células, una buena función cognitiva, mantener el sistema inmune en forma y una función tiroidea correcta. Aunque el hierro de los alimentos de origen animal se absorbe más eficazmente, el que se encuentra en las lentejas, el mijo, el brócoli o el tofu se puede aprovechar muy bien combinándolo con alimentos ricos en vitamina C.
- Zinc: Cumple con funciones tan importantes como mantener un correcto funcionamiento de la inmunidad y del sistema reproductor. El germen de trigo y las semillas de calabaza son muy ricos en este mineral esencial.
- Vitamina A: Es esencial para la salud visual y para el buen estado de las mucosas. Las hortalizas rojas, anaranjadas y verdes aportan betacarotenos que se transforman en vitamina A a medida que se necesita.
- Calcio: Este mineral esencial para los huesos, los músculos y el sistema nervioso, se halla, además de en los productos lácteos, en las coles, el tofu, los garbanzos, las almendras o las semillas de sésamo. El remojo, la germinación o el tostado aumentan la absorción del mineral.