La leptina y la grelina son hormonas que regulan el apetito y el peso corporal, actuando en oposición entre sí.
Son dos hormonas clave en la regulación del apetito y el balance energético, y el ejercicio físico tiene un papel directo en cómo actúan:
- La grelina, producida en el estómago, estimula el hambre; sus niveles aumentan antes de comer y disminuyen después.
- La leptina, producida por las células grasas, indica saciedad y suprime el apetito, ayudando al cerebro a saber cuándo se almacena suficiente energía.
Juntas, transmiten información sobre el estado nutricional al cerebro, influyendo en el equilibrio energético y el metabolismo.
Grelina: la hormona del hambre
Es una hormona peptídica producida principalmente en el estómago.
Envía señales al cerebro de que tienes hambre, aumentando el apetito y estimulando la ingesta de alimentos.
Cuando está activa, los niveles de grelina aumentan antes de una comida y disminuyen significativamente después de comer.
A largo plazo vs. a corto plazo, interviene en el control del apetito a corto plazo.
Leptina: la hormona de la saciedad
Es una hormona producida por las células grasas (adipocitos).
Envía señales al cerebro de que el cuerpo tiene suficientes reservas de energía, lo que produce sensación de saciedad y suprime el apetito.
Los niveles de leptina son más altos cuando tienes más reservas de grasa, lo que indica que has comido lo suficiente.
Desempeña un papel en la regulación a largo plazo del peso corporal y del equilibrio energético.
¿Cómo interaccionan?
Tienen acciones opuestas: La grelina aumenta el hambre, mientras que la leptina la disminuye.
Envían una señal al cerebro. Ambas hormonas transmiten información al sistema nervioso central, particularmente al hipotálamo, que es responsable de regular la conducta alimentaria.
Se regulan entre ellas. La leptina puede inhibir la grelina al reducir su secreción y suprimir sus receptores en el hipotálamo.
Papel en la salud
En la obesidad:
Los problemas con estas hormonas, como la resistencia a la leptina (donde el cerebro no responde a las señales de leptina), pueden contribuir a la obesidad.
En la dieta, ejercicio y estilo de vida:
La dieta, el ejercicio y el control del estrés pueden influir en los niveles de grelina y leptina, lo que afecta el apetito y el control del peso.
La leptina y la grelina son dos hormonas clave en la regulación del apetito y el balance energético, y el ejercicio físico tiene un papel directo en cómo actúan:
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En personas con más grasa corporal suele haber niveles altos de leptina, pero también resistencia a la leptina, lo que dificulta la pérdida de peso.
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El ejercicio regular, sobre todo el de fuerza y el aeróbico, mejora la sensibilidad a la leptina, haciendo que el cuerpo responda mejor a sus señales y se regule mejor el apetito.
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El entrenamiento prolongado (especialmente de resistencia) puede reducir niveles de leptina, lo que puede ayudar a reducir la grasa corporal.
