Seguramente habrás escuchado cientos de veces que la sentadilla no se hace con rebote, que debes bajar de forma muy lenta y controlada e incluso que la fase excéntrica (descenso) debe ser ejecutada de forma más lenta que la concéntrica (ascenso).
Si existe un aparato que presenta más riesgo que beneficio y que se ha utilizado de forma totalmente incorrecta, ese es el banco de extensiones lumbares, un clásico presente en toda sala de fitness. Pero ya que lo tenemos, optimicemos su utilización.
Parece ser que todo el mundo sabe entrenar al pectoral o hacer una sentadilla, sin embargo una vez más, los abdominales sigue siendo esa zona confusa y difícil de interpretar en donde todo vale, machacarlos y quedar agotados sigue siendo para muchos el objetivo a conseguir.
Seguramente tenemos la costumbre de clasificar a los ejercicios en fuerza, cardio o estiramientos, incluso en dividir a la sesión en estas componentes.
Según la información basada en las últimas investigaciones, parece ser que los estiramientos han dejado de disponer de esa licencia para utilizarse siempre y para todo.
Parece que sin un gimnasio lleno de máquinas de musculación, nuestras posibilidades de progresos se quedan limitadas, pero esto no es cierto, es más, soy más de la opinión que el entrenamiento con máquinas es el que nos limita.
En nuestros viajes de vacaciones muchas veces debemos soportar largas horas sentados en el reducido espacio del asiento de un avión: hay que reaccionar.