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En el vasto mundo de la natación, los nadadores no solo desafían sus propios límites físicos, sino que también se enfrentan un adversario formidable: el agua misma. En el escenario del medio acuático, cada nadador se encuentra inmerso en una danza compleja con el agua. Esta danza plantea la pregunta fundamental: ¿Es una lucha contra la resistencia del agua o una colaboración armoniosa con las fuerzas que nos rodean? 

Este artículo explorará las características del agua, desde su resistencia y empuje, hasta la ingravidez, examinando cómo nuestros instintos terrestres se desafían y adaptan en este medio fluido. También destacaremos la importancia de la alineación, la conexión de grupos musculares y cómo aprovechar las fuerzas exteriores para una natación más eficiente.

El agua, aparentemente suave y acogedora, se convierte en un desafío implacable una vez que un nadador se sumerge en su abrazo. La resistencia que el agua impone es una fuerza natural que se opone al movimiento. Este desafío físico es una de las razones por las cuales la natación se considera uno de los deportes más completos y exigentes.

Para comprender mejor la lucha contra el agua, es esencial sumergirse en la física acuática. El cuerpo humano, al moverse a través del agua, encuentra una resistencia proporcional al cuadrado de la velocidad. En otras palabras:

A medida que la velocidad aumenta, la resistencia del agua se multiplica.

En este escenario desafiante, la técnica de natación se convierte en un componente crucial. Los nadadores buscan maximizar su eficiencia, adoptando posturas y movimientos que minimizan la resistencia y aprovechan al máximo cada brazada y patada. 
Aprende a trabajar la biomecánica de tu cuerpo en el agua, esta es la base de la metodología de CliSwim, en la que está basado este artículo. 

La importancia de la ALINEACIÓN EN EL AGUA

Una parte fundamental de la metodología trabaja sobre la alineación del cuerpo para obtener numerosas ventajas.

1/ La alineación como protección a la aparición de instintos terrestres

• La lucha contra el agua no es solo física; también es mental. Nuestro cuerpo, diseñado para la gravedad y la tierra firme, encuentra en el agua un medio desafiante.
• La alineación de la columna vertebral se convierte en el contrapunto esencial, contrarrestando nuestros instintos terrestres y permitiendo que el nadador se ajuste a las demandas del medio acuático. Esta habilidad no sólo guía el movimiento, sino que desafía la intuición natural para crear una danza fluida en un entorno poco familiar.
• Uno de los primeros instintos terrestres es el de levantar la cabeza, ser consciente de la posición de la cabeza mediante la alineación de la columna nos ayudará sobre todo en el momento de la respiración.

2/ La alineación mejora tu hidrodinámica

• La alineación de la columna vertebral se convierte en un arma poderosa en la batalla contra la resistencia acuática. Los nadadores buscan minimizar cualquier resistencia adicional, y una columna vertebral bien alineada contribuye significativamente a este objetivo. 
• Los ajustes sutiles en la posición del cuerpo pueden marcar la diferencia entre reducir la resistencia hidrodinámica o enfrentarse a una resistencia innecesaria, optimizando su eficiencia y velocidad.
• Los nadadores se esfuerzan por mantener una postura erguida y alineada, no solo para mejorar su apariencia y eficiencia en el movimiento, sino también para prevenir lesiones

3/ La alineación colabora con las fuerzas que nos rodean

• La relación entre los nadadores y el agua va más allá de la resistencia, adentrándose en la exploración de cómo aprovechar las fuerzas que nos rodean.

Cada brazada no solo es un acto de fuerza, sino también una interacción con el medio acuático. El agua ofrece un impulso significativo, conocido como empuje, que los nadadores inteligentemente incorporan en su técnica. 

• Al entender cómo afecta el empuje del agua al cuerpo sumergido, nos ayudará a aprovechar esta fuerza natural para que se convierta en una habilidad distintiva de los nadadores eficientes.

• La lucha contra la resistencia no se limita al agua; la gravedad también desempeña un papel vital.

El movimiento de los brazos, coordinado y dirigido por la alineación, se convierte en una coreografía que desafía la gravedad terrestre.

• Cuando los brazos emergen del agua, los nadadores buscan aprovechar la fuerza de la gravedad en su beneficio. 
• Un movimiento eficiente y coordinado de los brazos no solo reduce la resistencia en el aire, sino que también prepara al nadador para la siguiente inmersión, creando una transición perfecta entre los dos medios.

4/ La alineación nos conecta con la biomecánica del cuerpo  

• La alineación de la columna vertebral se convierte en la clave maestra para desbloquear los secretos de la hidrodinámica y el equilibrio, se convierte en el puente que conecta los principios de la física acuática con la biomecánica del cuerpo humano.
• La alineación de la columna vertebral actúa como el director de esta sinfonía, guiando cada movimiento y gesto en perfecta armonía con las fuerzas que actúan en el entorno acuático.
• La alineación de la columna vertebral se convierte en el punto de conexión esencial que permite que todas las partes móviles del cuerpo trabajen como un todo integrado.
• Desde la cabeza hasta los pies, cada componente sigue la partitura de la alineación, permitiendo que el nadador se convierta en una entidad cohesiva que se desplaza a través del agua con elegancia.

5/ La alineación contribuye a la sincronización de las todas las partes móviles del cuerpo

• La alineación adecuada se convierte en el secreto para reclutar los grupos musculares más grandes del cuerpo. Cuando todas las partes móviles trabajan en armonía, se activan de manera eficiente los músculos de la espalda, los glúteos, core y las piernas, generando la potencia necesaria para avanzar contra la resistencia del agua.
• Este enfoque holístico en la activación de grupos musculares más grandes no solo mejora el rendimiento, sino que también contribuye a la resistencia del nadador, a la vez que también reduce el riesgo de lesiones, al distribuir uniformemente la carga y permitir los movimientos a los que de verdad están diseñadas nuestras articulaciones, para que cada parte del cuerpo siga el patrón de movimientos de la columna vertebral alineada.
• La alineación no es simplemente una posición estática; es un proceso dinámico que facilita la eficiencia del movimiento.
• Cada cambio de posición se realiza con la intención de aprovechar al máximo los músculos más grandes, permitiendo que el nadador se desplaza con fuerza y economía de esfuerzo. La alineación actúa como un guía constante, asegurando que cada músculo contribuya al objetivo común de avanzar a través del agua.

6/ La alineación permite desplazar diferentes pesos del cuerpo a posiciones favorables al avance

• La alineación de la columna facilita el aprovechar el peso de diferentes partes del cuerpo en beneficio del nadador.
• Este factor permite que partes móviles como brazos, cabeza, torso, cadera y piernas se emplacen en posiciones que ayuden a mejorar el equilibrio, la hidrodinámica y propulsión para favorecer el avance del cuerpo a través del agua de una manera más eficiente.

7/ Un control respiratorio apropiado para la mejor alineación

• Una de las claves para ayudarnos a esta alineación de la columna que tantos beneficios nos aporta para un nado eficiente y lejos de lesiones, es sin duda un control respiratorio apropiado. Este control respiratorio está basado en la utilización del diafragma versus respiración torácica.
• Está demostrado que una inhalación o exhalación diafragmática ayuda a mantener un mejor control sobre la alineación de la columna, favorece la oxigenación de nuestro músculos y cerebro, ayuda a mejorar nuestro ritmo cardíaco y favorece a la flotación debido al desplazamiento del aire a la parte inferior de nuestros pulmones.

En resumen:

La diferencia entre lucha o colaboración con el agua, se basa en la armonía que se encuentra en la integración de elementos clave, para conseguir la mejor adaptación al medio acuático:

1. mejorar el control postural
2. dominar nuestros instintos terrestres
3. aprovechar tanto las fuerzas que generamos como las que nos rodean
4. conectar y sincronizar las partes móviles del cuerpo
5. un control respiratorio consciente harán sin duda un nado mucho más eficiente que te permitirá colaborar y disfrutar de tu experiencia mientras nadas.

En CLISWIM te guiamos a cada nadador en este desafiante y gratificante proceso para obtener el mayor partido de la colaboración del agua. Nos invitan a conocerlos y descubrir una nueva forma de enfocar la natación con CliSwim, con un descuento del 25%. Escanea el código QR para solicitar información.
www.cliswim.com 

Jorge Gómez es entrenador de natación, lleva más de 20 años de experiencia en el mundo como nadador y entrenador, contagia esta pasión a cada uno de sus nadadores. Imparte clases a todas las edades y etapas (embarazadas, matronatación, natación terapéutica, hidrofóbicos, amateurs, competición o de aguas abiertas). Desde sus comienzos ha tratado de perseguir la excelencia, desarrollando un método efectivo para los nadadores. Recibió formación de Terry Laughlin, fundador del método Total Immersion, es entrenador certificado nivel 3, especializado en los 4 estilos y certificado como director de cursos. Experto en vídeo-análisis biomecánico de la brazada, sigue en formación continua. Su objetivo es anteponer una técnica eficiente y respetuosa con nuestro cuerpo, para alejarnos de los riesgos de lesiones que pueden producirse en este deporte si no mantenemos un apropiado control postural, que nos permita proteger nuestros músculos y articulaciones. 
Junto a Pablo Fernández, nadador con 6 récords Guinness, han desarrollado la metodología CliSwim para adaptarse a cualquier reto que se proponga un nadador, independientemente de su punto de partida. 

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