La caballa es un pescado azul o graso, y en invierno es cuando se considera su mejor momento orque es cuando el pescado ha acumulado más grasas para resistir las frías temperaturas del agua, llegando a tener un 10% de grasa por pescado.
- Esta grasa aislante nos interesa por su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados, los famosos ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA), de acción protectora cardiovascular y antiinflamatoria.
- La caballa también aporta proteínas de alto valor biológico para tus músculos.
- Destaca por su contenido en vitamina D, que favorece la absorción de calcio en los huesos y ayuda a mantener el peso. También es rica en vitaminas B1, B3 y B6, necesarias para el metabolismo de los nutrientes y la transmisión del impulso nervioso, y aporta vitamina B12 que te ayuda a mantener la energía y a prevenir anemias y fatigas en los periodos de entrenamiento intenso.
- En cuanto a minerales, es una buena fuente de potasio, regulador del sistema nervioso y la actividad muscular, fósforo para mantener sano el sistema nervioso, esqueleto y la dentadura y mejorar el aporte de energía en las células, yodo regulador del metabolismo en el tiroides y selenio antioxidante.
El único inconveniente de la caballa es su alto contenido en purinas que se deben evitar en caso de ácido úrico elevado, y si se toma caballa en conserva o salada, se excede el aporte de sodio, mineral a evitar en hipertensión.
La caballa fresca en temporada, es un pescado económico y fácil de cocinar gracias a su contenido en grasas saludables, que impregnan de sabor al plato, cuidan nuestro corazón y nos sacian, evitando la adicción de salsas o frituras que nos complican la vida y aumentan el valor calórico.
Aquí os dejo los valores nutricionales de una ración (390g) de Caballa con patatas y tomate al horno:
Valores nutricionales totales / % de la CDR*
- Calorías 379 calorías
- Grasas 19.4 g / 30% de la CDR
- Ácidos Grasos Omega-3 3039 mg
- Hidratos de carbono 29.3 g / 10% de la CDR
- Fibra 5.1 g / 21% de la CDR
- Proteína 25 g / 50% de la CDR
- Vitamina A 1959 mg / 37% de la CDR
- Vitamina C 62.7 mg / 105% de la CDR
- Vitamina D 403 UI / 101% de la CDR
- Vitamina B1 0.4 mg / 24% de la CDR
- Vitamina B2 0.4 mg / 26% de la CDR
- Vitamina B3 12.1 mg / 60% de la CDR
- Folatos 55.6 mcg / 14% de la CDR
- Vitamina B12 9.8 mcg / 163% de la CDR
- Calcio 58.7 mg / 6% de la CDR
- Hierro 3.5 mg / 19% de la CDR
- Magnesio 125 mg / 31% de la CDR
- Fósforo 351 mg / 35% de la CDR
- Potasio 1124 mg / 32% de la CDR
- Zinc 1.3 mg / 8% de la CDR
- Manganeso 0.4 mg / 18 % de la CDR
- Selenio 50.6 mcg / 72% de la CDR
*Los porcentajes (%) se han calculado según la Cantidad Diaria Recomendada (CDR) para una dieta de 2.000 calorías al día.
Ya sabéis que siempre es mejor comprar el pescado en la pescadería, fresco y dejándose aconsejar por el pescadero o pescadera de confianza, que si nos conoce y tiene tiempo, nos puede limpiar y abrir las caballas para llevárnoslas a casa limpias y preparadas para esta receta al horno o cualquier otra. Así no tenemos la excusa de que no comemos pescado fresco por falta de tiempo o porque nos da 'asco' limpiarlo.