OSTEOPATIA Y YOGA
Yoga y lesiones, cuida tus asanas para no lesionar tu cuerpo
En la práctica del yoga, como en cualquier deporte, nuestro cuerpo realiza un esfuerzo físico superior al que hacemos habitualmente en nuestras actividades de la vida diaria, por lo que nuestro organismo debe adaptarse a este sobreesfuerzo.
A veces, esta adaptación es difícil porque partimos de descompensaciones que en condiciones “normales” no nos provocarían ninguna alteración pero que ante alguna postura mantenida se pueden manifestar en forma de dolores agudos que pueden llegar a cronificarse.
Las lesiones pueden aparecer cuando se practica yoga, al igual que en cualquier actividad física deporte ya que el más básico de los movimientos podría causar tensión excesiva en cualquier grupo muscular, en articulaciones, o en la columna vertebral.
El yoga es un ejercicio físico muy saludable y lo habitual es que su práctica suele serlo, pero la persona tiene que saber cuál es su límite, su nivel, conocer la técnica e ir progresando en su práctica.
Entre las lesiones más frecuentes del yoga se encuentra el dolor de columna lumbar y cervical. La molestia lumbar o lumbalgia a menudo es causada por flexionar la columna vertebral hacia delante de forma forzada.
La flexión de tronco y el estiramiento excesivo son la causa más común para las lesiones y la irritación de los nervios periféricos, ya que hace que la columna vertebral se flexione en la forma opuesta a la que debería hacerlo.
Para evitar y prevenir dicho problema una de las maneras es doblar las rodillas durante el ejercicio y contraer la musculatura abdominal durante el ejercicio.
La cervicalgia es el dolor en la columna cervical siendo esta una de las zonas más sensibles, y una mala ejecución durante el ejercicio puede provocarnos problemas.
Al aplicar compresión en las cervicales, como durante una parada de cabeza, se está comprimiendo el cuello. Esto puede provocar dolor en las vértebras cervicales.
La columna cervical es de las zonas donde más precaución tenemos que poner al hacer yoga ya que una lesión aquí puede tardar en recuperarse bastante tiempo.
Para evitar o prevenir la lesión de cervicales evita ejercer presión sobre la cabeza cuando estés en inversión. No adoptes posturas en las que el resto de tu cuerpo (hombros, muñecas, abdominales) estén forzados.
También otra parte del cuerpo más común que puede lesionarse debido al yoga es la cadena posterior: los músculos isquiotibiales, gemelos y sóleo, así como lesiones de hombro, muñecas o rodillas.
Cuando alguno de estos músculos es sobre estirado, puede producirse una lesión. Mantener las piernas rectas de forma forzada en una determinada postura de pie, sentado o estirado, podría causar lesión compatible con rotura fibrilar o tendinitis de isquiotibiales, gemelos o sóleo.
El yoga puede causar lesiones en los hombros, muñecas, rodillas,... como resultado de un uso repetitivo incorrecto. Posturas como plancha, cobra y mirando hacia arriba son las causas más frecuentes.
Cuando la molestia en cualquier zona de hombro, rodilla o muñecas mientras o tras la práctica del yoga, perdura más de 48 horas, es cuando nos tendremos que empezar a preocupar.
Las personas con la musculatura débil corren un mayor riesgo de sufrir sobrecargas articulares o/y tendinosas al no poder hacer fuerza con firmeza suficiente mientras realiza el ejercicio.
La práctica del yoga comporta beneficios para la salud pero es importante realizarla con moderación y considerando las particularidades físicas-posturales de cada uno.
Los fisioterapeutas-osteópatas, como profesionales de la salud, tenemos un amplio campo de actuación a este nivel, no sólo desde el punto de vista terapéutico, sino desde el preventivo. Nuestros tratamientos pueden ayudar a prevenir, aliviar y corregir lesiones o dolencias derivadas de la práctica del yoga y a mejorar su ejecución.
Para minimizar el riesgo de lesiones es importante escuchar al cuerpo y respetar sus límites.
Podemos disminuir el número de lesiones realizando una sesión de valoración y tratamiento de la persona previo al inicio de la actividad y tenemos la responsabilidad de informar y concienciar al individuo para que aplique las medidas preventivas necesarias y adquiera un
papel activo en la preservación de su salud y la prevención de lesiones.
La mala praxis provoca que ciertas zonas se dañen, por lo que la moderación y seguir los consejos de un instructor cualificado son clave para mantenerse protegido. Pero en muchas ocasiones, estas lesiones son más complejas de lo que nos puede indicar el síntoma y es donde la osteopatía, a través de la búsqueda de la causa lesional, puede ayudar a la persona que practica yoga.
Por Manel Ramos, Fisioterapeuta y Osteópata. Fundador de Healthway Institut.
