Evitar un ritmo de vida sedentario es una de las claves que ofrecen muchos expertos para tener una mejor salud física y mental. Dentro de esta práctica entrarían acciones como: elegir las escaleras en lugar del ascensor o levantarnos del asiento con más frecuencia en el caso de trabajar sentado.
Con el buen tiempo que trae el verano, es la ocasión perfecta para incluir otro de los hábitos beneficiosos que huyen del sedentarismo: los paseos. Estas caminatas suaves pero que implican cierto movimiento podrían tener más beneficios de los que imaginamos.
Havard ha hablado...
La Universidad de Harvard afirma que el mejor momento para salir a caminar es después de cenar, sobre las ocho de la tarde, por lo que se asume que la cena debe ser temprana, además de ligera. Así, proponen que en lugar de sentarnos a ver una serie o una película nada más cenar, nos movamos un poco antes de descansar.
Vete a paseo
Este hábito resulta muy sencillo e incluso puede llegar a convertirse en una costumbre placentera con la que desconectar y sentirnos mejor después de todo el día. Además, tampoco necesitarás dar un paseo muy largo, pues los expertos afirman que con solo 10 o 15 minutos sería suficiente para beneficiarnos de un paseo tras la cena.
Los expertos resaltar el hecho de dar el paseo nada más cenar, sin dar la oportunidad de que nos de pereza y nos sentemos un rato. Esto hace que equilibremos nuestra subida natural de glucosa, que suele aumentar entre los 30 y 90 minutos después de haber comido.
El paseo no necesita ser enérgico, sino que será mejor darlo calmados y siendo conscientes de nuestro alrededor, siendo aún más beneficioso si lo hacemos rodeados de naturaleza, como en un parque con bastantes árboles y vegetación, algo que además ayudará sentir más fresco.
Beneficios de los paseos después de cenar
- Ayuda a equilibrar los niveles de azúcar en sangre: Tal como afirma la Asociación Americana dela Diabetes, cmainar puede reducir la glucosa en sangre durante 24 horas horas o más después de la actividad.
- Se aligera la digestión: al dar un pequeño paseo activaremos nuestro metabolismo y digestión, algo que ayuda a prevenir los gases o la acidez, deshinchando nuestro estómago.
- Activar la circulación y controla el colesterol: Según un estudio del Journal of Family Medicine and Primary Care, un paseo de 10 minutos tres veces al día ayuda a reducir la presión arterial diastólica en personas con hipertensión.
- Ayuda a conciliar el sueño: dar un paseo con el atardecer cayendo ayuda a tu ritmos circadianos de sueño y vigilia, de modo que empezarás a producir melatonina, con lo que te dormirás antes y mejor.
- Mejora el estado de ánimo: el movimiento ayuda a que después nos encontremos más calmados y relajados, pues con el paseo producimos endorfinas, que compensan los altos niveles de adrenalina y cortisol.
El metabolismo lipídico se hace fundamentalmente por la noche de manera que, ese paseo al atardecer, va a mejorar mi capacidad física, mi metabolismo, mi hipertensión...
