La dieta cetogénica, o mejor dicho, entrar en cetosis nutricional es la frase de moda, no sólo para conseguir 'quemar' la grasa de los michelines y conseguir tonificar el cuerpo y que se vean definidos los músculos que trabajamos durante los entrenamientos; también las dietas bajas en carbohidratos y la cetogénica, han demostrado sus beneficios a la hora de prevenir enfermedades, además de las relacionadas con el sobrepeso y obesidad como la diabetes, trastornos metabólicos, cardiovasculares, etc., también enfermedades inflamatorias y con desequilibrios hormonales.
Al reducir al mínimo la cantidad de carbohidratos al dia, no sólo dejar de comer azúcares y harinas refinadas, también dejas de comer alimentos cotidianos como el pan, el arroz, la pasta, las patatas... lo que antes era la base de la dieta deportista, ahora hay que primar las proteínas y grasas sanas, y hay que reinventar algunas recetas para que sean cetogénicas, especialmente las de masa, porque no sólo de pan vive el hombre, pero... ¡Cómo se echa de menos el pan cuando no lo comes!
En mi caso, hace más de 5 años que no como pan, ni con gluten ni sin gluten, y no soy celiaca. Fue una decisión por azares de la vida, ya que cuando vivíamos en Inglaterra no encontrábamos pan que nos gustara, y teníamos que ir a un mercado tradicional los sábados a comprar pan casero que hacía un italiano, lo más parecido al pan de toda la vida.
Así me pasaba semanas sin comer pan, y me di cuenta que el pan no me sentaba bien, no sólo me engordaba aunque controlara las cantidades que comía, además me perjudicaba en los entrenamientos.
Lo noté porque cuando nos traían pan de España en las visitas de los familiares, que venían con jamón, aceite de oliva y hasta pescado en la maleta, los alimentos que más echábamos de menos allí, al día siguiente de cenar con un poquito de pan, me levantaba hinchada, pesaba un kilo más y como entrenaba a primera hora en ayunas, no tenía buenas sensaciones al correr.
Así que empecé a probar, y me di cuenta que era comer pan un día y aparecían los síntomas a la mañana siguiente, por ello decidí dejar de comerlo, con mucho pesar, me encantaba el pan, y sabiendo que no soy celiaca, pero desde entonces no he vuelto a probar el pan, una vez comí un poco en un horno de pueblo y ni me sabía bien, así que ahora no lo echo de menos.
Sí, sospecho que tengo intolerancia al gluten porque nunca me ha sentado bien la pasta, hace más de 18 años que empecé a correr maratones, y enseguida me di cuenta que la cena de la pasta el día antes del maratón me producía hinchazón y me hacía ganar un kilo, lo que en los 42,195 km se nota mucho... Y ahora ceno lentejas que me sientan fenomenal y voy al maratón ligera y deshinchada, aunque las legumbres no sean populares entre maratonianos, pero a mi me han ido siempre bien, con eso me basta.
A lo que vamos, ahora que está de moda el Cloud Bread o Pan de nubes, que para mi no es ni un pan ni una nube, como os cuento en otra noticia en Sportlife.es, es más bien una base de masa sin harina, pues este tipo de pan o masa me sirve para poner algo encima que sea sano y me guste y meterlo al horno o al microondas y tener un plato rápido y sabroso cuando estoy en cetosis nutricional. Ahí va la receta:
Receta de Nubes de Huevo con Aguacate
Ingredientes para dos nubes
- 2 huevos
- 4 cucharadas grandes de queso batido tipo quark, o requesón
- Un chorrito de aceite de oliva AOVE
- Sal, especias o hierbas como orégano, unas gotas de chile picante
- Guacamole o aguacate batido
Preparación
- Separa las yemas de las claras y apártalas.
- Bate las claras a punto de nieve y añade despacio las cucharadas del queso batido o el requesón, con la sal, el orégano, unas gotas de chile.
- Divide en dos la masa para hacer dos tortitas, pon cada yema encima de cada una.
- Puedes hacerlo en el microondas durante 1-2 minutos, pero queda mejor, un poco tostado y crujiente si lo pones en el horno unos 10-15 minutos a 150-180ºC.
- Saca del microondas o del horno antes que la yema quede cuajada, cuando quede hecha pero aún líquida por dentro.
- Deja enfriar unos minutos.
- Sirve con el guacamole o el aguacate batido.
¡Y listo! Es un plato para desayuno o para cena cetogénica. A mi me gusta más como cenar temprana, me llena y no tardo mucho en hacerlo, y además en casa es un plato que gusta a la familia, y podemos cenar nubes de huevo con aguacate todos, no me siento 'aislada' por comer para cetosis. Como me gusta entrenar en ayunas, cuando tengo tiempo lo hago después de entrenar para un desayuno tardío, pero no es habitual que encienda el horno por las mañanas, entonces lo hago en el microondas que no queda ni tan bonito ni tan sabroso, aunque con hambre, es un plato que sacia bastante y tiene más gracia que un bol de yogur con nueces y fresas...