La autora de este artículo es Eva Arguedas, dietista-nutricionista, especializada en Nutrición Deportiva. Puedes localizarla en su Instagram @nutrievarguedas o mediante correo electrónico evm.arguedas@gmail.com
Este fragmento es un adelanto del número de octubre para la revista Sport Life. Si quieres leer el resto del artículo puedes hacerte Premium y leerlo ya aquí. O hacerte con la revista Sport Life de octubre en en quiosco físico o digital:
Contextos deportivos en los que puede ser útil la dieta cetogénica
En deportes con puntuación estética, como fisicoculturismo o fitness, usada como estrategia durante un tiempo limitado (de 1 a 3 semanas, por ejemplo) con el objetivo de acentuar la pérdida grasa y líquidos antes de realizar la carga de carbohidratos previa a la competición.
En cualquier disciplina deportiva empleada como una estrategia dietética más para la mejora de la composición corporal, siempre y cuando sean situaciones en las que se busque la pérdida de peso y grasa corporal, ya que suele facilitar alcanzar un déficit calórico debido a la saciedad que produce, pero no la optimización del rendimiento ni la ganancia de masa muscular.
Contextos deportivos en los que puede ser útil una dieta baja en carbohidratos
En momentos específicos de la temporada de deportes de fondo o resistencia como ciclismo de ruta, triatlón media y larga distancia, maratón, ultramaratón, etc., como estrategia puntual para buscar adaptaciones que favorezcan la utilización de las grasas como sustrato energético por parte del organismo.
Al igual que la dieta cetogénica, en situaciones en las que se busca una mejora de la composición corporal mediante la pérdida de grasa, ya que también puede ayudar a lograr un déficit calórico. Teniendo como añadido el hecho de que, al no ser tan restrictiva, puede facilitar la adherencia del deportista a la misma en el caso de pretenda mantener ese déficit más a largo plazo.
Ejemplo de menú con ambas dietas
A continuación, vamos a desglosar de forma general a modo de ejemplo cómo podría estructurarse la alimentación durante un día, por un lado, siguiendo la dieta cetogénica y, por otro, una baja en carbohidratos, con el objetivo de apreciar mejor las diferencias entre ambas y tenerlo más claro a la hora de poner en práctica cualquiera de ellas.
La cantidad de los alimentos irá en función de los requerimientos calóricos de cada persona, al igual que los gramos aportados de cada macronutriente, siempre asegurándose de que se ajustan a los porcentajes indicados en la tabla anterior respecto a cada una de las dietas.
Menú de día para dieta cetogénica
Desayuno:
Tortilla de queso a modo de tortita untada con guacamole
Comida:
Pollo al horno con alioli acompañado de arroz de coliflor.
Merienda:
Yogur griego natural con frambuesas y mantequilla de cacahuete
Cena:
Ensalada de espinacas, mozzarella y salmón ahumado
Ejemplo de menú de día dieta baja en carbohidratos
Desayuno:
Pudding de chía hecho con yogur natural, más arándanos, fresas y nueces
Comida:
Espaguetis de calabacín con carne picada en salsa boloñesa
Merienda:
Tostada de queso cremoso y aguacate. Una manzana
Cena:
Ensalada de tomate, cebolla, aceitunas negras y atún. Huevo revuelto con trigueros y champiñones.
Como último apunte
Cabe recordar que la función de este artículo es meramente esclarecedora y que, como con cada esta estrategia dietética, siempre estará recomendado valorar de forma previa a su aplicación el contexto, situación y características de cada persona, idealmente por un profesional de la nutrición, ya que de ello dependerá el hecho de que sea o no sea interesante, o convenga o no, emplear una u otra.