¿Sabes cuántas horas necesitas dormir para estar sano?

¿Seguro que descansas bien? ¡En este artículo te contamos cómo ganar salud durmiendo más y mejor!

Yolanda Vázquez Mazariego

¿Sabes cuántas horas necesitas dormir para estar sano?
¿Sabes cuántas horas necesitas dormir para estar sano?

Suena el despertador, te levantas a la primera después de haber dormido 8 horas, porque te has propuesto irte a la cama antes de las 12, apagaste la luz, y es el momento de comerte el mundo cada mañana pero… algo falla, no sabes por qué pero ya te levantas con sensación de cansancio, y no tienes energía para hacer todo lo que te propones, lo que tienes que hacer más lo que quieres. ¿Qué está pasando?

Dormir no es lo mismo que descansar. Solo una de cada 5 personas duerme bien cada noche y se levanta descansada. La mayoría de las consultas médicas no están relacionadas con enfermedades graves como problemas cardiovasculares, diabetes o cáncer, los doctores oyen todos los días a personas que dicen que están cansadas, agotadas física y mentalmente, la mayoría no duermen las 8 horas recomendadas ni comen adecuadamente, pero no hacen grandes esfuerzos ni tienen graves problemas que les impiden descansar cada noche. No se explican el cansancio que tienen desde primera hora de la mañana. Van a la consulta pidiendo analíticas sanguíneas y la mayoría de las veces los resultados son normales. Los médicos lo acusan al estrés, la familia, el trabajo, las horas que pasamos mirando una pantalla del ordenador, la falta de sueño, el exceso de entrenamientos, una dieta inadecuada y hasta lo obesidad… Y sí, todo suma a la hora de restar energía, pero… a veces la explicación es que en realidad no descansamos bien, aunque pensemos que estamos durmiendo suficientes horas. Descansar no es lo mismo que dormir, la ciencia del sueño es una ciencia muy nueva y se sabe muy poco de lo que pasa cuando cerramos los ojos y caemos en los brazos de Morfeo.

 

¿Cuántas horas de sueño necesitamos?

Galería prueba

¿Sabías que se muere antes por falta de sueño que por hambre? Podemos sobrevivir sin comer 15 días pero no más de 10 días sin dormir.
Los expertos dicen que el sueño que necesitamos es variable entre las personas. La media en adultos es de 7 a 8 horas, pero todos conocemos a alguien al que le bastan 6 para estar perfectamente, o al contrario, personas que necesitan dormir más de 9 horas para encontrarse bien. Y en general, a medida que envejecemos necesitamos dormir menos.


Los diferentes institutos nacionales de la salud y fundaciones del sueño ya no recomiendan dormir 8 horas a todo el mundo, y son prudentes a la hora de decir cuántas horas necesitamos, lo que nos deja más tranquilos si somos dormilones o no.

Sin embargo, en las Encuestas de Salud en Europa los datos dicen que casi el 30% de los adultos duermen 6 o menos horas al día. Y en 2009, solo el 31% de los estudiantes de Bachillerato llegaban a 8 horas por noche. En España, con tantas horas de luz natural y unos horarios más tardíos que los europeos, dormimos todavía menos. Los españoles nos vamos a la cama más tarde que el resto de europeos, aunque también es verdad que no madrugamos tanto y que en teoría, disfrutamos de la siesta, palabra española que se ha internacionalizado, pero seamos sinceros ¿cuántas personas pueden dormir la siesta cada día? Pocas, es un lujo para muchos, solo los niños de guardería y algunas personas jubiladas pueden dedicar un tiempo después de comer para dormir la ‘siesta española’.

Un estudio muy interesante demuestra las bondades de la siesta. Se hizo en 2015 (Faraut et al. J Clin End Metablism) con 11 hombres adultos jóvenes a los que se les restringió el sueño 2 horas por una noche. A la mañana siguiente se midieron los marcadores de niveles de estrés y defensas, comprobando que estaban alterados negativamente por la falta de sueño. Después de una noche de recuperación, se repitió el experimento de quitarles dos horas de sueño, pero al día siguiente se les dejó dormir una siesta de 30 minutos (por la mañana o por la tarde), y se volvieron a medir los marcadores en sangre comprobando que la siesta había normalizado tanto los marcadores de estrés como las defensas. Ya tienes una buena excusa para echar una cabezadita de media hora si no has dormido bien durante la noche.

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