El impacto a largo plazo en la probabilidad de desarrollar ciertas enfermedades, como cáncer, no está tan claro.
Efectos negativos inmediatos de la comida picante
En dosis bajas o moderadas, consumir comida picante es un hábito perfectamente saludable que está ampliamente enraizado en la cultura culinaria de muchos países y no representa ningún riesgo para la salud. Sin embargo, a partir de cierto umbral los efectos indeseados pueden dispararse y causar algo más que un susto.
Un informe del Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos (BfR) difundido a mediados de 2024 recopila los posibles riesgos para la salud de tomar grandes cantidades de capsaicina.
Según se explica en este documento:
Se pueden ingerir altos niveles de capsaicinoides al consumir alimentos extremadamente picantes o chips de maíz mezclados con una preparación de pimientos ricos en capsaicinoides, así como en el contexto de competiciones de comer guindillas o chile.
El informe revela que se puede producir un daño en la mucosa gástrica incluso con niveles de ingesta que se alcanzan mediante el consumo tradicional de alimentos muy picantes.
Los síntomas van desde una sensación de ardor en el tracto gastrointestinal superior, acidez y reflujo, hasta náuseas, vómitos y dolor abdominal y torácico.
Una ingesta elevada también puede causar problemas circulatorios que se traduzcan en sudores fríos, cambios en la presión arterial y mareos. Incluso se ha dado algún caso de dolor abdominal grave que ha necesitado hospitalización tras ingerir cantidades muy elevadas de capsaicina.
Los autores del documento alemán señalan que, con la información actual en la mano, no es posible establecer el umbral de dosis de capsaicina a partir del cual se producen efectos adversos importantes.
Se puede esperar la aparición de efectos adversos graves para la salud con dosis de 170 mg. En el rango de dosis intermedio, pueden presentarse efectos adversos. Dado que los datos disponibles aún son insuficentes, no es posible determinar una dosis específica por encima de la cual se presenten los síntomas mencionados.
Algunos estudios muestran que la ingesta de dosis muy inferiores -de en torno a 0,5-1 mg de capsaicinoides- ya provoca efectos secundarios leves, como sensación de presión y calor o acidez gástrica.
Riesgos del picante a largo plazo
Hablar de los riesgos a largo plazo de ingerir comida picante en altas dosis o de forma muy frecuente supone entrar en terreno pantanoso. Hay estudios que muestran un cierto aumento de la probabilidad de sufrir determinados tipos de cáncer, como el de estómago, pero otros desmienten esta asociación.
Lo que está claro es que el consumo habitual de picante no incrementa la mortalidad. De hecho, incluso hay estudios que apuntan hacia un posible aumento de la supervivencia.
Según una investigación publicada en 2015, las personas que comen alimentos picantes casi todos los días tienen un 14% de posibilidades de vivir más que aquellas que consumen alimentos picantes menos de una vez a la semana. Hay que señalar que se trata de un estudio observacional, por lo que no se puede establecer una relación causal entre el picante y la duración de la vida.
Por otra parte, contrariamente a la creencia popular, la ingesta de alimentos muy picantes y con mucha frecuencia no se relaciona con una mayor probabilidad de desarrollar úlcera de estómago.
Otra cuestión es el consumo de picante en personas con ciertas patologías. No provoca estas enfermedades, pero sí puede incidir negativamente en sus síntomas y evolución. Por eso, se suele recomendar que limiten (o eviten) su ingesta a las personas que sufren las siguientes condiciones:
- Úlcera gastroduodenal
- Gastritis
- Síndrome de intestino irritable
- Reflujo gastroesofágico
- Hemorroides
- Problemas hepáticos
- Mujeres embarazadas o en período de lactancia
