Seguir una dieta adecuada es imprescindible cuando se tiene gastroenteritis o gripe estomacal, y así evitar la deshidratación y alimentar al cuerpo sin forzar el sistema digestivo.
Durante un episodio de gastroenteritis, es fundamental seguir una dieta suave y fácil de digerir para minimizar la irritación del sistema digestivo y prevenir la deshidratación. Aquí tienes un ejemplo de un menú semanal para la gastroenteritis. Recuerda que la tolerancia individual puede variar, así que adapta este plan según tus necesidades y tolerancias personales:
Para que no te aburras con el arroz blanco y pescado hervido, hemos preparado este menú de 5 días con la dieta para la gastroenteritis
Día 1:
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Desayuno:
- Infusión de manzanilla con anís.
- Yogur blanco desnatado con compota de manzana.
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Comida:
- Caldo de pollo claro.
- Arroz blanco hervido
- Plátano maduro.
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Cena:
- Pescado blanco hervido.
- Puré de patatas.
- Compota de pera.
Día 2:
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Desayuno:
- Infusión de té de tomillo con regaliz.
- Papilla de kéfir con plátano maduro.
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Comida:
- Crema de zanahoria y calabaza.
- Pollo hervido desmenuzado.
- Puré de membrillo
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Cena:
- Tortilla francesa.
- Puré de zanahorias.
- Yogur natural sin azúcar.
Día 3:
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Desayuno:
- Infusión de menta y anís.
- Medio Aguacate con huevo cocido.
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Comida:
- Caldo de vegetales.
- Pechuga de pavo a la plancha.
- Puré de boniato.
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Cena:
- Sopa de pollo y arroz.
- Manzana asada
Día 4:
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Desayuno:
- Infusión de jengibre con limón.
- Yogur con probióticos y platano.
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Comida:
- Puré de calabacín.
- Pollo a la plancha.
- Zumo de naranja natural.
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Cena:
- Pescado blanco al vapor.
- Crema de verduras.
- Compota de pera.
Día 5:
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Desayuno:
- Infusión de cúrcuma.
- Requesón con mebrillo.
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Almuerzo:
- Sopa de arroz.
- Tortilla francesa con perejil.
- Pera asada.
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Cena:
- Puré de zanahoria.
- Pescado blanco a la plancha.
- Compota de manzana.
Es muy importante que evites la deshidratación, y a lo largo del día no dejes de beber líquidos claros, como agua, agua con sales, agua con zumo de limón, infusiones y caldos,
Si experimentas mejoría, puedes introducir alimentos más sólidos gradualmente.
Y siempre que hay una infección, debes consultar a un profesional de la salud para obtener orientación personalizada y asegurarte de que este plan se adapte a tus necesidades específicas.
