Los trucos del entrenador para realizar un buen pull-over

Te explicamos como relizar un pull-over en polea satisfactorio

Domingo Sánchez/Fotos: Gonzalo Manera

Así debes completar un pull-over
Así debes completar un pull-over

 

El pull-over en polea es un gran ejercicio que bien realizado nos puede aportar beneficios extras además del trabajo de fuerza en el dorsal. Un control sobre la postura adoptada por la columna vertebral ayudará a una mejor estabilidad, pero también facilitará la necesaria retracción escapular.

Es muy habitual que al manejar cargas elevadas se generen compensaciones posturales para involucrar a otros grupos musculares que ayuden en la tracción. Al descender los brazos se suele observar el error de flexionar la columna, llevar los hombros hacia delante y separar los codos, un patrón que genera desequilibrio y además no permite el trabajo de los aductores de escápulas, ya que no se genera la necesaria retracción escapular.

La estrategia

Para tener conciencia de la posición correcta resulta muy útil colocar una pica en la parte posterior donde se mantenga el contacto del occipital, región dorsal y sacro durante toda la acción.

Con esta estrategia, el ejecutante podrá recibir la ayuda kinestésica de la posición correcta para evitar flexionar la columna o proyectar la cabeza hacia delante. También podemos observar cómo los hombros se proyectan hacia atrás para conseguir la retracción escapular. El resultado es un trabajo muscular mucho más completo y la generación de un patrón postural mucho más correcto que evitará desequilibrios.

Para conseguir este patrón correcto, además del control postural, es recomendable no realizar este ejercicio con cargas elevadas. Para aprovechar el movimiento, se debe mantener un instante la posición final, acentuando la retracción con los hombros atrás para afianzar así este gesto e implicar a los músculos aductores.

¿No sabes si entrenar o no con poleas? Descubre aquí sus pros y contras.