Diciembre, el mes de la Navidad por excelencia. Comienza un maratón de comidas y cenas que finalizará el próximo día 6 de enero, o más bien el 8, con la vuelta de los más pequeños al cole y los últimos restos de comida almacenada en la nevera.
En las próximas semanas será normal que cometas algunos excesos en cuanto a comida y bebida se refiere, el ambiente te incita y el resto de la sociedad también. Las frases “un día es un día, por uno no pasa nada, eso mañana haces algo de deporte y listo, es sin azúcar…" serán más pronunciadas que nunca pero, antes de que des el paso y decidas saltarte a la torera tus hábitos alimentarios de tus rutinas diarias deberías saber esto:
Los dulces light no existen
Ten en cuenta una cosa, si sabe a dulce y el envoltorio dice “sin azúcar" lo más seguro es que te estén ocultando algo. Puede que el producto que has seleccionado pensando que es mejor por su menor aporte calórico y por no utilizar azúcar realmente no sea tan bueno como parecía y probablemente lleve azúcar camuflado en uno de sus muchos, muchísimos nombres secundarios. Jarabe de maíz, dextrosa, dextrina, fructosa, sacarosa, maltodextrina, agave, caramelo, melaza, jarabe o sirope de arce, maltosa…
Muchos diabéticos se deciden por los supuestos dulces “sin azúcar" pensando que de ese modo van a poder disfrutar más de las fiestas en familia y a veces esto puede terminar en susto. Tanto familiares como los propios diabéticos respiran tranquilos viendo las etiquetes de “apto para diabéticos", “sin azúcar", etc., sin embargo, si leemos el apartado de valor nutricional del producto podremos observar como probablemente en hidratos de carbono el digito que aparece no es un cero.
Por mucho que no lleve azúcar como tal, un diabético nunca debe obviar que el aporte de hidratos de carbono de un producto es clave para calcular su dosis de insulina. Aquí suelen producirse dos errores. El primero es pensar que dicho producto no nos aportara hidratos de carbono y el segundo es pensar que no aporta azúcares, cuando lo normal es que las etiquetas se refieran a que no aportan azúcares añadidos, pero si los naturalmente presentes.
Si vas a darte un capricho te recomiendo que lo hagas atendiendo a las características del producto, observando bien los valores nutricionales del mismo y actuando en consecuencia. Además, lo light no es más sano por tener menos calorías, piensa que para alcanzar un sabor atractivo esos productos llevan unos cuantos ingredientes edulcorantes del sabor, productos químicos que no brillan por ser los más saludables del mercado precisamente.
Eso de compensar… ¿funciona?
Otro error clásico en estas fechas es el de dejarnos ir y pensar que en enero, con el año nuevo, también nuestros hábitos lo serán y ya habrá tiempo de ponernos en forma, con calma.
Lo cierto es que los hábitos no entienden de fechas ni de calendarios. Si quieres ponerte en forma hazlo, sin excusas, sin lamentaciones…aquí en Sportlife tienes todo un mundo a tu alcance en cuanto a rutinas, ejercicios así que… **¡manos a la obra! **
Todo lo que puedas hacer hoy será bienvenido por tu cuerpo, independientemente de si después pasan tres o cuatro días sin que puedas hacer ejercicio, pero al menos ya has hecho más que estando tumbado en el sofá o viendo la tele. Lo ideal es ser regulares, pero todo lo que hagas suma, recuerdalo.
Tampoco es muy recomendable funcionar a base de atracones, tanto de comida como de ejercicio. Lo más razonable es utilizar la mesura. Recuerda que es importante que no termines las comidas o cenas con sensación de tener que desabrochar uno o dos botones del pantalón para poder sentirte cómodo. Lo ideal es que termines de comer y cenar con la sensación de poder comer más, pero decidiendo no hacerlo. De ese modo las digestiones serán mucho más ligeras, te encontrarás mejor y tu cuerpo lo agradecerá.
Es casero…
Otro error típico de estas fechas suele producirse a la hora de pedir los cafés y el postre. Normalmente lo realizado en casa suele considerarse como algo más saludable. En este sentido pueden escucharse frases como “he usado azúcar de caña, moreno, integral"… Siento deciros que el azúcar es azúcar y sus efectos son los mismos independientemente de si es integral o no, es decir, malos.
Si alguna vez has tenido la oportunidad de hacer un postre casero y sigues las recetas te habrás dado cuenta de que la cantidad de azúcares, nata, grasas como la mantequilla, etc., suele ser bastante abundante y como decimos siempre, muy de vez en cuando no ocurre nada pero si se convierte en algo habitual puede ser un problema que se manifieste en aumento de peso, aumento de tejido graso, colesterol...