Orígenes de la kombucha
- De origen asiático y llamado té de la inmortalidad, la medicina tradicional china lo ha utilizado durante más de dos milenios, ya que se atribuyen muchos beneficios a esta bebida probiótica con propiedades depurativas, antioxidantes, energéticas y reconstituyentes del sistema inmunológico.
- Se trata un té azucarado fermentado con un ‘hongo’ gelatinoso, compuesto por microorganismos con el nombre científico Medusomyces gisevi, que son una mezcla de hongos y bacterias y lo convierten en una bebida probiótica.
- Su origen se pierde entre Japón, China y Rusia, quizás porque se pudo originar kombucha al dejar un té con azúcar descuidado por unas semanas que se fermentó sólo y originó la bebida de forma natural en diferentes lugares del mundo.
¿Cómo se hace?
- El té kombucha se puede hacer con varios tipos de té negro, rojo y verde.
- El más clásico se hace con té negro o rojo azucarado al que se añade el hongo (una masa gelatinosa y blanda) y se mantiene a una temperatura constante alrededor de 25-30º durante unas semanas en un recipiente cerrado.
- Cuando acaba la fermentación se retira el hongo y la bebida se guarda en frío para parar el proceso y que no se acidifique más.
Para las personas deportistas, el té kombucha es una bebida interesante para tomar antes o después de entrenar, principalmente porque al ser un alimento fermentado por microorganismos es un buen probiótico que ayuda a:
- mantener la salud digestiva, absorbiendo mejor los nutrientes y apoyando al sistema inmunológico
- aporta los antioxidantes (polifenoles) y del té y dosis pequeñas de cafeína, el estimulante físico y mental para mantener el ritmo de una vida con entrenos, trabajo, familia, amigos...
- Es un alimento fermentado como el yogur, el kéfir o el chucrut. En el que las bacterias y microorganismos presentes en el té con azúcar empiezan el proceso de fermentación y transforman esta infusión en una bebida probiótica, rica en bacterias beneficiosas para la salud, que se suman a los antioxidantes del té o polifenoles y la cafeína.
¿Qué tipo de fermentación se produce?
El té kombucha se obtiene por fermentación láctica principalmente, para dar una bebida ácida con burbujas de gas de sabor curioso.
Los hongos y bacterias convierten el azúcar (sacarosa) en glucosa y fructosa y después en alcohol etílico (potable), gas carbónico (CO2) y ácido acético, que conviven en la bebida con el hongo en una simbiosis beneficiosa, que va formando en la superficie del líquido un cuerpo de aspecto gelatinoso parecido a una medusa.
Si el hongo recibe alimentación continuamente, este proceso no tiene fin, por eso la kombucha es llamada ’el hongo de la inmortalidad’. Los principales metabolitos identificados en la bebida fermentada son: ácido acético, láctico, glucónico y glucorónico, etanol y glicerol.
¿Tiene alcohol el té kombucha?
Puede tener pequeñas cantidades de alcohol por la fermentación alcohólica en el proceso que puede originar algo de alcohol etílico, pero en una proporción inferior al 0.5%, muy pequeña. Es por esto que algunas personas dicen que su sabor y olor les recuerda a la sidra.
¿Por qué se ha puesto de moda el té kombucha?
Como todos los superalimentos se le atribuyen múltiples propiedades beneficiosas, desde alargar la vida a curar el cáncer. En realidad, hay pocos estudios científicos que demuestren la larga lista de beneficiosos, hasta ahora.
Lo que sí podemos decir es que cómo el té, es una bebida rica en polifenoles antioxidantes y al ser un producto fermentado, actúa como probiótico mejorando el equilibrio de la microbiota intestinal.
Por tanto, como otros alimentos fermentados puede ayudar a mejorar la digestión, evitar el estreñimiento y prevenir y mejorar diarreas y reforzar el sistema inmune.
Los pocos estudios en laboratorio se hicieron hace años en Rusia, donde es una bebida muy utilizada y lo ensalzaron sin muchas pruebas científicas a ‘elixir de la larga vida’ porque decían que prologaba la vida de ratones y ayudaba a prevenir y a recuperarse de varios tipos de tumores.
¿A qué sabe?
La bebida de kombucha tiene un sabor peculiar, como a sidra acida, por lo que si no te gusta beberlo, puedes utilizarlo como vinagre, dando un sabor ácido y actuando como conservante natural de los alimentos.
Si haces té kombucha en casa, ten cuidado con los problemas de contaminación con mohos, aparte de estropear la bebida pueden crear reacciones alérgicas y problemas digestivos.
¿Con qué nos quedamos?
Como todos los superalimentos que se ponen de moda, la bebida kombucha se vende como novedad y a un alto precio hasta que pasa y baja.
Lo mejor es probarlo buscando un té kombucha de calidad, refrigerado sin pasteurizar y en cristal.
Hay con sabores, pero no pierdas la oportunidad de probar su peculiar y ácido sabor natural que con las burbujas parece y sabe a sidra. Y si te gusta y te sienta bien, puedes probar hacerlo en casa con el propio hongo kombucha que puedes ‘comprar’ o conseguir gratis en herboristerías y tiendas de alimentación natural ‘online’ y té natural con azúcar.
Nosotros hemos probado en la redacción de Sport Life el té kombucha Komvida Organic Kombucha (komvida.com) que se comercializa como alimento orgánico refrigerado y en botellitas de cristal de 250 ml sin pasteurizar, y se encuentra en tres sabores: té verde, jengibre y limón y frutos rojos. Y nos ha gustado al 50% de la redacción. Es decir, a los que nos gustan los sabores ácidos y extraños como a mi, me ha encantado, aunque me sabe a sidra asturiana!
A los más golosos que buscan sabor dulce, no les ha gustado tanto.
Nuestro consejo: es que se tome bien FRÍO y NO AGITAR porque con como tiene burbujas, al abrirlo puedes hacer una lluvia de kombucha como si estuvieras celebrando tu primer puesto en el podio del Tour de Francia!!!
*En cuanto a sus supuestas múltiples propiedades, en este artículo canadiense tienes una revisión muy amplia en inglés sobre el té kombucha y salud.
**Y en español, puedes encontrar mucha información en la página de Té Kombucha en Wikipedia.
¿Puede tener efectos secundarios tomar té kombucha?
Pues sí, como todo en la vida, abusar de un alimento, por muy sano que sea puede dar problemas a personas sensibles o con enfermedades. En el caso de los súperalimentos, las propiedades curativas casi mágicas que se les atribuyen pueden hacer que algunas personas enfermas gravemente tengan efectos secundarios al tomar ese alimentos, bien porque lo toman en mucha cantidad o porque su sistema digestivo no está preparado para los ingredientes que contiene, a veces son muy potentes o es la primera vez que se prueban.
En el caso del té kombucha pueden aparecer problemas gastrointestinales en personas sensibles, así como intoxicaciones por contaminación del té con mohos, generalmente del tipo Aspergillus.
Y hay informes de hepatotoxicidad y acidosis láctica relacionados con la kombucha en Estados Unidos y en Australia, en personas que bebían dosis muy elevadas de té kombucha.
Consejo: Pruébalo con precaución, solemos pensar que los alimentos ‘naturales’ son muy sanos para todo el mundo, y si tu cuerpo es sensible a algunos hongos y bacterias, puedes encontrarte con problemas de gases y mala digestión al empezar, que si persisten después de haber probado té kombucha en pequeñas cantidades durante una o dos semanas, indican que no es una bebida para ti. Lo mismo ocurre con las ‘hiperdosis’, hasta el agua puede matarte si te dedicas a beber varios de litros de agua durante un día. Por mucho que el té kombucha te guste o te parezca saludable para ti, basta con tomar un vaso o dos al día, sus efectos probióticos y antioxidantes te van a hacer más y mejor efecto en una cantidad moderada.
¿Sabías qué…?
El té kombucha se considera un regalo de los dioses que no se debe vender, si no regalar el ‘kombu’ u hongo tipo sustancia gelatinosa que contiene las bacterias para empezar la fermentación, como ocurre con el kéfir.