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01\ Fortalece huesos y dientes
En los países soleados no suelen aparecer carencias de vitamina D, ya que nuestro cuerpo puede producirla en la piel a partir del 7-dehidrocolesterol por la acción de la radiación UV del sol. La vitamina D es muy importante para la mineralización de los huesos al favorecer la absorción en el intestino del calcio y el fósforo y evitar su pérdida en el riñón.
Bastan 5 o 10 minutos de sol, dos o tres veces por semana, para recargar los depósitos de vitamina D.
02\ Mejora el aspecto de la piel
Si tomas el sol con moderación tu piel estará de un color moreno atractivo, también te ayudará a prevenir el acné. Hay enfermedades cutáneas que mejoran con el sol en algunos casos, como la psoriasis.
El lado malo: Si te pasas con el sol, no solo te quema, también puedes dañar el ADN celular con el riesgo de melanoma o cáncer de piel. El sol acelera el envejecimiento cutáneo y la aparición de arrugas. La clave está en tomar el sol poco tiempo, a primera hora de la mañana o a última de la tarde y siempre con la protección adecuada.
03\ Estimula la inmunidad
El sol es capaz de aumentar el número de glóbulos blancos, las células encargadas de la primera defensa frente a la infección.
El lado malo: Si se toma el sol en exceso o sin protección ocurre el efecto contrario, las defensas se debilitan y aparte de quemarnos, somos más susceptibles a agentes infecciosos.
04\ Equilibra el colesterol
Las personas que viven en climas soleados presentan menos incidencia de enfermedades cardiovasculares y los niveles de colesterol mejor equilibrados. Se ha comprobado que los niveles de colesterol son menores en verano, en parte porque la luz UV es necesaria para metabolizar el colesterol, y cuando tomamos el sol disminuye el nivel de colesterol y evita que se pegue a las arterias.
05\ Disminuye la presión sanguínea
El sol provoca una vasodilatación de los vasos sanguíneos superficiales y aumenta la circulación de la sangre en la piel, disminuyendo los valores de presión arterial. Se debe, de nuevo, a la vitamina D, porque en presencia de esta vitamina disminuyen los niveles de hormona paratiroidea (que libera el calcio de los huesos y regula la presión sanguínea).
El lado malo: Las personas con mala circulación pueden notar como sus piernas se hinchan y hasta duelen. Los deportistas profesionales también evitan tomar el sol antes de una competición, pues la bajada de tensión puede provocar piernas cansadas.
06\ Protege frente a la aparición de cáncer
Los países mediterráneos tienen una incidencia menor de cáncer de mama, colon, etc. frente a los países nórdicos. La explicación a esta protección natural está en el efecto protector de la vitamina D frente a los tumores. Recientes estudios han encontrado que la luz solar ayuda a proteger no solo del cáncer de mama y colon, también frente a otros tumores como el de ovario, vejiga, útero, estómago, linfomas y próstata.
07\ Previene y ayuda a evitar la depresión
Los rayos UV aumentan la producción de un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar: la serotonina, que también interviene en la regulación del sueño, la temperatura del cuerpo y la conducta sexual.
El lado malo: hay personas que se vuelven adictas al sol y a estar morenas, es un trastorno conocido como tanorexia.
08\ Mejora la calidad de sueño
Se debe al efecto de los rayos UV en la melatonina, que se encarga de muchas funciones, entre ellas de regular los ciclos del sueño. Cuando hay luz, la melatonina desciende y nos sentimos más despiertos y activos.
09\ Favorece la vida sexual
Se ha comprobado que el sol tomado con moderación aumenta los niveles de testosterona en la sangre, y esta hormona es una de las responsables del apetito sexual.
10\ Protege frente a la esclerosis múltiple
Probablemente la explicación esté en el sistema inmunológico, porque la EM es una enfermedad autoinmune, donde las propias células de defensa destruyen la capa de mielina que recubre las neuronas. Si el sol es capaz de mejorar el sistema de defensa, también evitaría este tipo de alteraciones inmunológicas.
Cegados por el sol
La exposición prolongada al sol provoca daño ocular y puede aumentar hasta cuatro veces la probabilidad de desarrollar cataratas, la mayor causa de ceguera en el mundo. La lente del ojo es transparente, pero cuando la luz solar daña la retina se vuelve opaca para evitar la entrada de luz y se desarrolla una catarata. Evítalo llevando gafas con filtros solares adecuados.
Alérgicos al sol
La alergia al sol está mediada por distintos agentes (alimentos, cremas fotoprotectoras, perfumes, medicinas, cloro) que están en contacto con nuestra piel de forma habitual y solo provocan una reacción alérgica cuando nos exponemos al sol. Un 20% de la población desarrolla alergia al sol en algún momento y se manifiesta con manchas rojas, picores y erupciones.
