La vitamina B17, también conocida como amigdalina o laetrile, es una sustancia que ha generado bastante polémica en el mundo de la salud, especialmente en el caso de cáncer. ya que se ha promovido su uso como un posible tratamiento contra el cáncer en algunos círculos alternativos, pero ni está econocida como una vitamina esencial por la comunidad científica convencional ni hay estudios que avalen su eficacia en el tratamiento de tumores.
La amigdalina es un glucósido cianogénico presente en las semillas de varias plantas de la subfamilia Amygdaloideae, en la familia Rosaceae, se encuentra naturalmente en algunas semillas y granos, como las semillas de albaricoque, las semillas de manzana, las semillas de durazno y las almendras amargas.
La amigdalina se descompone en el cuerpo por la enzima emulsina en glucosa, cianuro y benzaldehído. Por lo que la ingesta de grandes cantidades de amigdalina puede ser peligrosa debido a la toxicidad del cianuro, que es un veneno..
En las plantas, en los órganos que la contienen en la planta, la amigdalina y las enzimas necesarias para hidrolizarla se almacenan en lugares separados, y sólo se mezclan si se produce un daño tisular. Esto sirve como un medio de defensa pasiva contra los fitófagos.
El contenido de amigdalina en las semillas de los frutales es variable, entre 33 y 54 gramos por cada kg en caso de almendras amargas, 14 gramos por kilo en las de albaricoquero, 6,8 g/Kg en melocotonero, y de 4 a 17,5 g/Kg en las de ciruelo. Las semillas de la manzana contienen una proporción menor, de 3 g/Kg.
Las almendras dulces también contienen amigdalina, pero en una cantidad muy baja, 0.06 g/Kg de promedio. variable según la variedad y la zona de cultivo. Esto se debe a un gen recesivo llamado Sweet kernal [Sk].
Si se ingiere, la amigdalina es hidrolizada en la boca por las glucosidasas presentes en la saliva, y en el intestino por la β-glucosidasa intestinal (emulsina), escindiéndose en el disacárido gentiobiosa y en L-mandelonitrilo. La gentiobiosa se hidroliza a su vez en glucosa, mientras que el mandelonitrilo se descompone para dar benzaldehído y cianuro de hidrógeno. El benzaldehído es el causante del sabor amargo. El cianuro de hidrógeno en cantidad suficiente —su dosis oral letal está entre 0,6 y 1,5 mg/kg de peso corporal— causando intoxicación por cianuro.
En Europa (y también en otros países) está limitado el nivel de glucósidos cianogénicos en los huesos de albaricoque desde 2017. Esta medida está basada en la opinión de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria de abril de 2016.
¿De dónde viene la idea de que puede tratar el cáncer?
En 1892 se probó en Alemania como fármaco contra el cáncer, pero su uso fue abandonado por inefectivo y por ser demasiado tóxico. En la década de 1920, un médico de cabecera estadounidense llamado Ernst Krebs anunció que un extracto de semillas de albaricoque reducía los tumores en roedores, pero avisó que sus resultados eran impredecibles y su uso peligroso en humanos. Su hijo rescató la idea en 1950, y hacia los fines de la década de los años 60 y los comienzos de los 70 del siglo xx hubo una gran agitación político-legal, principalmente en California, a causa de la prescripción médica de la vitamina B-17, también conocida como Laetril, para el tratamiento del cáncer.
La ortomedicina lo relacionó inicialmente con la cura dell cáncer, con el nombre vitamina B17, pero los estudios han demostrado que carece de efectividad alguna para ello
La idea de que la vitamina B17 puede tratar el cáncer se basa en la teoría de que el cianuro liberado por la amigdalina puede atacar selectivamente las células cancerosas. Sin embargo, no hay evidencia científica sólida que respalde esta afirmación, y varios estudios han demostrado que el laetrile no tiene beneficios significativos en el tratamiento del cáncer y puede ser peligroso debido a sus efectos tóxicos.
Importante: Para concluir, la vitamina B17 es una sustancia que se encuentra en algunas semillas y granos, pero su papel como tratamiento contra el cáncer no está respaldado por evidencia científica sólida y puede ser peligroso. Si estás considerando utilizarla como parte de un tratamiento contra el cáncer, es importante hablar con un médico para obtener información y orientación adecuadas.
Fuente bibliográfica: Laetrile treatment for cancer. Stefania Milazzo 1, Markus Horneber, DOI: 10.1002/14651858.CD005476.pub4
