La fructosa es un tipo de azúcar o monosacárido que se encuentra de forma natural en las frutas, así como en la miel. Una vez que esta entra al torrente sanguíneo es transportada hacia los órganos y los músculos, donde pasa a transformarse en energía.
Por lo que, en principio, se trata de un tipo de azúcar saludable. No obstante, el problema viene cuando se produce un consumo elevado.
En estos casos, la fructosa puede provocar cambios en el metabolismo del cuerpo, como un aumento de los lípidos en la sangre. Esto, a su vez, provocaría que se elevase el riesgo de sufrir ciertas enfermedades, por ejemplo, diabetes tipo 2, según advierte el Consejo Europeo de Información Alimentaria (EUFIC).
Entonces, ¿la fruta puede ser perjudicial para la salud?
En este punto cabe puntualizar que no todos los tipos de fructosa son iguales.
Aunque naturalmente se encuentra en las frutas, la fructosa también está, esta vez de manera artificial, en otros alimentos y bebidas que contienen jarabes de fructosa, un ingrediente que se emplea como endulzante. Desde EUFIC señalan que algunos refrescos pueden contar con más de un 50% de fructosa, en estos casos, en el etiquetado del producto debe señalarse como “jarabe de fructosa y glucosa”. Y es con ellos con los que se debe tener cuidado.
¿El azúcar de la fruta causa diabetes?
“Lo peligroso no es la fructosa, sino la forma en que la consumes”
Estas palabras son del nutricionista Carlos Andrés Zapata. El especialista hace referencia a una investigación reciente, publicada en ‘Advances in Nutrition’, en la que se estudió a más de 800.000 personas para analizar cómo afecta la fructosa a la salud. La conclusión fue clara, la fructosa en sí no se asocia con más riesgo de diabetes. Y, tal y como ya se ha adelantado, hay que tener en cuenta que no afecta al organismo de la misma forma la fructosa presente en una fruta que la de un refresco. “No todos los azúcares son iguales”.
El nutricionista señala que las frutas no solo cuentan con fructosa, sino también con fibra, antioxidantes, minerales y agua, nutrientes esenciales para la salud física y mental de las personas.
Pero este no es el caso de los jarabes con fructosa, empleados para endulzar productos como los refrescos y otras bebidas, entre las que se encuentran los zumos procesados. Estos “sí aumentan el riesgo de diabetes”, advierte Carlos Andrés Zapata, quien insiste en la importancia de consumir fruta entera, precisamente por sus beneficios cardiovasculares. “Está asociado con un menor riesgo de diabetes”, afirma. De modo que lo que hay que evitar no son las frutas, sino los productos y bebidas ultraprocesadas.