La cebolla es uno de las hortalizas más usadas en nuestra gastronomía para elaborar una gran cantidad de recetas. Tienen muy pocas calorías, 100 g de cebollas solo aportan 25 kcal. Y además cuenta con incontables beneficios para nuestra salud como que es antiséptica, diurética, digestiva, depurativa y ayuda a mantener la salud de tu corazón, entre otros elementos, te lo explicamos mejor aquí:
¿Sabías que la cebolla...?
Su origen es asiático y ya era usada por los egipcios, de modo que es una de las primeras plantas cultivadas de la Historia.
Hipócrates, un famoso médico de la Grecia clásica, ya recomendaba el consumo de la cebolla por sus propiedades antisépticas en el tratamiento de heridas, neumonías y como un excelente diurético.
El sulfóxido de tiopropanal es uno de los responsables de que la cebolla nos haga llorar al partirla. Si quieres evitarlo o al menos disminuir su efecto, puedes congelar las cebollas antes de partirlas, cortarlas bajo el agua o muy cerca de agua caliente que genere vapor de agua.
Lo mejor para conservarlas es guardarlas en un lugar oscuro y ventilado, preferiblemente sin formar montones. Así conseguirás que duren más sin estropearse.
Si su sabor te resulta muy fuerte, puedes macerarlas unos minutos con un poco de sal y vinagre.
Actualmente, la cebolla forma parte de innumerables platos de todas las gastronomías del mundo, especialmente de la mediterránea, siendo la tercera hortaliza más cultivada en el planeta, después del tomate y la patata. Es tan versátil, que se consume cruda, en encurtidos, asada, cocida, sofrita, pochada, caramelizada, formando parte de multitud de ensaladas, guisos, pasteles, quiches, rellenos…
La ciencia de la cebolla
La quercetina y la antocianina de las cebollas.son los elementos más eficaces para combatir el cáncer de colon y el cáncer de mama según un estudio de la Universidad de Guelph.
Desde 2015, el Instituto Americano de Física está investigando en la creación de músculo artificial a partir de células de cebolla, debido a su eficiencia para expandirse y contraerse en diferentes direcciones.
La Universidad Politécnica de Cataluña y la Universidad de Barcelona han demostrado la utilidad de los bulbos de cebolla para la conservación de alimentos gracias a las propiedades antioxidantes y antimicrobianas de sus flavonoides.
En agosto de 2018, la Sociedad Americana de Química publicó su último estudio sobre la cebolla, descubriendo que unos compuestos de azufre denominados alitiolanos, que se forman de manera espontánea en las cebollas dañadas, son los responsables del sabor amargo de algunas cebollas, que pueden llegar a estropear el sabor de algunos platos. Por eso, antes de utilizar cualquier cebolla en una receta, es conveniente probar una pequeña porción.
Propiedades de las cebollas
Antiséptica y antibiótica
La aliína es bactericida, antiviral y fungicida, uno de los mejores antisépticos naturales que existen. Una cebolla partida por la mitad puede terminar con la tos provocada por la mayoría de las infecciones de garganta.
Antidiabética
Se conoce como insulina vegetal por su contenido en glucoquinina y su riqueza en cromo.
Antioxidante
Sus vitaminas y sustancias volátiles la convierten en antioxidante por excelencia.
Diurética
Si eres deportista y tienes un problema de retención de líquidos, incluye cebolla en tu dieta. Es un poderoso enemigo de la insuficiencia renal, la formación de cálculos y la gota.
Digestiva
Facilita la digestión y actúa como enemiga de muchas anomalías del aparato digestivo.
Depurativa
Facilita la eliminación de toxinas del aparato digestivo.
Prebiótica
Los fructooligosacáridos, además de ser fibra soluble, estimulan el crecimiento de bacterias de la flora intestinal e inhiben el de microorganismos patógenos.
Anticancerígena
Sus compuestos azufrados, aceites volátiles y flavonoides reducen la probabilidad de padecer cáncer.
Cardiovascular
Aumenta la fluidez de la sangre y disminuye el riesgo de trombosis, insuficiencias cardiacas, arteriosclerosis y accidentes cerebrovasculares.
Bajar de peso
Acompañadas de ejercicio, nos ayudarán a acelerar el metabolismo de las grasas.
Sistema nervioso
Favorece la regulación de las funciones del sistema nervioso central y periférico.
Aparato locomotor
Su contenido en minerales como el calcio favorece la renovación de nuestros huesos.