El fartlek es un sistema de entrenamiento que combina distintas velocidades y cambios de ritmo para mejorar nuestra resistencia en carrera y que adquiramos una técnica mucho más pulida. Para llevarlo a cabo podemos utilizar diferentes tipos de terreno, desniveles u obstáculos, aplicar cambios de velocidad o incluso trabajar a distintos intervalos de potencia.
Principalmente, existen dos tipos de fartlek: el que se mide por tiempos y el que se mide por distancias. Si optamos por la primera opción, iremos intercalando carreras rápidas y lentas; mientras que en la segunda alternativa, los cálculos de la duración del entrenamiento se harán por distancias según nuestras necesidades y objetivos personales. No obstante, ambas son igual de favorables gracias a sus múltiples beneficios.
5 beneficios del fartlek
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Mejorar nuestra resistencia: Este es posiblemente el principal objetivo de quienes apuestan por un entrenamiento fartlek. Los intervalos a diferentes ritmos nos ayudan a mejorar la resistencia y a aumentar la capacidad aeróbica, lo que repercute en una mejor forma física y, por tanto, en unos resultados óptimos en la actividad deportiva.
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Desarrollar la capacidad pulmonar: La respiración es clave en cualquier deporte. Uno de los objetivos de ciertos entrenamientos, como el fartlek, es ayudarnos a controlar mejor la respiración cuando trabajamos a un ritmo más exigente. Gracias a esto, nuestros pulmones se acostumbran a trabajar a mayor intensidad y a aumentar su capacidad. Además, podemos aprender por nosotros mismos a dominar el compás de la respiración.
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Tonificar las piernas: Tener unas piernas fuertes, trabajadas y tonificadas es clave para mejorar nuestro desempeño en carrera, aumentar la resistencia y conseguir mejores resultados, tanto en tiempos como en distancias. Ejercitar la musculatura del tren inferior, ya sea a través de la propia carrera como con entrenamientos alternativos, es clave para ejercer un buen trabajo localizado en esta zona.
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Aliviar la salud cardiovascular: A la hora de practicar ejercicio, pero también para nuestra salud en general, es importante tener un corazón sano y fuerte, con plena capacidad para bombear la sangre y ser capaz de resistir la actividad física. Uno de los tipos de entrenamiento que más trabajan este órgano es precisamente el fartlek, debido a los cambios de ritmo que aumentan el bombeo del mismo y nos ayudan a mantenerlo en plenas condiciones.
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Romper la rutina: Por último, terminamos este repaso con una cuestión que, aunque no parezca tener una relación directa con el ejercicio de esta modalidad, favorece su correcta ejecución. Uno de los riesgos a los que nos podemos enfrentar con el deporte es la rutina. Hacer siempre los mismos ejercicios no solo satura la mente, también crea un umbral de tolerancia en el cuerpo que provoca que nos estanquemos, no veamos resultados ni evolución o incluso nos pongamos excusas para no entrenar porque su práctica nos aburre. Para evitar este problema, es importante hacer variaciones en el plan de entrenamiento, incluir cambios de ritmo, diferentes velocidades y, en general, otras rutinas. En este sentido, el fartlek es una de las mejores opciones que tenemos en nuestra mano.
