Un estudio realizado en la Universidad noruega de Bergen ha encontrado una clara conexión entre la enfermedad de las encías o periodontitis crónica y la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores han encontrado que la bacteria Porphyromonas gingivalis, responsable principal de la periodontitis crónica, o enfermedad de las encías, puede pasar de la boca al cerebro y producir daño e inflamación, aumentando el riesgo de desarrollar o de acelerar la enfermedad de Alzheimer.
La bacteria Porphyromonas gingivalis produce una proteína conocida como gingipaina que actúa como una proteasa tóxica que destruye las células en las encías provocando la periodontitis crónica.
Esta bacteria puede desplazarse desde la boca y encías a otros tejidos y provocar infecciones crónicas. Ya se ha estudiado la relación entre la infección de P. gingivalis y colonización de corazón y arterias y que dicha infección puede provocar infartos, enfermedades en las arterias y diabetes. Y en el caso del cerebro, se ha encontrado la presencia de infeccion por esta bacteria y de la proteína gingipaina, en las células nerviosas en personas con Alzheimer.
En este estudio se encontró la presencia de gingipaina en el 86% de las personas con Alzheimer que analizaron (53 personas en total).
Al estudiar la infección oral por P. gingivalis en ratones, observaron que se produjo colonización cerebral y aumentó la producción de Aβ 1–42 , un componente de las placas amiloides.
En el trabajo se comprobó que las gingipainas eran neurotóxicas in vivo e in vitro, y tenían efectos perjudiciales sobre la tau, la proteína necesaria para la función neuronal normal.
- Al estudiar la infección oral por P. gingivalis en ratones, observaron que se produjo infección cerebral con el aumentó la producción de Aβ 1–42 , un componente de las placas amiloides.
- En el trabajo se comprobó que las gingipainas eran neurotóxicas in vivo e in vitro, y tenían efectos perjudiciales sobre la tau, la proteína necesaria para la función neuronal normal.
- Los investigadores han ido más allá en este estudio y han logrado desarrollar un medicamento que bloquea las enzimas gingipainas dañinas de las bacterias, posponiendo el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
- Diseñaron y sintetizaron inhibidores de gingipainas que eran capaces de reducir la infección bacteriana por P. gingivalis en tejido cerebral, bloqueando la producción de Aβ 1–42 , reduciendo la neuroinflamación y reduciendo el daño neuronal en el hipocampo.
Estos datos sugieren que los inhibidores de gingipaina podrían ser valiosos para tratar la infección cerebral y la neurodegeneración de P. gingivalis y retardar o evitar en lo posible la aparición de la enfermedad de Alzheimer.
El investigador principal del estudio, el Dr. Mydel ha comentado que cepillarse los dientes correctamente, usar el hilo dental y no faltar a las revisiones con el dentista es una buena prevención para el Alzheimer, especialmente si se padece inflamación de las encías o gingivitis o si en la familia hay más casos de E. de Alzheimer y se ha heredado predisposición a esta enfermedad neurodegenerativa.
IMPORTANTE: La bacteria Porphyromonas gingivalis no es la responsable de provocar la aparición de Alzheimer, sino que sus efectos destructivos aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad o aceleran la evolución en caso de que ya haya aparecido. Por ello, no hay que asustarse ni ponerse en lo peor si padeces gingivitis o periodontitis crónica, es un dato más a tener en cuenta para prevenir la enfermedad de Alzheimer, como comentan los investigadores noruegos.
Fuente Bibliográfica:
Stephen S. Dominy, Casey Lynch, Florian Ermini, Malgorzata Benedyk, Agata Marczyk, Andrei Konradi, Mai Nguyen, Ursula Haditsch, Debasish Raha, Christina Griffin, Leslie J. Holsinger, Shirin Arastu-Kapur, Samer Kaba, Alexander Lee, Mark I. Ryder, Barbara Potempa, Piotr Mydel, Annelie Hellvard, Karina Adamowicz, Hatice Hasturk, Glenn D. Walker, Eric C. Reynolds, Richard L. M. Faull, Maurice A. Curtis, Mike Dragunow, Jan Potempa. Porphyromonas gingivalis in Alzheimer’s disease brains: Evidence for disease causation and treatment with small-molecule inhibitors. Science Advances, 2019; 5 (1): eaau3333 DOI: 10.1126/sciadv.aau3333