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Recuperamos gran parte del consultorio que, durante varios años, Alberto Cebollada Kremer, licenciado en educación física, especialista en higiene postural y práctica deportiva, ha respondido las consultas de varios de nuestros lectores.
La consulta
Hago triatlón pero desde el año pasado estoy con periostitis. He estado en varias ocasiones un par de meses sin correr, cambié las zapatillas, me hice unas plantillas en un podólogo, fui a sesiones de fisio, pero no desaparece el dolor. Quería saber qué me recomendáis para tratarlo. Ya no sé qué hacer y quiero poder empezar la temporada que viene sin lesiones.
Respuesta
Lo primero que debes saber es que tus molestias son habituales y frecuentes en los atletas: dolores en los músculos y tendones insertados en el hueso tibial, más una inflamación del periostio (membrana que rodea al hueso), a veces es una afección de todos. El dolor empeora al correr, sobre superficies duras, más cuanto más rápido y más dolor también cuando se hace más distancia... Esto evidencia una sobrecarga porque cuanto más corres más traumatismos deben absorber tus piernas y tu periostio tibial, mayor inflamación se produce y con ello mayor dolor.

Tratamiento
Primero hazte una radiografía para descartar una fractura por sobrecarga, y aunque no aparezca nada, para de correr unos meses y en su lugar practica natación y bici. Estira mucho la musculatura de la pierna, peroneos, gemelos, sóleo, Aquiles y el tibial anterior.
Realiza un programa de fortalecimiento basado en todos los músculos pero en especial del tibial anterior, incluyendo ejercicios de pisar de puntas y apoyar la parte externa del pie.

Elije unas zapatillas con excelente absorción, sujeción del arco plantar y buen control de pronación. La pronación (pisar con el pie hacia adentro) es una de las causas de la inflamación de la musculatura y estructuras implicadas en la dinámica de la articulación del tobillo y rodilla.
Trata de correr con zancadas más cortas y evita las cuestas abajo (aumentan el impacto y el estrés tibial), busca césped y terrenos blandos. Haz la prueba de pegar con esparadrapo una madera de esas que usan los médicos para explorar las amígdalas, longitudinalmente a la zona afectada, con esto se busca que la madera ayude a absorber las vibraciones.

Puedes poner también una cinta de neopreno, ambos remedios van bien y ayudan a sujetar los músculos cerca del hueso, comprimiendo la zona y controlando su inflamación. Tras correr ponte hielo, y durante el día y antes de correr aplícate calor y date un masaje en la zona.
Lo último sería la cirugía, siendo una intervención sencilla pero yo probaría todo lo que te he comentado antes de valorar entrar al quirófano.