Alteraciones vasculares, insuficiencia renal, sobrepeso… Son varias las causas por las que los pies se pueden hinchar, pero hay un responsable muy habitual: el calor. Con el aumento de temperaturas, el zapato puede oprimir más o encontrarse la zona más inflamada. Esto es debido a que la subida del termómetro provoca que las venas se dilaten.
Los vasos sanguíneos se dilatan por las elevadas temperaturas del verano y se reduce la elasticidad de sus paredes, parte imprescindible para bombear la sangre desde las extremidades hasta el corazón, provocando así una hinchazón.
La vasodilatación es un mecanismo de autorregulación propio de nuestro cuerpo que se activa cuando aumenta la temperatura ambiental con el fin de mantener una temperatura corporal adecuada para nuestra salud. La sudoración, por ejemplo, también forma parte de estos mecanismos termorreguladores.
La vasodilatación exige de un sistema venoso competente, ya que el flujo sanguíneo debe ir en contra de la gravedad, lo que complica que llegue bien a manos y pies. En personas con unas venas menos competentes o más débiles, el efecto de la gravedad asociado a la vasodilatación favorece el acumulo de líquido fuera de los vasos sanguíneos, manifestándose como hinchazón de piernas. Adicional al calor, la retención de líquidos empeora de forma considerable esta hinchazón.
La alimentación y el estilo de vida son dos de los factores más importantes a la hora de enfrentarse a este problema.
Las personas mayores, diabéticas y mujeres embarazadas son las que más padecen esta afección. También son propensas las personas con profesiones en las que deben estar mucho tiempo de pie. Hay quienes cuando se descalzan ya no pueden ponerse los zapatos o les aprietan.
Consejos para prevenir los pies hinchados en verano
- Utilizar un calzado cómodo en casa que no apriete por ningún lado
- Poner las piernas en alto durante 15 o 20 minutos al día
- Hacer baños en agua fría unos minutos para activar la circulación
- Masajear los pies y los tobillos. Esto es especialmente útil con cremas de efecto frío
- Controlar la alimentación, evitando las grasas, la sal, el café y el alcohol. Se trata de alimentos y bebidas que favorecen la retención de líquidos.
- Si se trabaja muchas horas de pie, es conveniente intercalar posturas, además de hacer ejercicios de tobillos y pies, como rotaciones y movimientos de flexión plantar y dorsal.
- No cruzar las piernas al sentarse. En los viajes superiores a cuatro horas, evitar esta posición todo el tiempo para que no se produzca el llamado síndrome de la clase turista, una trombosis venosa profunda debido a la inmovilización prolongada. Es conveniente hacer movimientos con las piernas, no utilizar prendas demasiado apretadas durante el trayecto, no llevar apretados los cordones de los zapatos y utilizar un calzado cómodo
- Beber mucho líquido para mejorar el movimiento sanguíneo
- Evitar la exposición prolongada al sol: es esencial permanecer en lugares frescos y con sombra durante las horas más calurosas del día y evitar la exposición directa al sol lo máximo posible.
Pasos para el masaje perfecto
1-. Calentamiento:
Comenzar frotando las manos para generar calor antes de posarlas sobre la piel.
2-. Movimientos iniciales:
Colocar una pequeña cantidad de aceite o crema en las manos y masajear suavemente desde los tobillos hacia arriba, lo que ayudará a estimular el flujo sanguíneo venoso.
3-. Amasamiento:
Con las palmas de las manos, realizar movimientos de amasamiento en los músculos de las piernas. Es necesario aplicar una presión firme pero suave, y trabajar desde la parte inferior de la pierna hacia arriba, centrándose en las pantorrillas y los muslos.
4-. Presión en puntos clave:
Identificar los puntos de tensión y presionar suavemente con las yemas de los dedos para liberar la tensión. Hay que prestar atención a zonas como las pantorrillas y la parte posterior de las rodillas, donde la circulación puede estar más comprometida.
5-. Movimientos circulares:
Utilizar las yemas de los dedos para realizar movimientos circulares alrededor de las áreas más afectadas por la hinchazón y la fatiga muscular.
6-. Estiramientos suaves:
Concluir el masaje con algunos estiramientos suaves de las piernas. Bastará con flexionar y extender las piernas o utilizar técnicas de estiramiento pasivo.
7-. Finalización:
Terminar con movimientos suaves y relajantes para calmar los músculos y promover la relajación general de las piernas.