¿Qué riesgo corremos si nos comemos las cabezas de las gambas?

EL aditivo que les echan para evitar que se pongan negras tiene la culpa

Yolanda Vázquez Mazariego

¿Qué riesgo corremos si nos comemos las cabezas de las gambas?
¿Qué riesgo corremos si nos comemos las cabezas de las gambas?

 

Parece que no hay placer que no tenga lado oscuro. Somos legión a los que nos encanta chupar las cabezas de las gambas pero ojo que nutricionalmente tiene su “pero”. Y eso que las gambas tienen muchas ventajas como que son ricas en omega-3 y tienen pocas grasas saturadas, además de como buen crustáceo son una buena fuente de proteínas.

El problema viene con la mano del hombre. Las gambas tienen sulfitos, un aditivo que se les añade al ser capturadas para evitar que se pongan negras (con esto se evita la melanosis). Lo curioso es que es que se pongan negras nada tiene que ver con que estén malas, ni muchos menos. El problema de los sulfitos es que hay personas que son sensibles a ellos y en este caso se pueden desarrollar problemas de asma y picores. El aditivo suele concentrarse en las cabezas, por lo que hay expertos en salud alimentaria que recomiendan no comerlas.

De cara a nuestra dieta, las gambas son ricas en colesterol (150 mg/100 g) pero su precio ya se encarga en muchos de los casos de controlar la cantidad y la frecuencia con las que la tomamos. Un consejo para reducir el colesterol es consumir las gambas junto a otros alimentos ricos en fibra.