La natación es para las embarazadas uno de los ejercicios más completos que existen y que, al mismo tiempo, no supone ningún perjuicio para el bebé. También es una excelente forma de relajar algunas zonas del cuerpo como las piernas, la pelvis y espalda, gracias al efecto de liviandad que aporta el mero hecho de sumergirse en el agua.
Asimismo, la natación es un gran aliado a la hora de decir adiós a la retención de líquidos, una patología que se caracteriza por la aparición de edemas y que suelen padecer habitualmente las mujeres embarazadas. Por último, también tonifica los músculos, mejora la flexibilidad y ayuda a la madre a prepararse física y psicológicamente para el parto.
Rutina de ejercicios de natación para embarazadas
Existen todo tipo de ejercicios de natación para embarazadas que son muy sencillos de ejecutar. Si estás interesada, puedes realizarlos en sesiones de 30 o 45 minutos cuatro días a la semana:
Ejercicio nº 1. Mejorar la circulación
- En este primer ejercicio, debes entrar lentamente en la piscina, a una zona donde el agua te llegue a la altura del cuello.
- Coloca los pies juntos y los brazos extendidos, para después dar pequeños saltos hacia delante flexionando las piernas.
- Es importante que no saques la barriga del agua.
- De esta manera, favoreces la circulación sanguínea de todo el tren superior e inferior.
Ejercicio nº 2. Tonificar los brazos y los pectorales
- Para este segundo ejercicio, necesitas un flotador alargado de goma EVA para meterte en la piscina con él y pasarlo por debajo de tus rodillas en forma de “U".
- A continuación, debes ir a una zona donde no hagas pie e impulsarte usando únicamente la fuerza motriz de tus brazos y manos.
- Así se consigue tonificar toda la zona del pecho y las extremidades superiores.
La mayoría de ejercicios para embarazadas permiten relajar todas las articulaciones del cuerpo
Ejercicio nº 3. Cuidar la espalda
Esta tercera rutina de natación para embarazadas también resulta muy sencilla.
- Solo debes sumergirte en el agua haciendo movimientos verticales hacia arriba y abajo, mientras controlas al mismo tiempo tu respiración.
- Debes hacerlo suavemente, con el objetivo de relajar toda la zona de la espalda.
Ejercicio nº 4. Liberar tensiones
También hay embarazadas que deciden hacer natación para relajarse y liberar tensiones.
- Si este es tu caso, existe la opción de simplemente flotar boca arriba dejando todo tu cuerpo debidamente relajado.
- Puedes mover los brazos y las piernas lentamente mientras inspiras y expiras.
- De esta forma, podrás mejorar tu estado de ánimo y liberar cualquier rastro de ansiedad antes de dar a luz.