La postura del Pavo Real o Pincha Mayurasana, es una postura invertida de nivel avanzado que como el pavo real que le da nombre, luce mucho cuando se consigue. Pero, no suele salir a la primera, y al contrario de lo que se piensa, no se basa tanto en el equilibrio como en una buena alineación desde las muñecas a los hombros, y trabajar la entrada en la asana para conseguir la fuerza y flexibilidad en los hombros, clave para mantener la inversión estable.
Paso 1: Postura del Delfín o Ardha Pincha Mayurasana
Coloca los antebrazos paralelos, con las muñecas a la anchura de los hombros y las palmas de las manos hacia el suelo, bien abiertas y formando una base firme.
Vete dando pequeños pasos hacia delante levantando las caderas y sin flexionar mucho las rodillas, hasta llegar a colocar tu cadera por encima de tus hombros. Activa tu core y tus hombros y ponte de puntillas.
Paso 2:
Levanta una de tus piernas con la rodilla flexionada, despacio, bájala y haz lo mismo con la otra pierna. Vete probando la estabilidad con una pierna y otra, sin prisas, para dar tiempo a fortalecer los hombros y brazos, poniendo atención en evitar que se separen los brazos más allá de la distancia de los hombros o que las manos se junten.
Paso 3:
Vete subiendo las dos piernas con las rodillas flexionadas y juega a encontrar el equilibrio. No pierdas de vista la distancia de separación de los hombros y las manos, siempre a la anchura de los hombros.
Paso 4
Cuando tengas las dos piernas arriba, júntalas y estira la punta de los pies como si quisieras tocar el cielo. Estabiliza la postura. Trabaja con tu ombligo hacia dentro y las costillas abiertas para favorecer la respiración.
Paso 5
La asana final se consigue con los talones doblados o en flex y la cabeza ligeramente levantada para que los ojos miren al espacio entre las muñecas.
Imagina que el final de la columna vertebral o cóccix está en línea con tus talones.
Mantén la postura estable, evitando que toda la fuerza esté en los antebrazos.
Mantén la postura durante 5 respiraciones, inhalando y exhalando despacio.
No te olvides de deshacer la asana despacio, bajando una pierna antes que la otra.
Beneficios
Trabaja la musculatura del cuello, los hombros, la parte superior de la espalda y los brazos. Ayuda a abrir los hombros y ganar flexibilidad en la espalda.
Mejora el equilibrio físico y emocional.
A nivel mental y emocional, aumenta la autoestima, calma la mente y ayuda a controlar el estrés.
Aumenta la energía física y mental.
Contraindicaciones
Evita esta postura si hay dolor o lesión de cuello, hombros o espalda. Dolores de cabeza, problemas cardiacos, hipertensión y menstruación abundante.
Consejos y trucos:
La fuerza de esta asana reside en la capacidad para mantener los antebrazos paralelos y separados a la anchura de los hombros.
Cuando no hay suficiente fuerza y flexibilidad en los hombros y las muñecas están débiles, los codos se separan y las manos se juntan, para evitarlo puedes empezar a practicar con un bloque y un cinturón en la esterilla.
El cinturón se ajusta por encima de los codos, para mantener la distancia de los hombros y que no se separen.
El bloque se coloca entre las manos separadas a la anchura de los hombros, aplanado en el sentido más ancho, y se sujeta con los dedos índices en los lados del bloque y los pulgares en el lado más cercano al cuerpo, a 90º. Evita que las manos se junten.
Ayuda mucho empezar a trabajar la postura apoyando los pies en la pared, para poder coger fuerza y flexibilidad y repartir el peso entre los hombros, manos y antebrazos, evitando sobrecargar una zona en concreto.
Practica con el bloque y el cinturón primero en la postura del delfín, pasa a la pared para poder apoyar los pies al invertir la postura, y cuando notes que tus hombros y brazos se han fortalecido, prueba a realizar la postura sin apoyo en la pared.