El yoga es muy recomendable durante el embarazo. En una época de numerosos cambios físicos y emocionales, esta práctica permite conservar la salud y el bienestar, tanto de la madre como del bebe. Estos son algunos de sus beneficios:
- 1/ El yoga te ayuda tanto a relajar y estirar como a tonificar la musculatura, especialmente en la zona de las caderas, ingles y pelvis, preparando esta zona para el momento del parto.
- 2/ En algunas posturas o asanas puedes trabajar con ejercicios de suelo pélvico.
- 3/ El control de respiración o pranayama te ayudará en el parto.
- 4/ La meditación y relajación te ayudarán a controlar el estrés y los cambios físicos y emocionales. Te permite entrar en contacto con el bebé desde el principio.
- 5/ Es un alivio para los ‘efectos secundarios’ del embarazo: dolores de espalda, ciática, náuseas, acidez, hinchazón de piernas, retención de líquidos, varices, estreñimiento, incontinencia urinaria, insomnio, miedo al parto y la maternidad, etc.
- 6/ Aumenta los niveles de energía y estimula todos los sistemas, especialmente el circulatorio y el digestivo, que frecuentemente se ralentizan durante el embarazo.
- 7/ Ir a clases de yoga prenatal te permite** compartir la experiencia** con otras mujeres embarazadas y crea buenos lazos de amistad.