Si estás sufriendo de estreñimiento ya sabes las molestias que conlleva tan desagradables. En la medicina natural, se recomienda recurrir a pequeños laxantes, aunque en casos excepcionales se puede recurrir a los purgantes para conseguir una evacuación rápida.
Los purgantes vegetales son activos por su contenido en antraquinonas. Uno de los más populares son las hojas de sen (Cassia senna), cuya actividad se debe a sus derivados antracénicos. Sin embargo, no hay que olvidar que una dosis excesiva de cualquiera de ellos puede provocar evacuaciones frecuentes, cólicos, colapso y deposiciones sanguinolentas. Aquí te contamos cómo funciona este laxante natural rápido y cómo usarlo de forma segura.
¿Qué es el Sen?
Es una leguminosa con hojas compuestas y flores amarillas. Los frutos, legumbres colgantes, albergan media docena de semillas en su interior. Con fines medicinales se aprovechan los foliolos y las vainas de los frutos, más suaves que los primeros. Contienen glucósidos (sennósidos), antraquinonas, flavonoides, mucílagos, ácidos málico y tartárico, y resinas.
Efectos
- Su efecto es laxante a dosis bajas y purgante a dosis altas, además de diurético y colagogo (estimula la vesícula biliar).
- Aumenta la mucosidad en las paredes intestinales y la secreción de agua, lo que favorece el peristaltismo o motilidad intestinal.
- Puede actuar entre las 6 y 12 horas después de haberlo tomado, aunque hay personas en las que el efecto laxante es mucho más inmediato, incluso algunos aseguran que les funciona en tan solo 30 segundos.
- Está indicado en estreñimiento ocasional –no crónico– y para facilitar el vaciamiento intestinal previo o posterior a radiografías y operaciones.
- Un uso prolongado de las hojas podría provocar al colon cierta dependencia.
Los herbolarios suelen recomendar el sen asociado a otras plantas, como hinojo, menta o cilantro, para mejorar su sabor amargo, junto con plantas demulcentes como la malva o el malvavisco, que contrarrestan su impacto sobre las terminaciones nerviosas de la mucosa intestinal.
¿Cómo se toma el Sen?
El sen se encuentra:
- en forma de planta seca, polvos, jarabe, extracto fluido
- extracto seco en cápsulas o comprimidos.
- infusión tibia (15 g por litro) en lavativas, con efectos más inmediatos.
La fórmula poderosa como rápido laxante:
- Se combina foliolos y frutos de sen con semillas de hinojo, hojas y flores de malva y raíz de malvavisco, a partes iguales.
- Se deja macerar una cucharada rasa de la mezcla por vaso de agua toda la noche y se toma a pequeñas dosis a lo largo del día.
- Actúa al cabo de 6-7 horas. Para aumentar el efecto, puede tomarse la misma fórmula en infusión.
Precauciones al tomar Sen como laxante
Para estreñimientos crónicos o recurrentes se aconsejan laxantes más suaves como la zaragatona, el malvavisco o el lino, junto con las debidas correcciones en la dieta y en los hábitos de vida, ya que el sen no está exento de efectos adversos:
- Efectos irritantes sobre la mucosa intestinal. A dosis elevadas o en tratamientos prolongados puede provocar cólicos con diarrea, vómitos y mareos.
- Debería tomarse siempre con asesoramiento médico y su uso nunca debería prolongarse más allá de siete u ocho días.
- Está contraindicado en caso de obstrucción intestinal, síndrome del colon irritable, enfermedad de Crohn, gastroenteritis y dolores intestinales.
- Tampoco se recomienda en caso de úlcera de estómago o problemas hepáticos y renales.
- No deben tomarlo embarazadas –puede ser abortivo–, madres lactantes –los sennósidos pueden pasar a la leche y provocar diarreas a los bebés– ni menores de 12 años.
- También se desaconseja durante la menstruación y en caso de hemorroides o infección urinaria.
- También en medicina, cuando se realizan tratamientos depurativos o ayunos, a veces se prescribe provocar el vómito, lavativas o lavados intestinales como métodos de depuración o limpieza.
- En un mundo en el que el organismo recibe a diario gran cantidad de toxinas nuestros mecanismos de depuración deben funcionar a pleno rendimiento; de lo contrario pueden producirse graves patologías crónicas.
Es importante, pues, que estén activos, como ha sido tradición en medicina estimularlos para ayudar a desintoxicar el organismo.