Debido a ello se producen daños en uno de sus componentes fundamental, la flora intestinal.
Esto produce un aumento de la permeabilidad intestinal, altera la función digestiva, produce una incorrecta absorción de nutrientes y deja pasar tóxicos al torrente sanguíneo.
Existen dos tipos de toxinas: las hidrosolubles (fáciles de eliminar) y las liposolubles (que son más complicadas de eliminar).
Cuando el hígado está sobrecargado de toxinas liposolubles, éstas se almacenan en membranas y en grasa hasta que el hígado sea capaz de eliminarlas, pero si sigue sobrecargando cada vez le costará más ((se genera un círculo vicioso), lo cual generara inflamación corporal y aumento de resistencia a la insulina, dificultando el control del peso-
¿Qué soluciones podemos tener?
- Eliminar de la dieta alimentos que irritan la pared intestinal (gluten, leche de vaca, azúcares refinados, café y refrescos de cola)
- Moderar el consumo de carne, embutidos y grasas saturadas en general
- Mejorar el equilibrio bacteriano mediante la ingesta de pre y probiótico (bacterias que regeneran la flora intestinal dañada en casos de intestino permeable)
- Aumentar la ingesta de nutrientes que ayudan a regenerar la pared intestinal (verduras y frutas, sobre todo) y la ingesta de alimentos que ayudan al hígado a desintoxicar)
- Beber 2 litros de agua fuera de las comidas (ayuda a la función celular)
- Si fuera necesario: suplementación para ayudar
Es muy importante acudir a un profesional cualificado para que pautes las recomendaciones personalizadas y supervise los resultados.