Comer sin gluten es cada vez más frecuente, unas veces es una necesidad por celiaquía, otras veces es una mejora en la dieta por intolerancia al gluten y otras veces es una opción para reducir la gran cantidad de gluten que hay en nuestra alimentación diara.
Cuando se opta por una dieta sin gluten, se restrigen muchos de los alimentos más habituales en la dieta, como es el caso del pan con harina de trigo, pero se pueden encontrar otros tipos de pan sin gluten en los comercios, o hacer recetas caseras de pan sin gluten, con buen sabor y aspecto.
El gluten es una proteína de algunos cereales como el trigo. En el caso del pan, el gluten se encarga de retener el gas que produce la levadura durante el proceso de fermentación. Gracias al gluten, la masa adquiere elasticidad y extensibilidad.
Al utilizar harinas sin gluten, la fermentación es diferente, pero estas harinas contienen sustancias espesantes que ayudan a obtener una masa manejable y cohesionada, y así conseguir panes con buen aspecto y calidad, practicamente iguales a los panes con gluten.
Aquí tienes la receta de pan sin gluten que nos propone la marca de levadura fresca Levanova:
Ingredientes:
- 500 ml de agua
- 15 gr de levadura fresca
- 500 gr de harina sin gluten o preparado especial para hacer pan sin gluten
- Una pizca de sal
- Cucharada de aceite de oliva
Amasado:
Este paso es clave, difiere del amasado de pan convencional. Al utilizar harina sin gluten con la levadura fresca, la masa se espesa rápidamente y hemos de conseguir una mezcla muy homogénea.
El reposo y la fermentación:
Para que la masa adquiera “cuerpo" hemos de respetar el tiempo de fermentación tras el amasado para que la levadura fresca actúe y aporte sabor al pan. Has de esperar a que la masa haya 'crecido', suele tardar unas dos horas, tiempo que depende de la temperatura, por lo que ayuda dejar la masa en una zona a temperatura templada y sin cambios bruscos de temperatura.
Formado y fermentación final:
Puedes hacer un pan redondo o varios panecillos con formas a tu gusto, así tendrás que dividir la masa en piezas. Prueba a aplastar las piezas antes de cocer para eliminar el exceso de dióxido de carbono que se haya podido crear durante el primer reposo. Ahora da forma a la masa de pan, o a los bollos, preferiblemente con forma redondeada, para que quede más esponjoso. Después, deja un segundo reposo corto de unos 10 minutos para que la masa se esponje. Por último, moldearemos nuestra pieza, o piezas, con su forma final y dejaremos fermentar de nuevo. Haz una cruz encima de cada bollo de pan antes de meter en el horno
Cocción:
Con el horno precalentado a 220ºC, baja la temperatura a 180ºC e introduce la masa en el horno. Un truco es colocar unos cubitos de hielo, en una segunda bandeja en la parte inferior del horno antes de encenderlo. Así el horno tendrá suficiente humedad para crear una corteza de pan. Deja la masa de pan el horno el tiempo necesario, que puede variar de 15 minutos para los panecillos a una hora para los panes de mayor tamaño. Saca del horno cuando la masa haya crecido y la corteza esté dorada a tu gusto. Deja reposar los panes en una bandeja aireada, tapada con un paño de algodón o lino para que se mantengan tiernos.
Ya tienes un pan sin gluten elaborado en casa con tus propias manos. ¡Qué aproveche!
Consejos ofrecidos por la marca vallisoletana de levadura fresca Levanova