Mis compañeros de entrenamiento dicen que el agua con gas es más saludable, ¿es cierto?, ¿se pueden aprovechar sus beneficios mientras se realiza ejercicio físico? . Nos llegó hace unos díoas a la redaccíón de SPORT LIFE esta pregunta de Carlota Mino Reparaz, cuya respuesta compartimos aquí.
Qué curioso, el agua con gas se suele beber asociada a momentos de ocio y no durante la práctica deportiva, pero puede ser una alternativa al agua corriente y sin duda una buena opción ante las bebidas carbonatadas azucaradas. Aunque la mejor manera de hidratarse y la más saludable es con agua, siento decirte que no es mejor el agua embotellada, ni la que lleva gas, la recomendación es beber agua del grifo. La diferencia del agua con gas respecto al agua corriente está en el ácido carbónico que contiene, es el que le aporta esas burbujas, cierto sabor amargo, y un olor y sabor que la hace más atractiva al consumo que el agua del grifo. Estas características organolépticas, son consideradas como ventajas en momentos de ocio y de igual manera pueden resultar atractivas durante la práctica deportiva.
Pero la ingesta de gas también puede resultar molesta al provocar hinchazón abdominal, o flato, si su ingesta está asociada al esfuerzo intenso, especialmente en actividades que conlleven saltos, cambios de dirección o carreras. Respecto a los beneficios o ventajas que supone respecto al agua del grifo, se debe a que el ácido carbónico estimula la secreción de los jugos gástricos lo que puede facilitar la digestión en algunos casos. Puede ser beneficiosa por ejemplo, tras comidas muy abundantes, o para quienes padecen de dispepsia o malestar estomacal, ardores o digestiones pesadas. Y no todas las aguas con gas son iguales, las hay con más magnesio, calcio, sal, etc. y quizás por esa mayor concentración de algunos minerales como el magnesio, puede tener utilidad asociada a la realización de ejercicio físico, más que por el ácido carbónico. Ese mayor aporte mineral es beneficioso para el deportista, y la hace más adecuada para combatir la deshidratación que el agua sola.
Pero a la hora de entrenar con cierta exigencia no te la recomendaría, porque esa carbonatación puede incrementar la distensión abdominal y el reflujo gástrico, produciendo en momentos de mayor esfuerzo la regurgitación en el esófago de los alimentos que hayas ingerido previamente. Para hidratarte durante los entrenamientos en especial aquellos en los que hay una gran sudoración o son esfuerzos de resistencia, lo recomendable es beber agua de grifo, combinando su ingesta con agua a la que añadas electrolitos y sales minerales; bebidas isotónicas. Para concluir, aportar ácido carbónico en el agua puede resultar bueno en algunos momentos y para determinadas personas. Pero carece de flúor que ayuda a prevenir la caries dental, con lo que la recomendación sería en todo caso combinar su ingesta con agua del grifo. Si el agua con gas te sienta bien, y logras tras su ingesta a pequeños tragos dar salida al aporte gaseoso para no provocar flato, pudiera ser una opción de bebida. Beber agua con gas siempre será más saludable que ingerir refrescos azucarados o edulcorados.
