Imagino que te haya agobiado ver que son muchas las lesiones que pueden surgir corriendo de una manera inadecuada, por lo que siempre va a ser mejor prevenir que curar; por eso te muestro los “7 secretos” que aun siendo de Perogrullo, conviene recordar y que a mi me han funcionado de maravilla para no tener que ir nunca el fisioterapeuta por lesión, y que también he aplicado con éxito en todos los pupilos a los que he ido preparando durante los últimos 20 años:
- CUIDA TU ALIMENTACIÓN COMIENDO DE VERDAD: La nutrición y la correcta alimentación ha dado muchas vueltas en los últimos años, pero sinceramente pienso que no hay grandes misterios; el mayor secreto es comer “comida real” y evitar cualquier producto procesado. Mi consejo como el de otros expertos en nutrición es frecuentar más el mercado y menos el supermercado, evitando meter al carro productos procesados que por muchas vitaminas, minerales y no se cuántas cosas más tengan, apenas van a compensar una dieta inadecuada.
- SÉ PACIENTE Y RESPETA LAS ETAPAS DEL CORREDOR: No queda otra que ir poco a poco quemando las diferentes fases de la evolución del corredor, seamos jóvenes o mayores, y no querer correr un maratón antes de 5 años, sino has corrido nunca antes; de momento conozco pocos corredores que respeten esta premisa de tener paciencia, por lo que irremediablemente tendrán todas las papeletas para frenar su evolución tarde o temprano, y en este sentido hay 2 colectivos de corredores… “Los que se han lesionado y los que se van a lesionar”.
- HACER UNA PRÁCTICA DEPORTIVA MULTIDISCIPLINAR: Cuantos más deportes practiquemos y/o hayamos practicado, más bagaje motriz tendremos, y por tanto, mejor y más equilibrada estructura corporal para hacer frente a los posibles desequilibrios derivados de correr con vistas a obtener el mayor rendimiento.
- DESCANSAR AUNQUE A VECES CUESTE MÁS QUE ENTRENAR: Los corredores suelen coger el hábito de entrenar, y lo ven como una actividad que les desestresa, pero a menudo se olvidan de parar, y cada vez buscan más dosis de endorfinas que les haga sentir bien, sucumbiendo tarde o temprano a una obsesión que va a llevar irremediablemente a una lesión, que muchas veces no se es capaz de curar porque no se descansa; Descansar a veces puede convertirse en el entrenamiento más duro, aunque hay que normalizarlo.
- ENTRENA CON CABEZA Y A SER POSIBLE CON ENTRENADOR: Está más que demostrado que no rinde más el que más entrena sino el que lo hace con más inteligencia, por tanto deberemos hacer uso de una de mis máximas: “entrenar lo menos posible para obtener el máximo rendimiento” y así poder descansar más; por mucho que sepas, uno siempre lo ve todo desde un punto de vista subjetivo y entrenarse a uno mismo, es sumamente complejo.
- NO TE OBSESIONES: Prioriza cosas más importantes que el entrenamiento y la práctica deportiva. No trates de llevar a vida de un profesional sin serlo, y como comentó muy acertadamente nuestro compañero Fran Chico en el prólogo de uno de los números de la revista Sport Life… “No seas un semicampeón del deporte y un perdedor de la vida”; En este sentido hay que tener claro que la prioridad siempre a de ser la familia, los amigos y el trabajo, muy por delante de la práctica deportiva, y si respetamos esto, vamos a ver como en determinadas circunstancias, tienes que descansar de manera obligada, ya que de otro modo igual no respetarías.
- EN CASO DE DUDA HAZ SIEMPRE DE MENOS Y QUÉDATE CON GANAS: Cuando te pasas entrenando, no hay margen de rectificación y más aún si caes en una lesión por sobreeentrenamiento; todo ese riesgo que asumes sería para aumentar el rendimiento solamente un poco, con lo que no merece la pena al no vivir de ello, en cambio, si siempre te quedas algo corto entrenando, el rendimiento apenas se verá afectado, y encima va a ser mucho más difícil que te lesiones y tendrás margen de maniobra, pudiendo aumentar un poco más los entrenamientos sin arriesgarte a llegar al límite, pues la línea que separa nuestro máximo potencial y la lesión es tan insignificante que apenas se diferencia.