Evitar las cenas tardías puede hacerte vivir más años

Un nuevo estudio nos revela que evitar comer a última hora del día, puede retrasar el envejecimiento

Eliminar las cenas tardías para vivir más años
Eliminar las cenas tardías para vivir más años

Con el auge del ayuno intermitente, los científicos están realizando diferentes estudios para comprobar los efectos de restringir las comidas a lo largo del día, no sólo para perder peso, especialmente para mejorar la salud. 

Un nuevo estudio publicado en la revista Science, ha encontrado que al menos en ratones que seguían una dieta restringida en calorías, el grupo que solo comía durante la fase activa de su ciclo circadiano vivió casi un 35 % más que los ratones de control que comían cuando querían.

Este estudio en ratones se suma a la creciente evidencia que ha surgido con el ayuno intermitente, una estrategia nutricional para perder peso y mejorar los parámetros de salud, que consiste en limitar el tiempo para comer a determinadas horas al día y se sigue una dieta baja en calorías pero que proporciona todos los nutrientes esenciales. Los ayunos se pueden hacer desde 12/12, el más sencillo, que consiste en dejar de comer durante 12h, aprovechando las horas nocturnas para el ayuno, hasta los ayunos más habituales de 16/8h (16 horas de ayuno/ 8 de alimentación), a los más estrictos de 24h, en los que sólo se come una vez al día. 

Los estudios anteriores ya han encontrado que las dietas de restricción calórica severas son capaces de añadir años de vida. La escasez de alimentos desencadena mecanismos fisiológicos que promueven la longevidad y retrasan la aparición de enfermedades relacionadas con la edad. En este trabajo, los investigadores del Instituto Brain, de la Universidad SW de Texas, han ido más allá al encontrar que no sólo es importante reducir drásticamente las calorías, también importa el momento en que se hacen las comidas a la hora de para maximizar los efectos antienvejecimiento de la restricción calórica.

Al contrario que los humanos, los ratones son nocturnos, por lo que se alimentan de noche, y los investigadores trabajaron con 6 grupos diferentes. El grupo control podía comer sin límite de tiempo ni de cantidad (ab libitum).

Los otros 5 grupos siguieron diestras restringuidas en calorias, de 30 a 40% menos, con la misma ingesta total de calorías pero con diferentes horarios.

Los resultados mostraron: 

  • Los ratones de control que comieron ad libitum tuvieron una vida media de 800 días, mientras que los ratones con una dieta restringida en calorías con alimentos disponibles las 24 horas vivieron 875 días, o un 10 % más.
  • Los ratones con la dieta restringida en calorías que comieron solo durante el día (la fase inactiva de su ciclo circadiano) y ayunaron durante 12 horas durante la noche vivieron 959 días. En otras palabras, vivieron casi un 20% más que los controles.
  • Pero los ratones con restricción calórica que solo comieron durante su fase activa y luego ayunaron durante las 12 horas restantes, vivieron más tiempo. Estos animales registraron un promedio de 1068 días de vida útil, casi un 35 % más que los animales de control.

 

El autor principal, el Dr. Joseph Takahashi , investigador del Instituto Médico Howard Hughes y presidente de neurociencia en UT Southwestern Medical Center ha comentado: 

"Hemos descubierto una nueva faceta de la restricción calórica que extiende drásticamente la vida útil en nuestros animales de laboratorio, al eliminar lo que comemos antes de ir a dormir", “Si estos hallazgos son ciertos también en personas, es posible que debamos pensar si realmente queremos comer algo a última hora de la noche”.

En el trabajo, también encontraron que las dietas restringidas en calorías mejoraron la regulación de los niveles de glucosa y la sensibilidad a la insulina de los animales, pero las mejoras fueron mayores para los ratones que comían solo por la noche (su fase activa).

Esto sugiere que los ratones eran más saludables y envejecían más lentamente, dijo el Dr. Takahashi a Medical News Today .

Los investigadores encontraron que, en todos los ratones, el envejecimiento aumentaba la actividad de los genes implicados en la inflamación y disminuía la actividad de los genes implicados en el metabolismo y los ritmos circadianos. La restricción calórica enlentenció estos cambios relacionados con la edad, especialmente en los ratones que solo comieron una noche, que obtuvieron los mayores beneficios.

El estudio tiene algunas limitaciones como el que todos los ratones utilizados eran machos, para evitar la influencia de las hormonas femeninas, que pueden proteger en el caso de dietas restrictivas o alteraciones del ritmo circadiano. y que los ratones control, que podían comer durante todo la fase inactiva (el día) durmieron menos, y las alteraciones de sueño pueden producir una vida más corta.

Al extrapolar el estudio en ratones a humanos, la fase activa humana es la del día, por lo que los investigadores sugirieron que evitar cenas tardías por la noche, sería la opción más parecida para retrasar el envejecimiento y añadir años de vida y salud. 

Sinceramente, seamos honestos, la mayoría de las veces que comemos algo antes de ir a dormir, no tenemos hambre, y eliminar esta última comida o temtenpié del día, puede ser una manera sencilla de comer más saludable y añadir años a nuestra vida, retrasando enfermedades cardiovasculares y metabólicas.

Fuente: DOI: 10.1126/science.abk0297

 

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