Cierto que vivimos en unos tiempos en los que se puede ser Ministro de cualquier cosa sin tener ninguna experiencia previa de gestión, pero parece que el último de la fila a la hora de importar a quién se designa para dirigirlo es, ¡sorpresa!, el deporte. Los últimos dos nombramientos para la Presidencia del Consejo Superior de Deportes han colmado el vaso de la paciencia de los deportistas. Si ya fue extraño el nombramiento de Irene Lozano (escritora, periodista y política con cero experiencia en deporte), una vez que ésta deja el cargo a mitad de la tarea para presentarse a unas elecciones autonómicas, el nombramiento de su sustituto ha sido ya estrambótico.
El elegido es José Manuel Franco, 63 años, que hizo toda su carrera profesional como funcionario en el Ministerio de Defensa hasta dar el salto a la política en la que su último cargo ha sido ser Delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid. Su experiencia deportiva: parece que jugó al balonmano cuando tenía edad juvenil y que es muy aficionado al Real Madrid. Esta es una demostración más de que a los políticos les importa cero el deporte. El tema es que piensan que para llevar el CSD tampoco hace falta tener un curriculum en la gestión deportiva de prestigio. Pensarán: "¿Tampoco hay que estar muy preparado para ir al palco de Roland Garros a aplaudir a Nadal cuando gana, otro año más, en París?".
Su experiencia deportiva: parece que jugó al balonmano cuando tenía edad juvenil y que es muy aficionado al Real Madrid.
Me da lástima porque se sigue pensando que el deporte es un juego, un pasatiempo de nuestra sociedad. Nada hemos aprendido en la pandemia. Por mucho que los médicos han gritado a los cuatro vientos el papel que ha jugado la obesidad en la gravedad de los casos de Covid. Lo que más me entristece es que decisiones como esta dejan en evidencia a todos los deportistas con gran prestigio en sus carreras deportivas que luego han realizado una formación fantástica y que podrían ocupar este cargo con la máxima eficacia y el mayor reconocimiento dentro y fuera de nuestro país. Nos hartamos de decir que hay que dar oportunidades a los deportistas cuando dejan sus carreras profesionales... ¿Qué tal empezar dando ejemplo por el propio Consejo Superior de Deportes y dejar la costumbre de dar el cargo con un lazo como premio a un amigo o a un político por los servicios realizados?

Y como ya no tiene remedio, le dejó una tarea para José Manuel Franco, nuevo presidente del CSD. A ver si aprovechamos la buena relación que tiene con el Presidente del Gobierno y consigue que el deporte deje de tener un IVA de lujo (el 21%) y se iguale al cine o al teatro. Que la cultura es importante pero el deporte no lo es menos. Ojalá me deje mal y realmente dé la cara por los deportistas.