Cuando ves la palabra "atención plena", ¿qué es lo primero que le viene a la mente? Rituales budistas, incienso, pintando mandalas, caminando en silencio, sentado en posición del loto, etc.
Es posible que la mayoría percibamos una visión así cuando escuchamos la palabra Mindfulness, pero seguro que cada persona tiene una forma diferente de percibirlo y esta perspectiva de cada uno me hace pensar, que ninguna respuesta sería la misma.
Pues hay muchas cosas que proyectan lo que es la "atención plena" y, desafortunadamente, muchas de ellas resultan nuevas para nosotros o confusas. No me extraña que muchos nos sintamos abrumados con tanta información en la búsqueda para descubrir qué verdad hay detrás de este método que se está expandiendo en occidente y también, no lo olvidemos, en el mundo del deporte.
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Por ello te comparto algunos de los mitos que hay detrás de esta beneficiosa practica y tan poderosa, pero que a su vez, puede crear confusión de lo que representa en realidad el entrenamiento de “La Atención Plena”.
1/ Es un método de moda
Realmente si es moda, esta lleva con nosotros más de 2500 años, pues bien su origen procede de la filosofía budista, aunque el método que hoy en día recibimos es una destilación basada en los estudios científicos que tuvieron origen en Estados Unidos en la década de los años 70. Muchos profesores e investigadores de universidades prestigiosas mostraron interés sobre estas prácticas y probando sus resultados notoriamente. Quizá por ello, es cierto que la práctica de la atención plena tenga tanta popularidad y alcanzará esta expansión global que cada día tiene más adeptos.
Y sin olvidar que por consecuencia dado también al nuevo mundo digital, estas prácticas que siempre existieron y milenarias, tenga más difusión en el mundo del deporte, empresa, laico y de educación secular.
2/ Debes vestirte diferente
Es gracioso pensar que para practicar meditación debas adoptar una conducta de vestimenta concreta, claro que sí debes sentirte cómodo, ¿o acaso cuando vas a correr no debes ponerte unas buenas zapatillas deportivas y ropa cómoda?, estamos hablando de lo mismo. Cualquiera puede practicar atención plena sin importar la edad, el género, antecedentes o apariencias, en esta la ropa, el color, el estilo. Es interesante entender que este tipo de prácticas no entiende de “looks”. Debes estar cómodo, si estás sentado en el suelo ropa flexible, pero Mindfulness no siempre se practica sentado, también caminando, cocinando, corriendo, hay tantas maneras como ropas para ponerse. Así que, debes ser tú mismo, pero cómodo. Realmente el único hábito que debes ponerte es “hacerlo diariamente”.
3/ Busca el lugar perfecto
Aquí viene el momento de compras, ¿qué cojín me ira mejor?, ¿pongo velas, música relajante, un buda de madera...? Pero, ¿no crees que es demasiado? ¿Realmente necesitas todo esto?
Ser capaz de practicar la atención en cualquier espacio será un reto, por supuesto para muchos practicantes, quizá todos los complementos que le inspiren pueden ser útiles, pero nunca necesarios, pues puede generar más apego o crear ciertos malos hábitos. Quizá puede crearnos una creencia supersticiosa si creemos que nuestra calma depende de un objeto.
Tener la capacidad de parar en cualquier lugar y cerrar los ojos debería ser nuestro mayor objetivo para beneficiarnos al máximo. Por ejemplo: antes de una carrera, después de un entrenamiento intenso para recuperarnos e incluso en nuestro lugar de trabajo. Puede parecer desafiante, pero muchos deportistas de élite utilizan estas técnicas para sus competiciones, y si no piensa en un partido de fútbol: ¿cómo separan los ruidos, gritos del público y se centran en un solo objetivo? La respuesta está en centra la atención el balón.
4/ Debes adentrarte en tus sentimientos
El primer paso es ser sinceros con uno mismo, nuestra mente está constantemente distraída de nuestros deseos y emociones. Ser más consciente del espacio que ocupan nuestras emociones es un desafío, pero no hurgar en ellas. La práctica nos muestra el ruido que hay interno, pero no se juzga. Tener conciencia del presente nos ayuda a comprender nuestro pasado y comprender cómo nos sentimos. Este método es individual y no debe nadie obligarte a mostrar un sentimiento, únicamente depende de ti compartirlo.
5/ Debes ser Religioso, espiritual o Budista
A pesar de que las raíces de la atención plena se remontan a las enseñanzas budistas y muchas de las técnicas que se utilizan hoy en día que también tienen bases espirituales. Mindfulness es una práctica universal y no significa que tengas que ser religioso. Tanto los estudios científicos como las experiencias compartidas han proporcionado evidencia más que suficiente sobre los beneficios positivos que puede traer a nuestra salud y bienestar, relaciones y felicidad.
Descubrirás que hay muchas personas que lo practican y no lo son.
6/ Es algo que te puede cambiar de la noche a la mañana
La atención plena es una forma de vida y no tiene un objetivo final. Como cualquier hábito que desee crear, es un desafío y requiere tiempo, paciencia y constancia. No esperes que tu vida cambie con solo encender una vela o escuchar audio guías, se trata de entrenamiento mental y continuado de la atención.
Te diré que incluso las personas que han meditado durante muchos años tienen días en los que sienten que se pueden distraer, nadie es perfecto. Es un camino gradual y recibirás lógicamente los beneficios con el tiempo. Lo interesante es disfrutar del aprendizaje.
7/ Es muy fácil meditar
Pues sinceramente no es nada fácil la atención plena, lo siento, es difícil. Puede incluso llegar a irritarte porque tienes que afrontar tus miedos, admitir tus defectos, soltar las cosas que escapan a tu control y afrontar todo lo que tu mente experimenta, en la práctica no rechazar nada, lo aceptas. Pero es una experiencia extremadamente gratificante que te hará ser más feliz, más satisfecho y conectado contigo mismo y con los que te rodean.
Lo que facilita la práctica de Mindfulness es tener a alguien que ayude en el proceso y apoye el los cambios que te vayan sucediendo.
Parece ser que en estos tiempos y debido a la pandemia perdemos el control de nosotros mismos intermitentemente. Puede que vivamos en piloto automático, aprender a ser más conscientes y arraigarse en el presente es una forma poderosa de autocuidado.
De aquí que nació el PROGRAMA MINDFULWAY, en el que junto a mi socia en este Marina Mayar, hemos creado las herramientas con los recursos y el apoyo necesarios para guiar a personas que deseen descubrir la práctica de la meditación y estén listas para crear un espacio en sus vidas para un cambio positivo, duradero, sin importar dónde se encuentren en su viaje.
Estamos en un momento mundial que hay que romper con los mitos y las falsas creencias, descubrir el auténtico significado en esta vida y utilizar métodos sostenibles para cultivar la salud.
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