¿Por qué nos duelen tanto las piernas los primeros días de correr?

Mejor volver a salir al día siguiente a correr...¿o no?

¿Por qué nos duelen tanto las piernas los primeros días de correr?
¿Por qué nos duelen tanto las piernas los primeros días de correr?

Casí 50 días sin correr y confinados en casa se han notado muchísimo en nuestros cuerpos. La verdad, no sé vosotros, pero yo he sido de esos ingenuos que pensaba que el primer día de poder salir a hacer deporte, el pasado sábado día 2 de mayo, me comía el mundo.

Seguro que muchos os identificais con esta situación. Antes del confinamiento corría con regularidad y prácticamente no había dejado de hacer ejercicio ni un solo día en casa desde aquel fatídico 15 de marzo, o bien siguiendo los retos de nuestro experto Raúl Notario, o 'corriendo' en la bici elíptica o pedaleando con el rodillo en casa o con alguna que otra sesión de pesas. Vamos, pensaba que estaba en una forma más o menos decente, sin embargo me bastó con poco más de una hora de carrera el 2 de mayo para tener unas agujetas al día siguiente espectaculares, pensaba que era yo solo...todos estábamos calladitos, pero cuando he ido hablando con mis amigos me han confesado que les pasó lo mismo, exceptuando los pocos que tenían una cinta de correr en casa, que se salvaron. Todo tiene su explicación, aquí va y esto es lo que tienes que hacer para intentar remediarlo.

De vez en cuando hay que ser un poco excéntrico...

Por mucho ejercicio que hayas hecho en casa, en el que has podido ir entrenando fuerza, potencia. movilidad y algo de resistencia aeróbica en las sesiones más largas, hay un elemento que prácticamente todos hemos descuidado: el trabajo excéntrico.

Los entendidos saben de lo que hablo: es el trabajo que realizan los músculos para frenar un movimiento, cuando los extremos del músculo se distancian, el que realizan por ejemplo tus cuádriceps cuando te vas agachando despacio, para evitar que las rodillas se te flexionen y tu cadera choque con tus talones. Por el contrario sí que hemos realizado bastante trabajo concéntrico, el que realizas cuando tus músculos se acortan, en el ejemplo de antes el que haces cuando extiendes las rodillas, o cuando doblas el brazo contrayendo el bíceps.

La carrera a pie es una sucesión de pequeños saltos y en cada aterrizaje tus cuádriceps tienen que frenar el peso de tu cuerpo realizando un importante trabajo excéntrico, tan importante que las zancadas generan pequeñas microrroturas musculares, responsables de esas agujetas que hemos sentido muchos estos primeros días al retomar el running 'en el mundo exterior'. Suena un tanto dramático, pero no es grave, es la forma que tienen nuestros músculos de mejorar, con esas pequeñas roturas de fibras que, durante la reconstrucción, generan un músculo más fuerte que antes.

¿Y esto tiene solución?

Complicado...una vez que tienes las agujetas solo queda hacer estiramientos suaves, sin llegar al punto de dolor. Lo que sí que puedes hacer para evitarlo, si aún no has sido víctima de "las agujetas del runner entusiasta", es que tu primera salida sea muy corta, de la mitad de la distancia que solías hacer antes del confinamiento, convierte esos 10k que hacías con alegria hace dos meses en un 5k, y a un ritmo suave.

Si ya eres víctima, no te pares, sal a caminar a ritmo rápido en lugar de correr y retoma la carrera de forma muy progresiva, en días alternos. El ejercicio aeróbico activa la circulación y genera antiinflamatorios naturales. Además, verás que la memoria muscular de tu cuerpo hace milagros recordando aquellas épocas en las que corrías tan rápido y tan feliz, y en menos de una semana se acabarán todos tus dolores.

El ejercicio aeróbico genera sustancias antiinflamatorias natural que mitigan el dolor.

En casa, aunque no tengas cinta de correr, podríamos haber evitado las agujetas con un trabajo de multisaltos. No necesitas mucho espacio para dar saltos alternativos adelante y atrás, en diversas modalidades, y hacer saltos verticales en el sitio intentando ganar la máxima altura posible. La retención que has de hacer para frenar el aterrizaje es un excelente trabajo excéntrico.

Cuando tienes agujetas también puedes recurrir a antiinflamatorios analgésicos como la aspirina (no al ibuprofeno, cada vez más polémico) pero es mejor aún tomar alimentos con virtudes antiinflamatorias naturales, como la cúrcuma o el jengibre, llenos de propiedades beneficiosas para el deportista.