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Elogiado por muchos y condenado por otros, lo cierto es que el café, y el resto de productos que contienen alguna de las formas de la cafeína, están íntimamente vinculados a nuestra cultura y, mucho más lejos de ser tan solo una bebida estimulante, se ha convertido en una rutina social difícil de ignorar.
¿Qué es la cafeína?
Esta sustancia es un alcaloide (grupo de las xantinas) que actúa como una sustancia psicoactiva, estimulante del sistema nervioso central y que, por su acción antagonista, no es selectiva de los receptores de adenosina.
La cafeína se encuentra de forma natural en las hojas y las semillas de muchas plantas, pero se puede sintetizar en un laboratorio y añadirla a diferentes productos y medicamentos.
Desde el punto de vista farmacológico se la considera una droga porque estimula el sistema nervioso central, aumentando el nivel de alerta, produciendo una inyección de energía con la que se mejora el estado de ánimo, ambos de carácter temporal (dura pocas horas).
La cafeína está presente en el té, el café, bebidas y en algunos medicamentos analgésicos. Debido a que la cafeína posee un acentuado sabor amargo, en la mayoría de los productos que la contienen, se utiliza una gran cantidad de azúcar para enmascarar su sabor.

Y su lado negro
Si bien es cierto que la cafeína incrementa el nivel de alerta, también puede causar ansiedad, dispepsias gástricas, migrañas y alteraciones nerviosas, lo que puede devengar en dificultar la conciliación del sueño. Se ha demostrado que altera las hormonas que controlan el estrés.
Dependiendo del peso corporal, el sexo y la edad, la cafeína actúa de diferente manera en distintos grupos de individuos.
Con el uso habitual de alimentos o bebidas que contengan cafeína, nuestro organismo desarrolla tolerancia, por lo que será necesario incrementar la dosis para conseguir los mismos resultados que al principio de tomarla. Pero… ¿cuál es la cantidad máxima de cafeína que podemos ingerir cada día y a qué corresponde?

¿Cuál es el límite de cafeína diaria?
Ante la preocupación que ha despertado el excesivo consumo de cafeína en los diferentes territorios mundiales, organizaciones como la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), han evaluado el efecto de esta sustancia, creando unos estándares para que los ciudadanos auto limiten su consumo.
Se ha determinado que hasta 400 miligramos de cafeína al día parece ser una dosis segura para la mayoría de los adultos sanos. En el caso de las embarazadas esta cifra se rebaja hasta los 200 miligramos y para los adolescentes, menores de 16 años, la cifra máxima de seguridad está en los 100 miligramos.
Los 400 mg de cafeína es aproximadamente la cantidad contenida en cuatro tazas de café, 10 latas de cola o dos bebidas energizantes.
El exceso de cafeína puede presentar estas alteraciones:
- Dolor de cabeza
- Insomnio
- Nerviosismo
- Irritabilidad
- Polaquiuria (micción frecuente)
- Taquicardia
- Espasmos musculares
Además, la cafeína pude causar interacción con algunos medicamentos:
- Efedrina: puede aumentar el riesgo de hipertensión y accidente cerebrovascular o cardiaco.
- Teofilina: podría aumentar los efectos adversos de la cafeína, como las náuseas y las palpitaciones cardíacas.
- Echinacea: aumenta la concentración de cafeína en la sangre y sus efectos nocivos.

Las cantidades aproximadas de cafeína
La cafeína está presente, además de en el café, en otros productos de uso cotidiano:
- Refresco de cola (lata de 330 ml): 35 mg
- Taza de té (240 ml): entre 30 y 50 mg
- Taza de café (200 ml): entre 80 y 100 mg
- Taza de café expresso (200 ml): entre 120 y 150 mg
- Bebida energética (500 ml): 150 mg