¿Por qué sentimos sed? ¿Cuánta agua necesitamos?

¿Por qué tenemos sed? ¿Cómo funciona ese mecanismo en nuestro organismo? Te lo contamos en este artículo

Infografía Carlos Aguilera

¿Por qué sentimos sed? ¿Cuánta agua necesitamos?
¿Por qué sentimos sed? ¿Cuánta agua necesitamos?

La sed es el mecanismo con el que nuestro cuerpo nos informa de que necesitamos ingerir líquidos, a poder ser agua, para evitar deshidratarnos. Es un mecanismo sencillo al que le debemos la vida: cuando la cantidad de líquidos del cuerpo baja de cierto nivel aparece la ansiosa e imperiosa necesidad de beber, ¡nos entra sed!

Nuestro organismo tiene un conjunto de sensores eficientes que ayudan a controlar nuestro nivel de hidratación. La pérdida de líquidos dispara una catarata de señales que alertan al centro de la sed que está ubicado en nuestro cerebro. Este nos obliga a beber.

Así se produce la sensación de sed

1. La reducción de agua dentro de las células hace que los riñones segreguen vasopresina II, que hace que la presión arterial aumente.

2. Las glándulas suprarrenales liberan aldosterona a la sangre. Esta hormona favorece la retención de agua y sodio en los riñones.

3. El corazón bloquea ciertas sustancias inhibidoras de la sed como el péptido atrial natiurémico (ANP) y el propanodol.

Los mensajes que mandan las neuronas (propanodiol, aldosterona y vasopresina) y la señal de descenso de ANP viajan al cerebro.

5. Las señales se procesan en el centro de la sed del cerebro (OCPLT), un órgano que se encuentra cerca de la hipófisis y el hipocampo.

6. El OCPLT estimula las neuronas integradoras que provocan el deseo de beber: hacen que notemos sequedad en la boca.

7. La hipófisis libera la hormona anidiurética ADH al torrente sanguíneo.

8. La hormona ADH hace que los riñones retengan agua.

9. Al beber se humedece la boca y se disparan los mensajes nerviosos para activar la saciedad mucho antes de que el agua se absorbida en el intestino.

Señales de deshidratación

- Crece el nivel de sodio por la falta de las reservas de agua.

- Baja la presión arterial y/o la disminución del volumen de sangre.

- Se produce la salida del agua interior de la célula al espacio intercelular.

La pérdida del 1% de los fluidos activa nuestros órganos sensibles a la hidratación. Sus señales bioquímicas llegan al cerebro y este estimula la sed e inhibe las ganas de orinar.

¿Cuándo y cuánto hay que beber?

Inactivo: 8-10 vasos diarios (1,9-2,4 litros de agua)

Activo: 10-12 vasos diarios (2,4-2,8 l)

→ Antes del ejercicio (1-2 horas antes): 500 ml de agua

→ Durante el ejercicio (cada 15-20 minutos): 120-140 ml

→ Después del ejercicio: por lo menos 600 ml de agua

Así funciona la sed

Funciones del agua en el cuerpo

- El 85% del cerebro está compuesto de agua

- Regula la temperatura

- Compone el 79% de la sangre

- Forma el 22% de los huesos

- Amortigua las articulaciones

- Compone el 73% de los músculos

- Remueve los desechos

- Humedece el oxígeno que respiramos

Pero cuidado, una ingesta excesiva de agua puede desencadenar una inflamación cerebral potencialmente mortal conocida como pokidipsia.

¿Sabías que...?

- La sensación de sed se genera en la misma zona del cerebro que la de hambre, por eso ambas sensaciones se confunden frecuentemente y muchas veces comemos porque creemos que estamos hambrientos cuando en realidad lo que necesitamos es hidratarnos. Si te has propuesto adelgazar, bebe y deja pasar unos minutos antes de lanzarte sobre la nevera.

- Otro de los motivos por los que beber justo antes de las comidas contribuye a adelgazar es porque el agua ocupa un espacio en nuestro estómago y produce sensación de saciedad, por lo que comemos menos.

- En los ancianos la sensación de sed disminuye, pero no así sus necesidades de hidratación, por lo que estas personas deben estar más atentas a beber a menudo, especialmente cuando llegan las altas temperaturas.

- Si padeces un problema de retención de líquidos, curiosamente, los expertos recomiendan beber más agua (más a menudo, en pequeñas cantidades).

- No solo los líquidos contribuyen a reponer nuestras reservas de agua, gran parte se recibe a través de los alimentos, especialmente de las frutas y verduras.

- Deberíamos beber al levantarnos. Tras más de 8 horas sin beber ni comer siempre se produce un ligero grado de deshidratación. La manera más eficaz y ligera de ponerle remedio es empezar el día con un vaso de agua.

- La sed produce una de las necesidades más acuciantes y que más nos impulsan a la acción. Estamos programados para no detenernos ante nada cuando necesitamos agua. Por eso, cuando alguien siente una atracción irremediable hacia algo decimos que tiene sed… de poder, de venganza, etc.