1/ EL TABACO
Se ha comprobado que la nicotina y otras sustancias que contiene el tabaco son un estimulante para el cerebro que dificulta la conciliación del sueño, además de alterar sus diferentes fases para un correcto descanso.
2/ EL ALCOHOL
Tiene un efecto engañoso para el descanso porque su efecto sedante hace que nos durmamos antes; sin embargo, produce despertares frecuentes y un sueño superficial, por lo que este será de mala calidad y poco reparador.
La pregunta siguiente podría ser:
¿Cuánto tiempo debe pasar desde que nos tomamos una copa hasta que nos vayamos a la cama para que la bebida no altere nuestro descanso?
No hay un tiempo establecido, ya que el efecto sobre la calidad del sueño puede variar en cada persona. Por lo general, si se trata de una copa, no pasa nada. Lo que debemos evitar es el consumo excesivo de alcohol 4 horas antes de irnos a la cama.
3/ LA CENA
Hemos de procurar que sean lo más livianas posible y 3 horas antes de irnos a la cama.
Es mejor evitar los carbohidratos y las grasas, así como reducir al mínimo el consumo de sal antes de dormir.
Los huevos, la leche o los pistachos, favorecen el descanso.
¿Qué hacer si nos entra hambre justo antes de dormir?
Es conveniente evitar comer inmediatamente antes de dormir, y en caso de picar algo, debe ser ligero y saludable, como un vaso de leche, un yogur natural, una pieza de fruta o un puñadito de frutos secos.
4/ EL ENTORNO
Las altas temperaturas, la luz ambiental o los ruidos, son diferentes causas que pueden interrumpir nuestro descanso.
Se recomienda dormir a una temperatura en torno a 19 grados, a oscuras y procurar que haya el mínimo ruido posible.
Cuidado con el uso de luces muy intensas
Las pantallas inhiben la liberación de melatonina, que es la hormona que induce el sueño, por lo que deberíamos limitarlas después de cenar. El uso de dispositivos móviles con acceso a noticias o a redes sociales nos mantiene en un estado de hiperactividad que impide la relajación y desconexión necesarias para iniciar el sueño.
5/ EL ESTADO EMOCIONAL
Irnos a la cama con preocupaciones es otro factor muy común que impide que durmamos bien.
Tenemos que intentar disminuir la activación para favorecer la transición hacia el sueño, algo que nos relaje y que nuestro cuerpo asocie con dormir, como darse una ducha templada, leer un libro o escuchar música relajante antes de dormir. Puede ser interesante la práctica de yoga, un momento en el que podamos soltar todas las tensiones y preocupaciones del día.
Ya tienes todo lo que necesitas. Revisa tu rutina y comprueba si estás cayendo en alguno de estos errores. Muchas veces es simplemente una falta de consciencia sobre nuestros comportamientos.