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El deporte no es demasiado beneficioso con nuestra dentadura como he podido comprobar en mis propias carnes. Aquí van una serie de soluciones para solventar los principales inconvenientes que la práctica deportiva tiene sobre la salud bucal:
1. Protección del esmalte dental
Por el aumento del gasto calórico hacemos más comidas, que tienden a ensuciar y desgastar los dientes.
Solución: Trata de consumir, con la ingesta de fruta de media mañana o media tarde, un trozo de queso que permitirá tapizar los dientes con una película grasa que los protegerá.
2. Atento a la respiración
Con el ejercicio respiras más por la boca, la saliva se reseca y las bacterias de las caries campan a sus anchas.
Solución: Respira solo por la boca cuando sea estrictamente necesario en esfuerzos deportivos muy intensos.
3. Evitar la acidosis
El esfuerzo muscular genera acidosis también en la saliva, y esa disminución del pH no va a ser muy amiga de los dientes.
Solución: Lleva un bidón con agua y una pizca de bicarbonato para contrarrestar la acidez de los esfuerzos deportivos cortos e intensos.
4. Autolimpieza frutal
La mayor ingesta de azúcares de bebidas deportivas, geles o barritas energéticas promueve las caries.
Solución: Opta mejor por frutas naturales como la manzana.
5. Utiliza la lengua
Apretar los dientes en un esfuerzo extremo supone mayor desgaste dental.
Solución: Pon la lengua entre los dientes para que no haya contacto entre las muelas y que no aprietes durante el esfuerzo.
6. Limita el ácido
Mayor consumo de zumos y frutas ácidas degenera el esmalte dental y elimina la primera barrera de refuerzo de los dientes.
Solución: Si se consumen frutas que puedan ser ácidas, trata de que estén maduras, así contendrán menos ácidos.
7. ¿Caramelos?
Mayor consumo de hidratos de carbono, combustible de la bacteria Streptococus Muntans que es la causante de las caries.
Solución: Toma un caramelo con xilitol para contrarrestar este efecto cuando se consuman productos ricos en carbohidratos, sobre todo entre horas.
8. Cepillos suaves
Mayor cepillado como hábito diario puede agravar el problema, sobre todo cuando es excesivo o se realiza tras consumir frutas ácidas.
Solución: Usa cepillos con cerdas suaves y cepíllate con aceite de coco o incluso de oliva virgen extra que eviten el desgaste dental. Usa hilo dental.
9. Ojo a la D
Menor consumo de grasas, por tanto peor biodisponibilidad de vitaminas liposolubles como la vitamina D, clave para una buena remineralización bucal.
Solución: Toma lácteos enteros, opta por yogures griegos; y usa lo justo la protección solar, pues bloquea la síntesis de vitamina D en la piel.
10. Controla la limpieza
Abusar de la pasta dental es muy abrasivo para tus dientes.
Solución: Haz un cepillado inicial más intenso para eliminar los restos de comida, sin pasta, un enjuague y luego ponte pasta con flúor, extendiéndola sin frotar demasiado los dientes y dejando que actúe durante un minuto en la boca antes de volverte a enjuagar con agua.
