Salvo la vitamina K, que puede ser fabricada por la flora bacteriana propia de nuestro intestino, las otras 3 vitaminas deben ser aportadas por una alimentación variada en aceites sanos. Aquí te damos algunos ejemplos de los alimentos que puedes tomar para que no falte ninguna de ellas.
Vitamina A
- Protectora de la piel y de las mucosas
- Importante para la visión nocturna y para prevenir la aparición de tumores
- Es preferible obtenerla de alimentos vegetales porque en los de origen animal se encuentra asociadas a las grasas saturadas de la que es mejor no abusar.
- Opta por alimentos de color rojo, verde o naranja intenso, como el brécol, pimientos, zanahorias o tomates y no abuses de los de origen animal como la mantequilla, las vísceras, la yema de huevos y los quesos.
Vitamina E
- Su popularidad se debe a su efecto antioxidante
- Se encarga de neutralizar a los radicales libres y previene el envejecimiento celular y a la aparición de tumores, entre otras funciones.
- Se encuentra en gran cantidad en los aceites vegetales, el más rico en ella es el aceite de girasol (con 62’5g/100g). También puedes encontrar esta vitamina en el aceite de cártamo (44’5g/100g), el aceite de pepitas de uva (31’9 g) y en el de germen de trigo (17.5 g).
Vitamina D
- La vitamina asociada a la salud de los huesos junto al calcio y al fósforo.
- Se puede sintetizar en la piel al tomar el sol a partir del deshidrocolesterol o provitamina D3 presente en el hígado de pescado o del ergosterol o vitamina D2, presente en lácteos y derivados.