Si el aguacate tuvo una época de gloria en la que no se hablaba de otro alimento que no fuera de él, hace ya unos años que le llegó el turno a la avena, sin desbancar -ni mucho menos- al otro. La avena es un desayuno muy popular que se compone de avena y un líquido, como agua, leche o bebida vegetal, y es el mejor preparado por la cantidad de nutrientes de aporta.
Pero empecemos por lo básico:
¿Qué es la avena?
Es un cereal que se ha usado a lo largo de toda la historia, siendo muy saludable para la población general. Aunque se puede adquirir en grano entero, hoy en día podemos encontrarla laminada, triturada... y eso hace que sea mucho más fácil y rápido cocinarla.
Por qué hay que comer avena
Las investigaciones muestran que la avena y la harina de avena pueden ayudar a controlar el azúcar en la sangre y reducir los niveles de colesterol, además de servir para controlar el peso y mejorar la salud digestiva.
En este sentido, este cereal contiene una fuente importante de nutrientes como vitamina B5, B6 y E, así como minerales y oligoelementos como el manganeso, selenio o cobre.
Además, se compone de otros fitonutrientes como betaglucanos, una fibra soluble imprescindible para la salud de nuestro intestino, similar a la que contienen los hongos medicinales, por lo que también ayuda al sistema inmunitario.
Esta fibra soluble modula los niveles de colesterol y azúcar, favorece el tránsito intestinal y ayuda a las defensas, por lo que la avena se convierte en un prebiótico muy interesante.
Además, a pesar de que los cereales no contengan una gran cantidad, la avena puede funcionar como fuente de proteínas.
Cantidad de avena diaria
Si la avena es tan buena como parece, ¿cuál es la cantidad adecuada de consumo?
La cantidad aconsejada por la OMS está entre unos 25 y 30 gramos al día, como mínimo. Sin embargo, en función de la actividad física, se puede aumentar a 75 gramos o incluso más.
No obstante, la avena no tiene por qué ser adecuada para todo el mundo. No se recomienda tomar avena a personas con problemas digestivos ya que puede resultar irritante y también puede producir gases intestinales.
Cómo introducir la avena
Es verdad que todo el mundo habla de las bondades de la avena y la vemos en todos y cada uno de los supermercados pero algunas personas no saben cómo introducirla en su día a día para beneficiarse de ella.
Lo más sencillo y lo que recomiendan los expertos de nutrición es comenzar haciéndolo en el desayuno, ya que, como hemos visto antes, solo añadiendo una bebida (agua, leche o bebida vegetal) ya tendríamos una preparación de los más nutritiva.
Los encontramos en forma de cereales o copos, pueden tomarse crudos, aunque ya la mayoría que encontramos en las tiendas tienen un tratamiento térmico.
- En el desayuno también se pueden tomar en un yogur con frutos secos o cocerlos en bebida vegetal.
- Al mediodía se pueden añadir en sopas o cremas, en sustitución de fideos, pastas y similares.
- La incorporación de la avena en recetas que conocemos como saladas es una gran decisión. Por ejemplo, si en un rissoto de champiñones sustituimos el arroz por avena, tendremos un plato muy nutritivo y una mejor digestión.
Beneficios:
- Chocolate: una dosis de proteínas para tus músculos y magnesio que reduce el cansancio.
- Fresa: una explosión de energía gracias a las vitaminas B6 y B12.
- Original: personalizable con tus ingredientes favoritos, mientras disfrutas de una base rica en nutrientes.