Lo que comemos afecta el equilibrio de algunos de nuestros neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, que afectan a nuestro estado de ánimo. En el cerebro, en particular en nuestro hipotálamo, se registran el hambre y la sensación de saciedad. Las neuronas se comunican entre sí enviando mensajes sobre el estado de ánimo, las emociones y los sentimientos.
No todos los alimentos tienen la misma capacidad para producir neurotransmisores. Y tenemos que tener en cuenta que:
- la serotonina: regula el estado de ánimo
- la dopamina: se relaciona con la motivación.
Un papel clave en los “alimentos felices" es un aminoácido llamado triptófano, que estimula la liberación de serotonina, especialmente si se combina con carbohidratos, que nuestro cuerpo convierte en azúcar.
El chocolate es el primer alimento que nos viene a la cabeza a la mayoría de la gente si nos preguntan por uno que nos haga felices.
¿A qué se debe su influencia positiva sobre nuestro estado de ánimo? En primer lugar a feniletilamina, que libera de endorfinas que se relacionan con el placer (por ejemplo, cuando estamos enamorados) y es precursora de la dopamina. Además contiene polifenoles (cuanto más puro más cantidad) que se ha demostrado que también influyen positivamente en nuestro humor.
Frutas y verduras con proteínas compuestas por aminoácidos que son neurotransmisores también nos ayudan a levantar el ánimo. Destacar la lechuga, alcachofas, apio, cebolla, brócoli, ajo y especialmente el plátano, por su alto contenido en potasio y su alto contenido en vitamina B6, que el cuerpo necesita para sintetizar serotonina y que no solo permite que disminuyan los nervios sino que, en combinación con el magnesio, ayuda a que se metabolice el triptófano. Triptófano (y muy buena relación grasa omega 3 y 6) podemos encontrar en los pescados azules (sardina, caballa, bonito, salmón, boquerón, atún…).
Entre los frutos secos destacar las nueces y las almendras. No sólo es uno de los mejores alimentos para un deportista para la energía y las grasas sanas que nos aporta, además contienen compuestos neuroprotectores como la vitamina E, el ácido fólico, la melatonina y los ácidos grasos omega 3 y 6. En lo que se refiere a las almendras, además de su contenido en magnesio, la clave está en la tirosina que contienen que tienen un efecto anti-estrés.
Por último, la leche, que gracias a triptófano, nos ayuda con la melatonina, la hormona que nos ayuda a quedarnos dormidos. Por eso se recomienda tomar ese vaso de leche antes de irnos a la cama.