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Estos alimentos, generalmente frutas o bayas, se empezaron a buscar por su alto contenido en nutrientes, vitaminas, minerales, o sustancias como los fitoquímicos, de gran poder antioxidante.
Al principio, eran frutas o verduras de otros países, pero luego pasamos al momento de gloria de superalimentos como las bayas Goji, la semilla de chía, la col kale, jengibre, cúrcuma, aceite de coco virgen extra, y una larga lista que ahora es fácil de encontrar en cualquier supermercado, sin ir a la zona de dietética y nutrición o productos eco.
PROS:
- Los superalimentos (SA) en realidad son alimentos con un alto valor nutricional, y no tienen por qué venir de lugares exóticos ni tener un precio desorbitado.
- Desde hace años digo que en España tenemos uno de los mejores SA: las uvas rojas, que como bayas que son, son más parecidas a los arándanos y moras, como ellas son un concentrado de antioxidantes, en este caso de resveratrol, uno de los más potentes en laboratorio.
- Y aunque no es excusa tomar vino tinto como remedio antiedad, las uvas y muchas de las frutas y frutos secos de toda la vida como nueces, avellanas, almendras, y verduras y hortalizas como la humilde acelga o la rica calabaza, son alimentos muy ‘súper’, baratos, sencillos de encontrar y que, en su temporada, están llenos de nutrientes que nos ayudan a estar más sanos y rendir al máximo a nivel físico y mental.
CONTRAS:
- Cada año surge algo nuevo, pero ahora ya casi está prohibido hablar de súperalimentos, porque ningún alimento tiene súper poderes, y puede llevar a confusión y mala alimentación.
- De nada sirve tomarte un porridge de avena y chía con bayas de acai, a precio de oro, si luego a ver el fútbol con tu refresco o cerveza y patatas fritas favoritas. Toca probar lo que viene nuevo, pero sin volverse locos.