Seguro que lo has oído cientos de veces, pero es que el sueño es imprescindible para un buen funcionamiento cerebral... ¡Y ni que decir del rendimiento físico! Las horas de sueño son muy bien aprovechadas por nuestro sabio organismo, que las utiliza para reparar tanto el cerebro, como los distintos músculos y tejidos. Y aún así sigue siendo una gran asignatura pendiente eso de descansar lo que realmente necesitamos. Para eso estamos nosotros, para recórdartelo, ¡esto es todo lo que pasa mientras duermes!
El sueño es un estado de reposo uniforme del cuerpo humano. En contraposición con el estado de vigilia, el sueño se caracteriza por los bajos niveles de actividad fisiológica (presión sanguínea, respiración, latidos del corazón) y por una respuesta menor ante estímulos externos.
Proceso restaurador
- El sueño parece ser necesario para mantener un funcionamiento cerebral normal. La privación de sueño deteriora funciones cognitivas y afecta profundamente al estado de ánimo.
- Al dormir el cerebro reorganiza datos y procesa nueva información.
- El cerebro se autorrepara y elimina residuos nocivos.
- El cuerpo reemplaza químicos (se desintoxica).
- Se reparan músculos y tejidos.
- Se reemplazan células envejecidas o muertas.
1. Lóbulo frontal: durante el sueño agrega dopamina, que ayuda en las funciones motoras y restauradoras del cuerpo.
2. Hipocampo: los científicos piensan que los recuerdos pueden ser transferidos del almacenamiento a corto plazo en el hipocampo al almacenamiento a largo plazo en la corteza durante el sueño.
3.Tálamo: corta las señales entrantes durante el sueño, permitiendo al cerebro procesar la información recopilada durante el día.
4. Glándula pineal: segrega la hormona de la melotonina, encargada de modular nuestros patrones de vigilia y sueño. Se encarga de inducirnos al sueño y de despertarnos.
5. Bulbo raquídeo: responde a las señales de vigilia procedentes de otras zonas del cerebro y estimula el despertar.
Insomnio
Las mujeres lo tienen más difícil: pasan un 32% más tiempo despiertas en la noche que los hombres.
- Hombres: 25 minutos despiertos cada noche
- Mujeres: 33 minutos
El estrés, la ansiedad o ejercicio físico practicado por la tarde pueden reducir la cantidad de sueño.
Las fases del sueño:
El carácter cíclico del sueño nos hace pasar por las diferentes fases durante varios periodos a lo largo de toda la noche, así pues, se ha comprobado la siguiente secuencia del sueño: Fases: 1-2-3-4-3-2-1-5, esta sencuencia se repite unas 4 o 5 veces durante la noche siendo el primer ciclo de una duración de 90'.
- Fase 1: dura 5-10', es de carácter ligero, estamos expuestos a ser despertados por pequeños ruidos y movimientos.
- Fase 2: dura 20', entramos en un sueño más profundo. Representa el 50% total del sueño, y propiamente dicho, es el principio del sueño.
- Fase 3: dura 20', la actividad muscular se reduce al máximo, el cuerpo se prepara para un estado de relajación total óptimo para la recuperación.
- Fase 4: dura 30', periodo de sueño más profundo, la relajación muscular es absoluta, comienza la reparación y el descanso del organismo. Todavía no se producen los sueños.
- Fase 5 (REM): dura 20', el movimiento ocular se vuelve activo. Combina relajación muscular profunda y activación del sistema nervioso central; la actividad eléctrica es vertiginosa. Comienzan los sueños.
Tres posturas comunes para dormir
Tu postura preferida para dormir podría producirte dolor de espalda, de cuello, problemas de estómago e incluso favorecer las arrugas prematuras. Descubre las mejores posiciones para el cuerpo:
Sobre la espalda, BIEN
La almohada debe sujetar la cabeza y cuello sin elevar demasiado la cabeza.
- Minimiza las arrugas: al no tener nada presionando sobre la cara.
- Favorece el ronquido: El aire se introduce en el cuerpo por nariz y boca.
- Reduce el reflujo del ácido: la cabeza se sitúa más alta que la espalda
- Previene el dolor de cuello y espalda: mantiene una posición neutra de cabeza, cuello y columna.
De lado, BIEN
- La almohada debe rellenar el espacio entre el hombro, cuello y cabeza.
- Malo para cara y pechos: Aplastamiento constante de un lado de la cara. En mujeres favorece la flacidez de los pechos.
- Reduce los ronquidos: estira la columna vertebral
- Reduce el reflujo del ácido: la cabeza está más alta que el estómago.
- Útil durante el embarazo: dormir sobre el lado derecho favorece la circulación sanguínea.
Boca abajo, MAL
- La almohada ideal debe ser muy fina o no dormir con almohada.
- Posición incorrecta de la cabeza, la posición forzada de la cabeza puede causar cefaleas.
- Malo para la columna, dificulta mantener uan posición neutrade la columna vertebral.
- Añade presión a las articulaciones, que puede irritar los nervios y causar dolor, entumecimiento y hormigueo.
¿Sabías que?
- Los humanos pasamos durmiendo un tercio de nuestra vida, en torno a 25 años. Si te parece mucho, piensa que los gatos pasan dos tercios de su existencia dormidos.
- Según las estadísticas, al menos un 20% de la población no duerme lo suficiente, menos de 6 horas y media.
- Soñamos unas 600 horas al año, casi siempre en la fase REM.
- Para Freud los sueños son una “forma inocua de descargar los pensamientos y deseos reprimidos”. Otros científicos afirman que es la manera de consolidar y ordenar nuestros recuerdos y hay investigadores que opinan que tienen el propósito fisiológico de preservar y mantener a punto circuitos neuronales que no se usan tanto en el estado consciente.
- La falta de sueño puede aumentar el hambre hasta en un 25%.
- En los últimos años las causas de insomnio han ido variando y actualmente una de las principales es la posibilidad de acceso a internet las 24 horas.
- A los 5 minutos de despertar, la mitad de tus sueños se han olvidado y en 5 minutos más, si no te esfuerzas en recordarlo o lo escribes, desaparece de tu mente cerca del 90% de lo que soñaste.
- Al dormir, nuestra temperatura corporal disminuye. Hay una relación directa entre temperatura y ciclos cerebrales de sueño, por eso las noches de verano muy calurosas pueden producir insomnio o sueño agitado.
- Los diarios de la época anterior a la popularización de la electricidad muestran que los adultos dormían de 9 a 10 horas por noche, variando en función de las horas de luz de cada estación. La media actual es mucho más baja.