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Es muy probable que en alguna ocasión nuestra protagonista de la portada de este mes te haya arrancado una risa con alguna de sus actuaciones en El Club de la Comedia, en sus directos o en los programas de tele y radio por los que ha pasado (como colaboradora o presentándolos), porque el humor y su vida están indisolublemente ligados desde hace tiempo, medicina para el alma, como ella misma dice y es que iba para médico pero le pudo más su pasión por el arte dramático.
Colgó la bata en 3º de carrera y estoy seguro de que todos los que han disfrutado de su talento se alegran muchísimo de este giro de su vida… me incluyo.
Sara, de profesión, es actriz y cómica y lo desarrolla siendo monologuista, presentadora, escritora o dirigiendo sus cortometrajes mientras se declara una amante del deporte.
Ya sabéis que para ocupar la primera plana de Sport Life si no pasas el filtro del deporte, lo tienes complicado, pero el mens sana in corpore sano es un principio que esta abulense delgada e inquieta practica con el ejemplo. Sara corre desde bien jovencita, además de hacer yoga, senderismo y kick boxing.
¿Cómo y cuándo descubriste que te gustaba correr?
Creo que igual que descubrí que el café me vuelve loca: probándolo por error!! Jajaja… ¡No te miento! Cuando íbamos de niños a casa de mis abuelos paternos a Belvís, el pueblito de donde son (Cáceres), mi abuela hacía café de puchero. Mi madre se lo tomaba con leche y a mí el olor me atraía pero es que un día mi abuela sacó unas galletas María duras como piedras y le dije a mi madre que si podía untarlas en su café. Me dijo “una, que esto no es para niños” y ese sabor… se me quedó grabado!! :) Tomarlo ya desde los 14 años o así pero es que una de las cosas que más me gusta del mundo es hacer café (¡y molerlo!) y que llene de ese aroma toda la casa por la mañana… Hace que, cada día, me vea en aquella chimenea de niña con los abuelos :)
Y lo de correr, igual! La verdad es que no lo sé por qué empecé a correr porque yo venía practicando deportes como el tenis o el ping pong con mi hermano (por placer y porque mis padres nos lo inculcaron desde siempre). De hecho, sobre todo montaba en bici (aunque luego, te confieso, que le cogí miedo porque me metí un buen castañazo en el pueblo de los abuelos porque no me llegaban bien las patinas al suelo y frené mal… cosas de bajitas ;P). Pero un día salí a correr “por probar” y… ¡se me fue de las manos! (O de las piernas! ;P)
¿Lo del yoga y el Kick boxing vino después?
¡Sip! El yoga lo practico en casa prácticamente cada día desde 2017, a mi ritmo. Suele ser power yoga o vinyasa. Es maravilloso ver cómo vas cogiendo fuerza y flexibilidad física y cómo repercute en el ánimo y en la lavadora mental con la que vivo!
Y el Kick lo empecé a practicar en 2015 porque me dio un ataque (clínico) de ansiedad y lo pasé realmente mal. Fue por estrés y mi padre me lo recomendó (como médico que es, no como padre de la ingresada, jeje). Y descubrí otra pasión. Es increíble. Con mi Sensei (David Domínguez) aprendo tanto… Los deportes de contacto como el Kick tienen una filosofía detrás que sólo entiendes y amas cuando los practicas (además de que exigen una concentración y una forma física muy potente). David me reta a sacar tiempo este 2023 y ponerme el reto de examinarme a por el cinturón naranja pero… ya se verá!
El examen es potente y tienes que tener tiempo para entrenar pero la verdad que ponerme el reto me motiva lo que nadie sabe! Los deportes de contacto han sido un descubrimiento: tienes que estar absolutamente concentrada para entrenar.
No puedes pensar en otra cosa o no sale nada! Doy clases para soltar energía, para aprender defensa, para mejorar reflejos, para sentirte “fuete” y, de corazón, es lo que más me ayuda a desenchufar la centrifugadora mental. Es más, hay días que un rato antes de la clase llamo a David lloriqueando con “no puedo, mi sensei, hoy estoy mal, hoy me ha pasado tal o pascual… mejor me voy a casa”. Y me convence para ir y son los mejores entrenos del mundo! Coges perspectiva de todo. Palabra de honor.
¿Qué nivel de “adicción” tienes al ejercicio?, ¿eres de las que puede dejarlo cuando se lo proponga?
Me temo que no porque soy una yonqui absoluta!! Pídeme mis ahorros y son tuyos pero que deje el deporte… imposible! Es como pedirme que viva sin perros, sin campo o sin tomar café…
Estoy hiperventilando sólo de decirlo!! Además, que como no los practico por competir hay otro enfoque, otra manera de disfrutarlos… Hago deporte porque es una sensación de placer/felicidad absoluta después del ratito. Muchos días no te va bien, querrías sólo estar en pijama, tienes la cabeza con mil cosas pero vences esa pereza/mal momento, entrenas… y todo cambia.
Las endorfinas funcionan y tu percepción del día cambia :) Yo duermo poco desde muy pequeña (siempre he sido un resorte a la hora de levantarme, jeje) pero cuando tengo semanas de mucha vorágine de trabajo (con mucho viaje y eventos largos que presentar, más actuaciones de monólogos y/o grabaciones) y que duermo menos de mis 5-5’30h diarias, es que aunque sean 20 min de carrera o una rutina corta de power yoga y el cerebro se activa, se entona, te viene la concentración :) Y como por suerte la mayoría de los hoteles ya cuentan con gimnasios, el viajar no te lo impide :)
Sara, ¿qué fue lo que te hizo tomar la decisión de cambiar la medicina por el teatro? ¿Qué pasaba por tu cabeza en aquel momento?
Siempre quise ser actriz pero no di el paso por miedo (era otra época, había mucha menos información de todo). Lo que pasa es que el corazón me gana, siempre. Y por mucho que quise que me gustara la medicina… no era para mí. No era feliz.
Pero interpretando papeles y haciendo comedia… sí lo soy :)
La interpretación y la comedia han formado parte de mi manera de ser siempre, tanto en casa, como con amigos, como en el cole… Por eso siempre digo que es un modo de vida y que, jo, poder vivir de tu pasión es que es un privilegio. Para mi esto es el verdadero éxito laboral: que ames tu profesión.
¿Y corres por salud, por mantenerte en forma, por liberarte de tensiones, por salir a oxigenarte, para que no te cojan…?
¡Pues por todo junto! Que al ser bajita si tengo fondo puedo dar buenos sprints de huída, jajaja… No, ya en serio: corro porque lo necesito para liberar estrés, para pensar y, aunque parezca raro, para concentrarme también como te decía antes.
¿Qué importancia tiene para ti el movimiento en tu escala de prioridades?
¡Doce! Siempre he sido muy activa, no es cosa de los últimos años. Por eso para mí un plan ideal en vacaciones es hacer rutas con Saúl y los perros, hacer el Camino De Santiago (llevo seis, hago el séptimo en abril)… viajar (pero no con turismo “de pulserita”, sino del de mochila y pateo :P)…
¿Cómo descubriste que se te daba bien hacer reír a los demás y la gente se divertía con tus ocurrencias? ¿Hubo algún momento concreto en el que algo hizo ‘clic’ y pensaste: ‘esto es lo mío’?
Desde siempre. Y sé que es algo que parece un tópico (como las madres que dicen “mi hija cantaba antes de hablar!” ;P) pero es cierto. El humor ha sido siempre mi modo de comunicarme, de ayudar a los amigos/familia, de ayudarme a mí.
`La risa es medicina para el alma’, nos encanta tu frase y más dicha por una estudiante de medicina. ¿Qué más medicinas le recetarías a nuestras almas?
Animales (sobre todo perros. Sin ellos no concibo la vida), naturaleza, café y vivir en el amor que, ojo, esto no significa ser un “happy flower”, sino vivir queriendo ser feliz uno mismo y deseándoselo a los demás y alegrándose por ellos. Si no tienes buen amor, en mi opinión, no puedes tener buen humor :)

Si te decimos que correr es de valientes, ¿qué se te ocurre?
“Regalo de esta profesión”. Eso será siempre para mí “Correr Es De Valientes” :) Cuando me propusieron el reto de hacer mis primeros 10k fue un “Glups! ¿Podré?” Porque, como decíamos antes, yo corro por hobby, por pasión, pero sin objetivo de kilómetros o de tiempo…
A veces son veinte minutos a tope, a veces media hora, a veces una…
Normalmente a primera hora de la mañana, poniendo el sol, pero a veces también lo necesito a última hora del día… y no sabía si mi cabeza iba a aguantarlos! Había miedito!!
El cuerpo sabía que sí, pero la cabeza es el verdadero músculo a entrenar para carreras largas… Preparar los 10K supuso volver a correr en la calle y recordar lo maravilloso que es… (había parado varios años porque me hice una lesión en la rodilla derecha, por una mala pisada en piedra, y no pude correr durante unos tres años, hasta 2014!).
Pero, sin duda, lo mejor, fue preparar el reto en equipo, con mi tortu (porque, como todo en la vida: compartido sabe mejor!). Por cierto: que le llamo tortu porque éramos el equipo Tortuga ;P Fue una suerte que eligieran a David como mi compañero en el reto porque también vino para quedarse.
Es un ser tan bueno, tan cariñoso, tan divertido… Es muy especial para mi. Le quiero mucho a él y a su familia :) Y te cuento que si no es por David, yo no termino la carrera! El reto lo tuvimos en Ibiza a las 17h con un 80% de humedad y 30º y yo venía entrenando con el fresco de la madrugada (6-7 de la mañana)… Me dio una parestesia y un ahogo corriendo brutal a los veinte minutos de empezar! Pero ahí estuvo conmigo, echándome agua, dándome ánimos y distrayendo mi cabeza agobiada porque se veía mal (veía todo borroso) y gracias a él pude hacerlo y cruzamos la meta juntos… Me sigo emocionando cada vez que lo recuerdo… Ains… Qué maravilla, jo…Entiendes ahora mejor lo de “regalo de profesión”, verdad? :)
¿Consumes más energía en el escenario con uno de tus monólogos o en media hora de ejercicio?
Jajajaj… Pues debe ser parejo! Porque tirarte ochenta o noventa minutos pim pan, pim pan, pim pan… es tener el cerebro y el cuerpo en modo 200% (por eso actúo en tirantes, porque generas tanto calor que ya puede nevar que tú no lo notas).
¿Te has planteado correr un maratón?
Uff! Eso son palabras mayores… Sinceramente y al menos de momento, nop. Me motiva mucho más seguir buscando carreras de 10k y poder hacer buena marca, tratar de ir superando el tiempo que vengo haciendo ahora (que estoy, según el día, entre los 50 min y la hora. Y, bueno, que corro 5-6 días a la semana, pero hacerme los 10km sólo uno o dos como mucho, porque es que los días no dan de sí!).
¿Qué relación encuentras entre el humor y el deporte?
El deporte es uno de los mejores catalizadores del buen humor, sin duda! Porque cuando practicas deporte te sientes mejor, te sientes bien contigo mismo, hay una fisiología de energía pacífica dentro de ti que potencia tu buen humor. Y si practicas deporte en equipo más aún porque esa manera de formar equipo potencia la empatía y entonces, automáticamente, potencia tu alegría. Es así. Y, como diría el gran Lope: quien lo probó… lo sabe ;)
Todo aquello que haga que un ser humano se sienta en paz por dentro favorecerá su sentido del humor. Si nuestra cabeza está enfocada en sentir odio, envidia… en preocuparse más por los demás que por uno mismo… malo, poco humor tiene esa persona. Hacer deporte para la felicidad pues, en mi opinión/experiencia, es como salir al campo, a la montaña, en contacto con los animales y con “lo verde”, respirar la paz y la belleza que tiene el mundo.
O los que son de mar, al mar, por supuesto (que esto no es un bueno o malo, es la Tierra, es nuestra casa, y cada uno nos sentimos mejor en un entorno que en otro pero TODOS son gloria!). Y, por supuesto, lo que te genera hacer deporte es como lo que generas cuando vives con tus animales (perros en mi caso) y compartes tus días con ellos y aprendes de su manera de sentir: todo potencia tu buen amor y por ende tu buen humor.
En tu último libro, El CaNino de Santiago, recreas un viaje muy especial con una compañía también muy especial, ¿qué vamos a encontrar en sus páginas? Véndenoslo… anda…

Pues es un libro que va a corazón abierto. Lleno de amor y humor. No es una guía del camino (aunque tiene tips y consejos) ni es una novela, aunque tiene su trama y sus toques de ficción (basado en hechos reales siempre).
Es mi proyecto más personal, sin duda. Y el resumen es que es una doble historia: la de mi primer Camino De Santiago con Nala en paralelo a nuestro camino de vida juntas. Porque el Camino es una metáfora de la vida y la mía irá siempre unida a Nala. Siempre. Cada día que a mi me quede por vivir. Fuimos y seremos un pack sólo que ahora con ella en otra dimensión. Siempre será mi alterego de cuatro patas.
La cara “A” de cada capítulo son las etapas del aquel viaje de chicas, las cuenta Nala y llevan unas ilustraciones de Pedro Fernández preciosas. La cara “B” las cuento yo y son las etapas de nuestra vida juntas y llevan fotografías reales. Además, mi parte, tiene varios códigos QR donde se pueden ver los vídeos (caseros, jeje) que yo hice de aquel camino y de los posteriores, además de enlaces a las webs de dos asociaciones de animales con las que colaboro desde hace años y a la plataforma “Santiguau” de Santiago De Compostela, porque es una ciudad que te invita y anima a vivir tu vida con estos ángeles de cuatro patas (un orgullo de actitud, la verdad).
El objetivo o el motivo de haberlo escrito es triple.
Primero, para dejar claro que el amor es universal y no entiende de especies y a un perro se le ama, no se le coge cariño como a una taza mona en la que desayunas.
Segundo, recomendar/animar a que la gente haga el CDS en algún momento porque recupera la esencia de la vida: todos somos y merecemos lo mismo. En el camino prima lo básico y el objetivo es común a cualquier peregrino: seguir, avanzar a pesar de la mochila (emocional) que cada uno tenemos encima, disfrutar, superar barreras y darse la mano, ayudar al otro. Y en el camino no hay política, no hay estatus: todos somos animales de dos patas avanzando.
Y, tercero, que las emociones hay que sacarlas, expresarlas, sin miedo. Las alegres y las que no lo son tanto. La vida es el equilibrio de todas.
*Puedes escucharla en nuestro podcast junto a su entrenador David Domínguez aquí