Las claves para correr con carrito

Reivindicamos eso de salir a correr con carrito. Una opción de entrenamiento para los papás y mamás deportistas que quieren aprovechar esos minutos sueltos al día para disfrutar de deporte y de su niño

Yolanda Vázquez Mazariego

Las claves para correr con carrito
Las claves para correr con carrito

Si el tiempo lo permite y tienes un buen carrito para correr, entrenar con tu hijo un par de horas a la semana es una forma de tener una experiencia diferente e inculcar a tu peque la pasión por el deporte. Y ahora incluso tenemos nuestra carrera como la DKV Run Baby Run donde podremos correr dos kilómetros terminando dentro del Parque de Animales Faunia el próximo 9 de abril. Tenéis toda la información en www.dkvrunbabyrun.es

Desde que las celebrities empezaron a hacerse fotos corriendo con su bebé los carritos de tres ruedas se han puesto de moda y ahora no es raro ver a padres y madres corriendo por el parque con sus carritos. Aunque no todos los modelos de carritos valen para correr, por lo que debes informarte bien antes de comprar, desde mi experiencia te diré que es mejor que te permitas el lujo de tener dos carros: el típico de cuatro ruedas con un armazón central al que se le van colocando el cuco (primeros meses) maxi-cosi (para el coche) y silla (para cuando sujetan la cabeza) para los días normales y otros complementos. Y un buen carro ligero y de tres ruedas grandes para entrenar. Si realmente quieres correr con tu hijo, bien porque no tengas otra opción o porque te gusta, invierte en un carro bueno, aunque sea más caro, es un gasto más que añadir a los que vienen con un niño (biberones, pañales, guardería) pero también puedes aprovechar los típicos regalos de tu familia y amigos para que se junten entre todos y te lo regalen.

Cuestión de edad

Por muchas ganas que tengas de presumir de lo guapo que es tu hijo recién nacido entre tus amigos de entrenamiento, tendrás que esperar un tiempo para correr con él. Los carros que se pueden reclinar permiten salir con bebés más pequeños. Sin embargo, los carros de silla fija sólo se pueden utilizar cuando el niño puede sujetar la cabeza, porque los músculos del cuello tienen suficiente tono (alrededor de los seis meses) También hay un límite para correr con un niño, la mayoría de los carros soportan un peso de hasta 20 o 25 kg (hay carros especiales para más peso) Otro problema es que si tu hijo es muy alto, aunque no llegue a este peso, le colgarán las piernas peligrosamente y tendrás que dejar de utilizarlo.

Tu primera experiencia

Correr con carrito es divertido, pero al principio no es fácil, las sensaciones cambian y un bordillo supone un obstáculo en el que nunca habías caído. Conducir con seguridad es solo cuestión de entrenar, estos consejos te pueden ayudar a hacer más fácil tu primer día.

1. Sin diversión no hay entrenamiento. Tu hijo tiene la mitad de tus genes, pero no la mitad de tus gustos. Que a ti te encante correr no significa que a tu pequeño le vuelva loco, a muchos niños les encanta correr con sus padres. A mi hijo le gusta ir conmigo, porque sabe que cuando saco el carro voy a pasar el rato con él o que va a correr en familia con sus padres. Pero hay días en los que no le apetece y se niega a subirse al carro. Por mucho que como corredora necesite correr para sentirme bien, no puedo disfrutar como madre, si mi hijo va llorando todo el camino.

2. La seguridad es ley. El cinturón de seguridad está diseñado para llevar bien sujeto al niño y evitar que se mueva, se salga hacia delante o se caiga, no salgas a correr ni un metro, sin cerrar bien el arnés. Procura que vaya bien sujeto pero sin que le oprima, o le haga daño. También debes enseñarle a llevar los pies dentro del reposa-pies, porque cuando son más mayores pueden engancharse con las ruedas si los llevan colgando.

3. Escoge bien el recorrido. Los carritos están diseñados para correr por asfalto principalmente, pero no es tan fácil encontrar rutas de asfalto para corredores. Algunas ciudades tienen carriles acondicionados para bicicletas, patines y corredores. Si tienes la suerte de tener un circuito cerca, procura entrenar allí. Aprovecha los días de carreras para correr por la carretera, es un lujo tener la calle sin coches para correr.

4. Especial para auténticos correcaminos. Si lo tuyo es el aire libre, opta por un carrito todoterreno, que puede llevarse bien por caminos de tierra apisonada, parques o pistas forestales. Un consejo, cuenta con que quién manda es tu hijo, no a todos los niños les gusta tanto traqueteo, especialmente porque esas sillas más especiales son más incómodas para él o porque no pueden dormirse.

5. Utiliza los frenos de seguridad. La correa de seguridad y el freno son tu seguro para una buena conducción. Lleva siempre la correa en tu muñeca para poder controlar el carrito si tropiezas o si se acelera en una bajada. En las bajadas fuertes, te aconsejo que lleves una mano en el freno para controlar la velocidad.

6. Centra bien la rueda delantera. Las ruedas que se desmontan deben estar bien centradas, especialmente la delantera que dirige. Es importante para evitar que el coche no se desvíe y tengas que ir corrigiendo la trayectoria todo el rato.

7. ¡Y ahora con una sola mano! El carrito no siempre se tiene que llevar con las dos manos. Es muy útil que aprendas a conducir con una sola mano, porque en las zonas llanas es más cómodo ir alternando cada mano, cada 5 o 10 minutos, mientras el brazo libre mantiene el movimiento de carrera para equilibrarte mejor. También puedes correr sin manos cuando sea bajada ligera o un llano rápido, siempre que lleves la correa de seguridad en la muñeca.

8. Subir cuesta el doble. Si entrenas con carrito vas a descubrir lo que es sudar la gota gorda en las subidas de tu camino. Ahora debes ir con las dos manos en el carrito que te servirá de punto de apoyo. Eso sí, el día que salgas sin carro, volarás en las cuestas arriba.

9. Respeta a los corredores. Cuando corres en una carrera, debes salir siempre con los últimos para evitar los atropellos de la salida. Lo malo es que si vas bien, te pasarás todo el tiempo esquivando corredores para adelantar. Si el tramo es estrecho es difícil evitar atropellos, porque la persona que corre delante de ti puede cambiar de dirección y no espera que le pase un vehículo con ruedas. Yo suelo llevar una bocina para avisar cuando adelanto y aviso con un grito ¡Carrito a la izquierda! O es mi chico el que va por delante del carro para dar un toque a los corredores. Aún así, a veces hay problemas, no a todo el mundo le sienta bien que le adelante una madre con carrito…pero con ser respetuoso y no hacer caso a los más bordes, se soluciona.

10. Agudiza tus reflejos. Conducir un carrito es como ir en bicicleta, debes estar más atento al camino, baches, obstáculos, perros, etc. para ir con más seguridad. Piensa que llevas tu más preciado tesoro delante, y sé el doble de prudente.

11. ¡Atención zona de curvas! Como cuando conduces, hay que aminorar la velocidad antes de entrar en una curva y acelerar en ella. Si el carro lleva rueda giratoria te resultará más fácil doblar la curva. Si es fija (lo más habitual) debes levantar la rueda delantera y presionar con más fuerza en el lado interior de la curva para que gire el carro.

12. Una piedra en el camino. Un bordillo, una piedra, un agujero, etc. se superan con un pequeño salto cuando corres, pero con el carrito te conviene que dediques un día a practicar. Si vas corriendo, debes aminorar la velocidad y levantar la rueda delantera para salvar obstáculos como bordillos, escaleras, piedras, etc. Aunque lo mejor es evitarlos sin giros bruscos, porque los niños se suelen dormir felizmente en el carrito y los baches les despiertan.

13. Cuestión de aire. Las ruedas de los carritos de correr son prácticamente iguales que las de tu bicicleta, llevan una cámara, válvula, etc. por lo que debes controlar la presión de las ruedas según el momento. En competición es mejor llenarlas a tope para evitar el rozamiento. En terrenos montañosos puedes ponerlas menos aire para amortiguar mejor. Tampoco debes olvidarte de que puedes pinchar en el camino, por lo que te aconsejo que pongas un líquido anti-pinchazos para bicicletas en cada rueda. Este producto se echa en la válvula de la cámara y tapona los agujeros que se producen al pinchar, salvo que sea un reventón, por lo que también debes llevar una cámara de repuesto o una bomba, parches y pegamentos para arreglarlo.

14. No te olvides la climatología. Si sales a correr con carrito, el esfuerzo te hará sudar más y necesitas hidratarte mejor, especialmente en verano. Pero también es muy importante que pares para que el niño beba agua, porque el también se puede deshidratar con el calor. En recorridos largos, el niño te pedirá su biberón o unas galletas, ellos también necesitas energía para el esfuerzo. En invierno también debes tener en cuenta el frío, a ti no te afecta por el calor que generas al correr, pero tu hijo debe ir bien abrigado, sin olvidarte de ponerle guantes, calcetines y gorra, para evitar que se congele con el viento.

15. La marca no importa. Cuando corras carreras con un niño, no importa el tiempo que tardes en llegar a la meta. Olvídate de competir y disfruta con tu hijo, le estás dando una experiencia que no olvidará en su vida. Desde muy pequeños son conscientes de cómo la gente, los corredores, las señoras del público les animan y les gritan: ¡Ese niño si que es un campeón! O incluso a ti: ¡Vaya madre! O ¡Vaya  padre! Algún despistado incluso te dirá, que vas la primera en la categoría "madres con carrito" Puede que sea la peor marca de tu vida, pero te aseguro que merece la pena.