42'195 kilómetros por la ley ELA, ¡que no hay ninguna excusa para que no tengamos ya en España!

El gran ejemplo que nos da José Antonio Ortega en la que debería ser la lucha de todos en nuestra sociedad

José Miguel Ortega en los metros finales de la última edición del Maratón de Madrid
José Miguel Ortega en los metros finales de la última edición del Maratón de Madrid

Se llama José Antonio Ortega y le conocimos en la meta del Maratón de Sevilla. Llegó a la recta de meta y con sus últimas fuerzas, desplegó su pequeña pancarta en la que se podía leer “Ley ELA ya”.  Tiene 30 años, vive en Posadas (Córdoba) y se ha empeñado en dar visibilidad a base de maratones a un hecho lamentable de nuestra sociedad: que sigamos sin tener una ley ELA que ayuda a los que pacientes y a sus familias que sufren una de las enfermedades más crueles.

Lo curioso es que José Miguel no era nada deportista hasta que en noviembre de 2018 apareció en su vida el ELA. En caso es una enfermedad heriditaria, que se llevó a su padre cuando José Miguel tenía sólo 4 años y que sufren tres de sus cinco hermanos. “Luego llegaría el confinamiento y cuando salimos pesaba sólo 48 kilos. Entonces hizo un “click” en mi cabeza. Empecé a hacer deporte a diario, lo que me dejara mi cuerpo, y a cuidar la nutrición. Al principio tenía tan poca fuerza en las piernas que sólo podía apenas caminar. Luego empecé a hacer gimnasio, a nadar…y fui recuperando masa muscular. Luego pasé a correr en una pista de atletismo dónde no podía tropezarme con nada”.

Y como Posadas es una de las cunas del triatlón en España, pues se metió en el triatlón. “Hice cuatro o cinco, incluido el de Sevilla en distancia olímpica: 1500 metros de natación, 40 km de bici y 10 km a pie”. Tuve que dejarlo porque el deterioro de la mano me impide llevar la bici, aunque mi club, el Califas de Hierro, están intentando conseguir un triciclo que me permita llevar los brazos reposados”.

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José Miguel tras cruzar la meta del que era su primer maratón, el Zuricjh Maratón de Sevilla el pasado 19 de febrero

El siguiente salto fue nada menos que al maratón. Antes, con la ayuda de un fisio del Hospital Reina Sofía de Córdoba, resolvió un problema. “Con las manos para dentro iba muy inestable y me da miedo no poder poner las manos si caí, pero se resolvió gracias a una férula que hace que se queden fijas”.  Así se lanzó el pasado 19 de febrero a por los 42’195 km en las calles de Sevilla que completó en 4 horas y 55 minutos. “Sabía que con ELA no puedes estar preparado realmente pero en la salida solo pensaba en la meta. Si quería iba a llegar. Con cabeza y mucho corazón pude vivir el momento indescritible de acabar tu primer maratón. No se puede contar, hay que vivirlo”.

Solo dos meses después volvió a citarse con el maratón, esta vez en Madrid. “Quería reivindicando nuestra lucha por la ley ELA, no podía quedarme de brazos cruzados, y en la capital de España siempre tienes más repercusión”. Le costó casi seis horas pero volvió a sacar su pancarta en la meta reivindicando una ley que como muy bien dice él “es la lucha de todos”.

Ante lo incierto de su futuro con la espada de la ELA encima, José Antonio nos dice “intento quedarme siempre con lo positivo, no vivo el día de mañana sino el de hoy. Mi tiempo en la vida es demasiado valioso para dedicarlo a pensar en el futuro”.

Y mientras pueda veremos a este cordobés seguir retando al maratón. Próxima parada: Málaga en el mes de diciembre.