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En esta página web ya hemos hablado en varios artículos sobre las diferentes dietas y tratamientos naturales para mantener el colesterol a raya, pero en esta ocasión queremos añadir algunas de las señales externas que nos pueden informar de un elevado nivel de colesterol en nuestro organismo, sin ser esta regla que pueda sustituir a una completa analítica de sangre que, a priori, es el único método válido y fiable para detectar un alto grado de colesterol o triglicéridos en nuestra sangre.
Los párpados nos dan la alerta
Es fácil que recuerdes haber visto esta señal en alguna persona cercana, se trata de los denominados xantelasmas, que son protuberancias amarillentas que suelen presentarse de manera bilateral (en ambas cuencas oculares) en el lado interno de los párpados. De manera prioritaria se ven con mayor facilidad en los párpados superiores, aunque no es extraño encontrarlos también en los inferiores.
Según las estadísticas médicas, los xantelasmas se relacionan con factores hereditarios, resultando que hasta un 50% de los pacientes analizados tienen algún tipo de alteración del colesterol, los triglicéridos u otros lípidos en la sangre, por lo que es muy importante, en caso de haber detectado alguna de estas placas en los párpados, confirmarlo con una analítica.

Una vez que la grasa llega a formar estos depósitos, entre la dermis y la epidermis de los párpados, es muy difícil eliminarla aunque se corrijan los niveles séricos de colesterol, por lo que se suele recurrir a la cirugía láser o a determinados peelings químicos, con bastantes garantías de eliminar por completo su huella.
También algunas alteraciones hepáticas graves (cirrosis biliar) y la diabetes pueden formar xantelasmas.
¿Y también en los codos?
Hay otro tipo de placas cutáneas que se pueden formar por tener elevados niveles de colesterol, se denominan xantoma y, a diferencia de los xantelasmas, se forman de manera unilateral (solo en un lado del cuerpo), teniendo especial predilección por aparecer en el reverso de los codos, aunque se pueden ver también en las rodillas, el abdomen o, incluso, también el uno de los párpados. Se caracteriza por la formación de placas o nódulos más o menos planos, amarillos, ligeramente elevados y de tamaño diverso.
El xantoma también puede responder a alteraciones hepáticas.

*Fuentes consultadas: Sociedad Española de Medicina Interna. Manual de Oftalmología de Wills Eye Institute, Adam T. Gerstenblith Michael P. Rabinowitz. Lippincott Williams & Wilkins 2013