Pole Dance: entrenamiento cardiovascular con efectos psicológicos positivos

El pole dancing es una disciplina que roza lo acrobático, se ha puesto muy de moda y está llena de beneficios no solo para tu cuerpo sino también para tu mente

Alicia García Falgueras. Dra. en Psicología, monitora de Pilates

El Pole Dancing no solo mejora tu condición aeróbica sino que aporta beneficios psicológicos
El Pole Dancing no solo mejora tu condición aeróbica sino que aporta beneficios psicológicos

El deporte de Pole Dance como fitness se ha instaurado no hace mucho en nuestras vidas, debido a sus beneficios psicológicos y físicos. También debido a la pandemia y la necesidad de encontrar actividades deportivas que poder realizar “indoor”. Consiste en la realización de posturas y maniobras de danza o baile en fluidez y armonía sobre un tubo de metal de 40 a 50 mm de diámetro, fijado al suelo y al techo de una longitud aproximada de 2,2 metros. Fue en el año 2005 cuando se celebró en Ámsterdam el primer torneo de este deporte como actividad deportiva en la “first World Championship”. Poco después fueron las federaciones (“International Pole Sport Federation”- IPSF) y otras entidades las que fueron respaldando la naturaleza beneficiosa y deportiva de esta actividad hasta hacerla deporte Olímpico (Szopa y cols., 2022). La IPSF ha descrito y definido las posturas y giros posibles en pole dance, siendo algunas de las más practicadas y conocidas “el cupido”, “el superman”, “la mariposa extendida”, “voltereta con agarre” (handspring), “extensiones de pierna en equilibrio” (front Split-down pole) o “giro de cuna” (cradle spin), entre otros tantos con sus correspondientes variaciones o adaptaciones (Szopa y cols., 2022). Cada uno tiene una definición y se puntúa en las competiciones según su precisión y correcta ejecución durante la actuación.

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Preguntando a las poledancers profesionales o “polerinas/os” fácilmente se percibe la pasión y vocación con sacrificio que esta disciplina despierta. Las personas que  lo practican indican que este deporte es divertido y variado donde el aburrimiento no tiene cabida ya que se puede hacer baile dinámico, baile lento o sugerente, combos de baile con trucos de fluidez, giros, volteretas, etc., La actividad de bailar se realiza con ejercicios de fuerza siguiendo una determinada música (ballet clásico, hip hop, baile contemporáneo, breakdance, twerking, etc) y una coregrafía específica que tenga sentido y le dé fluidez a los movimientos. Esta actividad proyecta una imagen de uno/a mismo/a divertida y asombrosa que ayuda a la autoestima y al auto concepto.

Se lleva a cabo en una barra giratoria de metal, generalmente aluminio, sobre la que se apoya la piel como agarre. Las fuerzas que están presentes son la gravedad, que se distribuye con la máxima gracia posible entre el eje vertical de la barra y la fuerza física de la persona que baila, que se expresa desde su eje horizontal y el agarre. Cada postura particular es un cálculo constante y un diálogo entre estas fuerzas. También se añade la fuerza giratoria de la barra que, por efecto de centrifugación, ayuda a la adherencia de la piel a la barra y consolida la postura con el movimiento sobre la gravedad, además de proporcionarle un añadido estético al poder visualizar la postura desde varios ángulos a la vez.

De acuerdo a las guías y directrices del ASCM (The American College of Sports Medicine), la práctica habitual de pole dance en clases de nivel avanzado de una hora puede ser equivalente a un ejercicio cardiovacular y cardiorespiratorio de nivel moderado a intenso. Su práctica implica tres bloques: calentamiento inicial con estiramientos, estudio y práctica de diferentes posturas y enfriamiento final con estiramientos (Ballarin y cols., 2021). Cuando esta práctica se realiza como mínimo 30 minutos al día (el rango iría de 30 a 90 minutos), al menos 5 días a la semana puede satisfacer los requerimientos de nivel de ejercicio recomendado para mejorar la salud, la aptitud física y cardiorespiratoria (Nicholas y cols., 2019). Durante su práctica y desarrollo en una “performance” que no va más allá de 4 minutos de duración con movimientos sin parar, se produce una activación del organismo que requiere elevadas demandas fisiológicas y físicas, requiriendo un estado físico óptimo y tonificado para su ejecución. Concretamente se midió una elevación de la presión sanguínea, del ritmo cardíaco y respiratorio así como de concentración de lactato en sangre después de cada actuación (Ruscello y cols., 2016). En polerinos/as de alta competición, la masa muscular y la composición corporal presenta características específicas, que se van ajustando y perfilando más y más conforme más se practique (Ballarin y cols., 2021).

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El pole dancing produce una mejora de la condición física y tiene muchos beneficios psicológicos

Combina varias destrezas físicas, algunas de las cuales también están presentes en otros deportes como los aerials, el pilates o yoga, o la danza clásica. Aunque también tiene su propia técnica y desarrollo de habilidades específicas. La fuerza del agarre de las manos se incrementa progresiva y directamente proporcional a la práctica. Ésta habilidad escalatoria depende directamente del peso del cuerpo, junto con la habilidad proprioceptiva de entender la postura total del cuerpo balanceando con los necesarios y justos puntos de apoyo para el agarre para la estabilidad (Garcia-Falgueras, 2016). La fuerza de agarre de las manos, la composición corporal (masa muscular vs grasa corporal) así como la estabilidad postural equilibrada son parámetros que van mejorando e incrementándose progresivamente en términos de fitness con la práctica sistemática y rigurosa (Nawrocka y col., 2017; Naczk y cols., 2020).

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Las posiciones invertidas son de gran belleza pero no están exentas de riesgos

Está sujeto a ciertos riesgos, la mayoría de ellos debido a incorrecta infraestructura (no uso adecuado de magnesio de agarre, outfit inapropiado que resbale, etc.), falta de concentración, consumo de sustancias que alteran el autocontrol (alcohol), impulsividad incontrolada o competitividad insana. Estos pueden ir desde simples cardenales, rozaduras o quemaduras en la piel hasta lesiones cervicales por caídas (Dittrich y cols., 2020; Yurac y cols., 2022). Las posturas invertidas son las más arriesgadas porque la caída sobre una parte del cuerpo delicada, como son el cuello y la cabeza, con todo el peso del cuerpo puede resultar dañino, aunque la altura sea escasamente de un metro del suelo (Yurac y cols., 2022). La presencia de otra persona supervisando no es suficiente para evitar las lesiones, ya que difícilmente se puede adivinar o prevenir la caída, de manera que la persona está más bien “sola ante el peligro”. Por ello las máximas de este deporte, son: 1) estar el máximo tiempo elevada sin tocar el suelo en fluidez de movimientos pero también 2) no caerse ni lesionarse en un balance constante. Es muy importante conocer hasta dónde quiere llegar cada persona que danza y respetarlo, proporcionándole las claves para alcanzar el siguiente paso pero sin presionar. Para evitar las lesiones agudas es recomendable realizar un calentamiento apropiado antes de ejercitar las habilidades en la barra, así como llevar una dieta equilibrada y balanceada (Naczk y cols., 2020).

Este nuevo deporte lo practican con técnica personas conocidas como Jennifer Lopez, Madonna, Kate Hudson, aunque la primera fue Demi Moore, y la lista sigue aumentando, con personas variadas en cualidades complexiones físicas o grados de flexibilidad. También chicos como Vin Diesel o Kristian Lebedev. Los profesionales que compiten permiten visualizar los grados máximos que el cuerpo humano puede llegar a alcanzar en esta disciplina y animan a seguir practicándolo para mejorar las posturas y perfeccionar la técnica. Porque “ponerse boca abajo” es muy divertido.

Referencias

  1. Ballarin G, Scalfi L, Monfrecola F, Alicante P, Bianco A, Marra M, Sacco AM. (2021): Body Composition and Bioelectrical-Impedance-Analysis-Derived Raw Variables in Pole Dancers. Int J Environ Res Public Health.18: 12638.
  2. Dittrich F, Beck S, Burggraf M, Busch A, Dudda M, Jäger M, Kauther MD. (2020): A small series of pole sport injuries. Orthop Rev (Pavia). 12: 8308.
  3. Garcia-Falgueras, A. (2016): An introduction to proprioception concept in pilates and yoga. British Journal of Medicine and Medical Research. 15: 1-6.
  4.  Naczk M, Kowalewska A, Naczk A. T(2020): The risk of injuries and physiological benefits of pole dancing. J Sports Med Phys Fitness. 60: 883-888.
  5.  Nawrocka A, Mynarski A, Powerska A, Rozpara M, Garbaciak W. (2017): Effects of exercise training experience on hand grip strength, body composition and postural stability in fitness pole dancers. J Sports Med Phys Fitness. 57 :1098-1103.
  6.  Nicholas JC, McDonald KA, Peeling P, Jackson B, Dimmock JA, Alderson JA, Donnelly CJ. (2019): Pole Dancing for Fitness: The Physiological and Metabolic Demand of a 60-Minute Class. J Strength Cond Res. 33: 2704-2710.
  7.  Ruscello B, Iannelli S, Partipilo F, Esposito M, Pantanella L, Dring MB, D'Ottavio S. (2017): Physical and physiological demands in women pole dance: a single case study. J Sports Med Phys Fitness. ;57: 496 - 503.
  8.  Szopa A, Domagalska-Szopa M, Urbańska A, Grygorowicz M. (2022): Factors associated with injury and re-injury occurrence in female pole dancers. Sci Rep. 12: 33.
  9. Yurac R, Zamorano JJ, Marre A, Diaz C. (2022): Traumatic cervical spine injury due to pole dance accident: A potentially catastrophic unreported injury with a happy ending. Case report and literature review. Surg Neurol Int. 13:162.